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lunes, septiembre 30, 2024

La muerte de Nelson Mandela le pesa al mundo: La resistencia, la paz, la guerra

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El ex presidente sudafricano Nelson Mandela, muerto ayer a los 95 años, fue el padre de la Sudáfrica multirracial y uno de los personajes más relevantes del siglo XX.

“La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que considera que es su deber para con su gente y su país,puede descansar en paz” – último tuit de Neslon Mandela

“… (Las) armas deben usarse donde fuere necesario; los medios pacíficos, donde (sea) posible …” . Karl Heinrich Mordejái Marx Levy

La hospitalidad, a propósito de “Madiba”, sin condiciones, sin reservas, sin excusas, sin coartada, es la de hacer el esfuerzo probableimposible, de recibir al otro, otro, en cuanto alter ego al que no se le exige nada y simplemente, se le abren las puertas, los caminos, las encrucijadas de la hospitalidad, sin que uno se coloque en tanto anfitrión, en virtud de que así, no habrá virtud, genuina hospitalidad, siendo ese otro al que se finge esperar, una visita, alguien que se queda en nuestro territorio, en lo que sería nuestra casa, en lo que nos es propio, en lo que nos pertenece, en lo que es la propiedad, la identificación de lo propio por la sangre o el “homeopatocentrismo”, lo que consistiría en estar al lado de los que tienen o poseen igual ascendencia, sangre, territorio, nacionalismo, hogar, nacionalidad, patria, nación, Estado.

Estando cercalejos de Derrida en tales inflexiones y pensamientos, cuando el francés no era marxista y marxdenegó en él, lo que podría haberlo convertido en uno de los marxistas más lúcidos, tornándolo considerado, hospitalario con Heinrich, sin ser tampoco “marxistocentrista”…, como lo son los leninistas y cientos más, podríamos prepararnos para albergar, para recibir a Nelson. A Nelson Mandela, que duerme, duerme, duerme, soñando conque su rostro ensangrentado por los golpes furiosos delavidalamuerte, él permanece. Casi imperturbable. Está ahí; invicto, erguido, en un mundo que es un valle de oscuridad, ira y lágrimas, tal cual se dice en los versos que inspiraron el film de Clint Eastwood *.

¿Qué podría agregar, sumar, añadir a lo que se enunció frente y ante ese fallecimiento, donde yo vuelvo a morir con los duendes queridos, amasando el pan del tiempo con más soledad que levadura, mientras los que se van para luego retornar, como Madiba, fallecen conmigo o con una parte de mí, en el exilio, o con una fracción grande, mueren esas hadas la poca luz de mí, en un planeta que sigue su curso fuera de las utopías atesoradas, que puede que se realicen o no, en el impasse de este presente sin presente para los sueños y entre las mañanas faltas de amaneceres para el porvenir? ¿Para el futuro? ¿Para los advenimientos plurales de la aurora?

Nelson de pie, en el momento en que se lo amortaja. Mandela sobre una caja como la del náufrago del “Pequod”, en el instante en que millones despiden sus pasos, y lloran sus trabajos, sus noches, sus días y unas cuantas ideas, una de las que me atrevo a desempolvar en esta época de posmodernos y de Lords Siths: cuando la violencia es tan imponente como con los crímenes de lesa humanidad del apartheid, los que resisten, la insurgencia, apelan a la no violencia gandhiana de las armas que no son para los conflictos.

Son instrumentos para que, al igual que lo dijo ese otro olvidado y asesinado por los mass–media, el neozapatista “Marcos”, alguna vez, no haya ni guerra ni paz, ni soldados ni rebeldes, ni Estados ni naciones. Que en un porvenir que no sea mesiánico y que no quede tan lejos como la infancia de los hombres, de los ángeles o de la eternidad, no existan quienes se encuentren acorralados en una montaña, en una celda, en una frontera, en una selva, en un barranco, en un límite, en un cuarto pobre de campaña.

