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sábado, abril 20, 2024

Libres, gremialistas siguen huelga de hambre y denuncian vejaciones

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Encarcelados por 39 horas los gremialistas de ATAP Miguel Rojo, Sergio Ibarra y Eduardo Vargas recobraron la libertad y se reinstalaron en Plaza 9 de julio para continuar con la huelga de hambre. Denuncia penal contra Juan Manuel Urtubey.

Mientras Salta vivía una fiesta K, ellos sufrían un calvario que mantuvo en vilo a sus familiares y amigos.

Es que cuando la democracia es sólo una fachada y hay una visita ilustre un reclamo -por más legítimo que sea- se torna algo muy molesto.

Entonces la plaza ya no es del pueblo y las garantías constitucionales pueden caer y los derechos humanos pueden violarse con el simple recurso de alegar una presunta “contravención”.

Sergio Ibarra, Néstor Eduardo Vargas y Miguel Rojo habían iniciado una huelga de hambre en Plaza 9 de Julio en demanda de su reintegro a Rentas, del código de retención para el aporte gremial, y del pago de un plus que les fue retirado cuando se los cambió de lugar de trabajo. Se trata -denuncian- de acciones ilegales, persecutorias y discriminatorias.

En sus tratativas con el secretario de la Función Pública Matías Posadas habían logrado el compromiso de su reintegro a Rentas, pero como no se resolvieron los otros puntos decidieron continuar la huelga.

En el petitorio figura también la solicitud de que se dé cumplimiento integral a las resoluciones de la OIT. Miguel Rojo ganó en esa instancia internacional un conflicto que se iniciara cuando el ex gobernador Roberto Augusto Ulloa lo cesanteó violando la tutela sindical. Romero lo reincorporó al final de su mandato como agente del estado a instancias de la Nación que buscaba evitar una sanción por violar normas del derecho internacional. Pero Rojo no cobró aún el resarcimiento que le corresponde.

En la madrugada del sábado, a las 4, los huelguistas fueron arrestados por la policía de la provincia, en una acción en la que a Eduardo Vargas le reventaron el labio superior de una trompada.

El arresto lo ordenó -formalmente- el jefe de policía, Gerardo Omar González en su calidad de juez de faltas, quien invoca el artículo 77 inciso b de la Ley Nº 7135/01 del Código Contravencional. Aunque no estaban incomunicados hubo restricciones a familiares para tomar contacto con ellos en la Alcaidía. Fueron visitados por la letrada de la Red de Derechos Humanos Verónica Huber y tuvieron la asistencia del abogado John Grover Dorado el mismo que logró que Miguel Rojo obtuviera el respaldo en su lucha nada menos que de la Organización Internacional del Trabajo que falló a su favor. Salta 21 sólo pudo hablar con Rojo en la Alcaidía dos horas antes de la liberación de los sindicalistas, que ocurrió pasadas las 19.

El jefe de policía Gerardo Omar González intentó condicionar su libertad al pago de 150 pesos o el cumplimiento de 15 días de arresto, a lo cual se negaron enfáticamente los sindicalistas de la Asociación de Trabajadores de la Administración Pública.

La provincia que vos amás

El doctor Grover Dorado presentó un hábeas corpus y procedió a denunciar penalmente en representación de los gremialistas al jefe de policía Gerardo González por su detención y represión ilegal e inconstitucional.

A esa denuncia no la querían recibir en la policía y sólo lo hicieron cuando el presidente del colegio de abogados se presentó en la seccional 1a a exigir que se la reciba.

Cuando se les pidió que ratificaran o rectificaran la denuncia por abuso de autoridad los miembros de la directiva de ATAP no sólo la ratificaron sino que la extendieron al gobernador (a quien mencionan en el escrito como “Administrador”) Juan Manuel Urtubey.

En ATAP consideran que lo que pasó es “aberrante” e implica una violación de derechos humanos y de garantías constitucionales, como la libertad de expresión, el derecho a manifestar y a peticionar, la garantía de que en democracia no puede haber detenciones arbitrarias.

Aducen que no existía contravención alguna, pero que incluso si la hubiera el tiempo máximo de demora y restricción de la libertad no podía superar las cuatro horas.

