Luego de que la Corte Suprema bonaerense ratificara el pasado miércoles la condena a 15 años de prisión del sacerdote Julio César Grassi por «abuso sexual agravado y corrupción de menores», el abogado de las víctimas, Juan Pablo Gallego, elevó un pedido a los tribunales de Morón para que se ordene su inmediata detención.
La decisión queda ahora en manos del Tribunal 1 de esa sede judicial, que podría ordenar el procedimiento en las próximas horas. Mientras tanto, Gallego advierte sobre el peligro que supone que el condenado aún no haya sido detenido, teniendo en cuenta sus antecedentes, y la gravedad de las acusaciones finalmente probadas.
«Ante cada fallo anterior, Grassi apareció en todos los medios de comunicación. En este caso, no se lo ha visto por ningún lado. Tengo la sospecha de que este sujeto pueda fugarse», alertó el abogado querellante.
«Tiene todos los elementos para fugarse, como lo hizo en otra ocasión desde un estudio de televisión y en vivo«, recordó.
«Ahora sí esperamos que la Justicia rectifique los privilegios insólitos que le dieron a un pedófilo», sostuvo el abogado, quien aseguró que el máximo tribunal bonaerense es el último recurso al que podía apelar el religioso.
Gallego confirmó, en declaraciones a un canal de noticias, que la presentación la realizó esa mañana y recordó que Grassi también debería ir preso por haber injuriado a uno de los demandantes.
El abogado recordó además que persiste la intención por parte de la querella de apelar ante la Corte Suprema de la Nación para que Grassi sea juzgado por el abuso de otros dos jóvenes, ya que recibió condena por sólo uno de los casos.
En un fallo de 165 hojas, la Suprema Corte bonaerense rechazó este miércoles los recursos extraordinarios presentados por la defensa del sacerdote.
Con la firma de los jueces Luis Genoud, Héctor Negri, Juan Carlos Hitters y Daniel Fernando Soria, el Tribunal resolvió «desestimar los recursos extraordinarios de inaplicabilidad de ley interpuestos por la defensa particular de Grassi y el presentado por derecho propio con patrocinio letrado».
Los supremos confirmaron la condena dispuesta por el Tribunal en lo Criminal N° 1 de Morón y luego ratificada por la Sala II del Tribunal de Casación Penal, en torno a la figura de Grassi. Sobre Grassi, además, pesa una detención ordenada por la Cámara Penal, por violar las órdenes de referirse a los menores implicados en la causa, ya que habló al menor denominado «Gabriel».
Por ese motivo, en ese momento la Sala I de Morón ordenó la detención de Grassi, pero esa orden fue apelada ante la Cámara de Casación.
Durante el proceso judicial, Grassi recusó a la gran mayoría de los jueces de la provincia de Buenos Aires, tuvo 20 abogados y pidió en reiteradas ocasiones la conformación de un juicio por jurado, algo que no está implementado en el distrito bonaerense.
– La data