¿Habrá quizá expresado Nelson “¡ah…, vida!, ¡qué día, cuando me anime y comience a escribir!”? Porque hay quienes escriben con su deceso, palabras de vida y sobrevida. Para los muertos y los vivos o los que buscan la valentía de existir. De otra manera; aun con los tobillos doloridos, con el corazón partido, con los talones fisurados, por el lastre que se asienta en la espalda de la poesía:

En la noche que me cubre,

negra como un insondable abismo,

doy gracias … (porque) mi alma (se levantó) inconquistable.

En (medio de) las azarosas garras de las circunstancias,

… (sometido) … a las puñaladas del destino,

mi cabeza está (triturada) …

(Percibo que) más allá de este lugar de ira y lágrimas,

acecha la oscuridad con su horror.

Aun así, la amenaza de los años

me … encontrará (con un himno acariciado en mi garganta)

–los versos modificados son del escritor inglés Willian Ernest Henley. 1849–1903.

* Invictus es una película de 2009 dirigida por Clint Eastwood y protagonizada por Morgan Freeman y Matt Damon, basada en el libro “El Factor Humano” de John Carlin. Trata sobre Nelson Mandela y su uso de la Copa de Mundo de Rugby de 1995 como una oportunidad para unir al país. El título viene de que Mandela tuvo el poema escrito en una hoja de papel durante su prisión, ayudándole a sobrellevar su encarcelamiento. En la película, Mandela le escribe el poema al capitán de la selección surafricana, Francois Pienaar antes del comienzo del campeonato, si bien en la realidad Mandela le dio un extracto de un discurso de Theodore Roosevelt, “The Man in the Arena”.

– Nota relacionada:

Nelson Rolihlahla Mandela “Madiba el abuelo venerable”

http://www.salta21.com/Nelson-Rolihlahla-Mandela-Madiba.html

2 COMENTARIOS

  1. El silenciomúsica de las cosas; la hermandad de lo existente
    En los noticieros, continúan con lo de Mandela. No es para menos; es probable que como con Gandhi, se tarden generaciones para que haya otro hombre que no parezca tan humano y que asome venido de otros mundos.

    Pero lo que en parte, nos deja el deceso de ese a quien, por cercanía…, lo nombré “Nelson”, es que la muerte es, como expresa Gelman, un morir que no es más que fallecer (http://www.youtube.com/watch?v=GVNbaiWPJ1w).

    Todavía, existen, persisten e insisten, otras honduras.

    Hay un murmullo tranquilo de las cosas. Existe un silencio en el mundo y entre los objetos. Esos “fenómenos”, son el Aliento de las cosas, de lo que palpita.

    La voz de lo que existe es como un apacible “cuchichear” del universo; es la Poesía silenciosa de la vida.

    La belleza misma, la majestuosidad del cosmos son el Aliento de la existencia.

    No sólo es ineludible aprender a mirar la hermosura del universo y de la vida, sino saber escuchar su belleza.

    En las vanidades, de las que estaba “curvado”, alejado, Mandela, habita un bullicio que suscita un ruido en el interior de los hombres, que no les permite atender en el silencio, la Voz Imperceptible de la existencia. Para eso, debemos cultivar una paz, un silencio interior que nos posibilite oír El Aliento de la vida, Su Música como Voz y Su Aliento en tanto Música, en cuanto Su Voz es el timbre armonioso de las cosas, su hermandad, lo que las sostiene en “camaradería” –http://www.youtube.com/watch?v=hAD8RTYpABg.

    Desplazándome a otros terraplenes, para salvar unas oraciones mal construidas, me permito corregirlas:

    Allí, donde se alude al film de Eastwood, se debiera haber escrito “… soñando con que su rostro, a pesar que esté ensangrentado por los golpes furiosos delavidalamuerte, permanece …”

    Y en el sitio en que son mencionados los postmodernos, habría que tipear que “… la violencia es tan imponente como los crímenes de lesa humanidad del apartheid …”