Los gremialistas denunciaron también a Juan Manuel Urtubey puesto que ellos vieron que el mandatario pasó frente a la Catedral el sábado a las 2 de la mañana y los miró. De allí, de acuerdo a lo que pudieron averiguar, se habría dirigido directamente a la seccional primera para dar personalmente la orden de que los detengan y los repriman.

Vejámenes

Los gremialistas han decidido denunciar públicamente en conferencia de prensa toda la situación de ilegalidad y vulneración de derechos humanos y garantías constitucionales de la que fueron víctimas.

A ello se suma un relato espeluznante de lo que tuvieron que vivir en la Alcaidía. Allí fueron arrojados a una celda común llamada “la chancha” y debieron pernoctar en medio de la suciedad. Aunque ellos se negaron a comer porque seguían en huelga de hambre vieron cómo se les llevaba para que compartieran con otros presos un cuenco desde el que debían comer todos. Los otros presos desistieron de alimentarse apenas probaron bocado del masacote que mezclaba verduras con algunas carnes en una preparación de escasa calidad.

Los sindicalistas fueron agredidos, humillados, insultados y amenazados. “A vos te vamos a fabricar una causa por robo” le advirtieron a Miguel Rojo (54). Los golpeaban en los tobillos y les daban codazos. Tenían que andar con la cabeza gacha y no podían levantar la vista porque de lo contrario eran castigados físicamente.

Los hacían desnudar repetidas veces, tiraban su ropa en medio del piso sucio y la registraban una y otra vez, como buscando algo. Ya desnudos, les abrían las nalgas y les levantaban los testículos.

Traslado de urgencia al hospital

A Eduardo Vargas (52), que estaba medicado por hipertensión, le quitaron la medicación. Tuvo un pico de presión de 19 y fue trasladado de urgencia al hospital San Bernardo alrededor de las 22 horas del sábado. La medicación le fue restituída. La huelga de hambre lo afectó y recibió la recomendación de consumir Gatorade, un refresco tonificante que aporta potasio.

Los gremialistas cuentan que ellos le daban aliento a un hombre, que era también severamente maltratado, que estaba en la alcaidía porque había sido denunciado por su mujer. Al verlo tan mal, temieron que la situación de vejámenes que enfrentaba y que generaba en él un estado de ánimo muy sombrío lo llevara luego al suicidio.

Cuando Vargas logró hacerle entender al jefe del pelotón de apremios -habían formado un “túnel” por el que iban a pasar para ser apaleados- que no eran delincuentes comunes sino gremialistas que habían sido detenidos por una huelga de hambre, que ya habían denunciado penalmente al jefe de policía y que la prensa seguía de cerca su caso, la tortura cesó. Les trajeron colchones y les dieron mantas limpias.

Anoche, cuando Salta 21 acompañó a Vargas a un control médico primero en el hospital del Milagro y luego (porque allí había demasiada gente en espera de atención) al San Bernardo, una camioneta Isuzu con antena y patente desleída nos seguía en todos nuestros desplazamientos.

El cambio que vos querés

“Y pensar -reflexiona Vargas- que nosotros trabajamos a favor de Urtubey, porque pensamos que era la esperanza de un cambio. Pero es peor que Romero”

Justamente Juan Carlos Romero fue quien creó la Alcaidía y anunció que de ese modo se ponía fin a los apremios ilegales en las comisarías. Incluso logró que una integrante de la Corte Suprema de la Nación alabara en su diario El Tribuno a la Alcaidía como un avance para el respeto de los derechos humanos. Pero todo parece indicar que la situación dista mucho de acercarse a lo ideal.

El relato del maltrato recibido en la Alcaidía por los gremialistas de ATAP no es excepcional. Una descripción similar de lo que allí pasa ofrecieron a Salta 21 un artista detenido en medio de un divorcio conflictivo en el que fue denunciado por su ex esposa y un experto en programación y diseño en computadora que fue levantado en la zona del parque cuando bebía con un amigo una cerveza en la noche de un sábado.

Paradójico: celebramos el 25 de Mayo encarcelando a gremialistas que no cejan en su lucha contra la corrupción y violamos derechos humanos para que la fiesta de una presidenta que levanta la bandera de esos derechos sea perfecta.

Notas relacionadas:

https://www.salta21.com/spip.php?article776&var_mode=calcul Vargas, Rojo e Ibarra detenidos en forma violenta

https://www.salta21.com/spip.php?article775&var_mode=calcul Miguel Rojo vuelve a Rentas por órdenes de Urtubey

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