La polémica obra ¿…? ¿qué será? vuelve a subir a escena el 30 de junio a las 22:00 horas en La sodería (Juan Posse y Pje. 1º de mayo en Tucumán). La obra surgió de una intensiva investigación de dos años en la que «Manojo de indagó en un lenguaje corporal en el que encontramos paralelos con la «danza butoh» .
La obra «¿..? ¿qué será?» muestra un lenguaje corporal en el que encuentran paralelos con la «danza butoh» en cuanto a:
– la concepción del cuerpo como unidad psicofísica
– la no aceptación de la idea del arte como representación
– la improvisación como filosofía y técnica
– la concepción del grotesco como una predisposición interna (una manera de vivenciar la realidad y no como una característica manifestada desde el exterior solamente)
Nuestra investigación se centró en un trabajo sobre el tiempo y la acción, la construcción del relato a partir de una dramaturgia de los cuerpos, la fragmentación y la acción performática no representativa.
A partir de esto llegamos a una «danza de los cuerpos en estado de caída», danza que implica un trabajo físico constante y profundo sobre la fuerza de gravedad.
En cuanto a la temática abordada elegimos centrarnos sobre los efectos en la subjetividad del capitalismo tardío con sus deshumanizantes leyes de mercado dentro del marco teórico del psicoanálisis postlacaniano y el postestructuralismo: el sexo, los medios tecnológicos y el poder, la paranoia y el aislamiento del sujeto posmoderno, la obsenidad y la perversión en las relaciones sociales, el ninguneo de los individuos y todos los sintomas histéricos de la depresión como enfermedad social de la aldea global (ataques de pánico, paranoias, strees, melancolía, perdida de la individualidad, asfixias, gastritis, etc) son los temas atravesados desde un código visual en el que la fotografía «extasiada» registra el estado que esos cuerpos viven por única vez en cada función o ensayo.
El espacio, la luz, la fotografía y la música plantean un entorno blanco de donde los cuerpos parecen desprenderse a veces y otras fundirse en él, tres objetos cotidianos (cama, mesa y silla) se vuelven los soportes de la acción de los cuerpos sufrientes y eróticos que a través de la fragmentación, la elipsis, la aceleración y la cámara lenta van construyendo un relato al que el espectador accede a partir de sus propias sensaciones, sensaciones que también están presentes en la música original compuesta para la obra.
Hay también una manipulación de la luz y la fotografía por parte de los actores que intensifica este relato como metáfora de la muerte y su contracara erótica.
¿…? ¿qué será? es la propuesta más atrevida a que hemos llegado, los límites de verdad de la acción desafían los límites de la pornografía, de la televisión, de esta globalidad espectacular… la obsenidad en ¿…? ¿qué será? devela la obsenidad del ojo liberado de su moralidad o atado a ella… Provocadora, intensa, aburrida, deprimente, exitante, pornográfica, violenta, satírica, patética, melodramática, irónica, sensual… Los espectadores de ¿…? ¿qué será? no salen indiferentes…
Actúan: César Romero, Celeste Lafuente, Sandra Pérez Luna, Tita Montolfo, Darío Mansilla y Fabián Herrera Música original: Mario Colasessano
Fotografía: Fabían Herrera
Dramaturgia Grupal de Manojo de Calles
Dirección y Puesta en Escena: Verónica Pérez Luna
Crítica Por Jorge Figueroa
¿…? ¿Qué será? no es una obra en la que pueda identificarse rápidamente un argumento o señalarse un texto. Pero tampoco carece de ellos, siempre que se coincida en que la dramaturgia no se limita a un texto escrito previo.
En la nueva propuesta del grupo Manojo de Calles, diferentes personajes deambulan en un espacio que todo parece indicar que se trata de un psiquiátrico.
Totalmente alienados, extraviados, entre ellos no existe otra comunicación que no sea la violencia y el sexo. Un fotógrafo, que registra con su cámara los diferentes movimientos, más parece asumir el rol de quien toma muestras de las conductas de esos seres para su posterior examen; el psiquiátrico como el laboratorio, son espacios que se asocian en la pequeña sala, divididos y relacionados, a la vez, por la iluminación.
Pero, en la sala de Casa Club (Las Piedras 783, Tucumán), la comunicación y el trabajo actoral se plantea en relación a la ocupación del espacio; por eso es que algunas acciones se inician, continúan o concluyen en el mismo baño del local.
Cuerpos que se frotan y se acarician; cuerpos que se chocan permanentemente; que luchan y se enfrentan entre sí; cuerpos que se buscan y que se encuentran: los cuerpos, expuestos que están en toda su desnudez durante la mayor parte de la función, hablan por sí mismos; se golpean, se penetran, se violan.
Desde este punto de vista ¿…?¿Qué será? puede considerarse como uno de los planteos más audaces de Manojo de Calles, desde el momento en que anula totalmente la representación y que lleva al límite el trabajo corporal, provocando “un paisaje de sensaciones”, “buscando hacer visible lo invisible, sin interferencias”.
Aunque haya algunos textos que se pronuncian sobre la perversión, la obscenidad, el deseo y la oscuridad, no hay dudas de que el texto que atraviesa toda la puesta está en los mismos cuerpos de las tres actrices y de los dos actores. ¿…? ¿Qué será? puede leerse como un retrato, como una metáfora de la sociedad cuyo poder se construye en base a exclusiones, pero también, como afirma una de las actrices, donde “no toda víctima ignora el juego”. “Es obsceno lo que supuestamente no debe hacerse o mostrarse o verse, pero que sin embargo se hace, se muestra y se ve”, señala otra de las actrices, como si arrojara una sentencia al vacío.
La música carga el dramatismo de las acciones, pero no las acompaña paralelamente, porque funciona como un discurso propio, como una amalgama de timbres y voces, donde pesan más los sonidos no determinados. Toda la puesta está concebida para atrapar al espectador en sus diversos sentidos: desde los olores de los cuerpos de los actores que trabajan a centímetros de los espectadores.
Con el pasar de las funciones ¿…? ¿Qué será? fue incorporando otras obras como propias, y en sus últimas presentaciones Gonzalo Véliz desarrolló una acción en exterior de la sala y Astrid Minetti realizó una videoinstalación, a modo de preámbulo. También se sumaron en el juego erótico las actrices Cynthia González, Sofía Diambra, Sandra Pérez Luna y Sandra Mora.
– Informe: Verónica Pérez Luna