    Nelson, el adiós sin puntos a Madiba, no ameritaban errores de ese calibre

    • ¿Qué habría efectuado Mandela a 30 años de “Democracia”?
      Cuando el Sr. Nelson asumió la Presidencia de su Estado, no sólo tenía que encontrar un modo genial para evitar una posible guerra civil, y debía efectuar un Juicio de catarsis por los crímenes de lesa humanidad del apartheid, que tampoco acabase en un enfrentamiento, apelando, en un ejemplo, al Mundial 1995 de Rugby, para unir a habitantes que se odiaban, en un verdadero pueblo…, y acudiendo, en la otra situación, a la confesión de los asesinos de lo que habían cometido, sin omitir nada, a “cambio” del mero perdón de parte de los vejados; ese Mandela, decía yo, no detentaba más que problemas: hambre, desocupación, inflación, desnutrición, extranjerización de la economía, escasez de viviendas, salarios ridículos, indigencia, estancamiento, pobreza, salud inexistente, racismo larvado, etc., etc.

      Pero Madiba, el de la Nación del Aracoíris…, no usó marketineramente, el Mundial 1995 de Rugby, para ocultar con humo, todas esas gigantescas dificultades, ni empleó los Juicios del Perdón, con el horizonte de ofrecer impunidad a los “Milanis”, sino para comenzar a agarrar los asuntos por los costados más fieros.

      Nelson no era leninista, ni marxista no leninista, ni “marxistocentrista”, y seguramente, sus estrategias no resolvieron todos esos despioles, que son inherentes a un modo de producción capitalista; sin embargo, no acudió al recordatorio del día de su liberación de la prisión, para tapar los problemas que resquebrajaban su Sudáfrica amada.

      No apeló a refugiarse en el “idealismo” de la Nación Arcoíris para ocultar, como ak, en Argentina, con el verso de los 3 lustros de “Democracia” burguesa, formal, parlamentarista y de simple voto…, que esa “Democracia” es de cotillón, maquillaje y de confeti, tal cual lo expresó Zamora en el oficialista y oficioso 6, 7, 8, el domingo pasado, democracia que es impotente para siquiera tornar el capitalismo “nacional y popular”, en menos depredador.

      La enorme distancia, abismo de un inmortal como Nelson y el enanismo de una Mandataria burguesa y recontra burguesa, que se la quiere presentar como la heredera de Eva Perón, de los masacrados por la Dictadura de 1976 y como si fuera Rosa de Luxemburg…, radica, pienso humildemente, en las horas de noche en que se festeja esa Democracia de Chupetín, mientras la “Corpo”, los “Duhalde”, la “Opo”, los “mala onda”, los funcionales a la derecha, los pagados por los “Magnetos”, orquestaban, “evidentemente”, saqueos en La Rioja, en Salta, en Córdoba y en otras localidades, convocando al Gusasón, a Lex Luthor, a Edward Nigma, para que con sus poderes, ayuden a coordinar semejante Plan, con el objetivo de empañar el Gobierno de la Sra. Presidente.

      Madiba habría visto que la gente que saqueaba, lo hacía porque no tenía qué darles a sus hijos el 24 a la noche, ni el 31, ni ayer, ni mañana, para que coman. O para que vean un programa de tv. –¿los sectores populares no pueden disfrutar de una tv., aunque sea de pantalla “plana” (¿por qué; porque ¿no?…).

      Nelson, a diferencia de Ricardo Forster, Sandra Russo, Barone, hubiera reconocido con honestidad que los saqueos eran reales, efectuados por personas desesperadas, y hubiera tratado de solucionar lo que originó tales saqueos, en lugar de gastar millones en una fiestacha para una democracia de cholulos –el realismo a lo lacaniano de esta deconstrucción, no es un elogio de ninguna dictadura; ni siquiera de la dictadura leninista, y no marxista, pregonada y defendida por el leninismo, al extremo de que a quien no acepta esa bestialidad, como yo…, se lo trata de revisionista y que no es un comunista revolucionario [¿quién les dio las “credenciales” a estos personajes del campo popular de Salta y del resto de la Argentina, para que lo que ellos entienden por leninismo, sean las teorías de Marx aggiornadas? (a mí, me las concedieron, un poquito, más de 20 lustros de estudio, hasta quedar solo…) –http://www.youtube.com/watch?v=m8kWLcY89HU.

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