Fontevecchia denuncia desde Noticias y Perfil que el dinero de la publicidad oficial «disciplina» a la prensa. Pero en la Casa Rosada sienten que la Patria Mediática juega a favor de la Patria Sojera. Por eso inundaron Salta con los panfletos K
La propaganda K quedó tirada como una alfombra formada por miles de folletos de dos páginas de 20 por 10 cm a todo color a lo largo del Paseo Güemes.
Uno de esos panfletos anuncia: Qué hay detrás del lockout Patronal Agrario. Y explica: los patrones del campo que cortan las rutas, desabastecen y son cómplices del aumento de los precios, hoy tienen ganancias extraordinarias por:
1) los precios internacionales de granos.
2) La explotación de la mano de obra: el 70% de sus trabajadores están en negro y con salarios miserables.
Detrás del pedido de anular las retenciones hay una ambición económica desmedida (quieren ganar más aunque el pueblo pase necesidades), una ambición política que busca desgastar al gobierno para tener chances electorales con un «partido del campo».
La Sociedad Rural quiere manejar la economía como lo hizo en la dictadura para imponer un país agroexportador y la Federación Agraria, que dice representar a los pequeños y medianos productores se convirtió en su fuerza de choque para defender los intereses del núcleo sojero.
Dicen que defienden a las Provincias y que es necesario discutir una nueva Ley de Coparticipación pero nada dicen del esfuerzo que hace el gobierno y todos los argentinos para subsidiarles el gasoil que también usan en sus 4×4, mantener un dólar competitivo para sus exportaciones, mantener la infraestructura de los puertos, construir y mantener las rutas que que puedan trasladar sus granos y hacienda y resolver el 80% de sus hipotecas de los campos a través de los bancos públicos.
Las soja brinda ganancias extraordinarias porque se exporta el 90 por ciento de la producción a valor dólar y euro y crece sin requerir demasiados cuidados.
Lo que no dicen es que:
– Deforestan grandes extensiones de bosques para sembrar soja.
– Varios años de cultivo de soja convierten las tierras en desérticas.
– La fumigación de los cutivos de soja es una de las más tóxicas.
– Venden la producción en negro y a menor precio a los grandes exportadores que hacen los negocios internacionales.
– Alquilan sus campos a los pooles de siembra y ellos viven de rentas.
– En la zona sojera en 2001 una hectárea costaba 2.000 dólares. Hoy cuesta 14.000 dólares. O sea que un pequeño productor de la Pampa húmeda que tiene 100 hectáreas tiene un capital cercano al millón y medio de dólares.
– Los pequeños productores y los productores famliares no son representados por ninguna de las cuatro entidades y no están de acuerdo con el lockout y el paro patronal del campo.
Seamos Claros, la Argentina somos todos
Bajo esta apelación y aclaración se califica como «irresponsable» al lockout dispuesto por los dirigentes del campo y se los acusa de provocar incrementos en la canasta familiar que impacta sobre los sectores populares.
Las políticas del gobierno buscan que los argentinos tengan acceso a los alimentos que la Argentina produce. «No puede haber diálogo bajo constantes amenazas» advierte el panfleto K y señala que «el campo» no es solidario porque se opone a una distribuicón más equitativa del excedente de a renta».
«Los que hoy promueven los «piquetes de la abundancia» son los que más ganaron en los últimos 5 años», denuncia el folleto y cita al economista de la UBA Jorge Schvarzer:
«En este paro, quien tiene 300 hectáreas con soja y saca 40 mil pesos por mes le cortó la ruta a un camiionero que gana 3 mil pesos mensuales. No es un muerto de hambre el que cortó la ruta».
Las retenciones son un impuesto a las exportaciones que capta una renta extraordinaria y no es lo mismo que los aportes sobre salarios o el impuesto a las ganancias. Lo que se recauda con las retenciones se distribuye social y geográficamente cuando se construyen caminos, se canalizan ríos, se modernizan puertos, se construyen centrales de energía. Por eso no es lo mismo que si el gobierno «viene y me saca el 40% de mis sueldo»
Las retenciones desacoplan el mercado interno de las variaciones de precios internacionales y apuntan a preservar el poder de compra de los ingresos de la población.
Las retenciones pueden estimular o desalentar determinados cultivos a través de distintos porcentajes y de este modo se puede diversificar la producción y combatir el monocultivo.
Las retenciones son un instrumento legítimo para resguardar el mercado interno de la volatilidad de los mercados internacionales y de efectos tales como inflación y escasez de ciertos productos.
Quienes más se benefician con la baja de retenciones no son los chacareros y pequeños productores: son los terratenientes. La concentración de la tierra lleva a la concentración de la renta.
Del total de las explotaciones agropecuarias de Argentina el 9,8 tienen más de 1.000 hectáreas y concentran el 78% de la superficie agropecuaria. El resto -el 90,2%- tiene una superficie menor a las 1.000 hectáreas.
Cada hectárea que se siembra con soja es una hectárea menos que hay para dedicarla a otros cultivos, ganadería o lechería. El monocultivo de soja deteriora la tierra y destruye empleo rural.
El sector agropecuario es parte importante de la economía pero no la fundamental. El PBI de Argentina en el 2007 fue de $ 359.189 millones y el sector agropecuario aportó $ 19.030 millones de pesos: Esto representa el 5,3% de la economía nacional
Se dice que el campo ya paga un montón de impuestos y que las retenciones afectan la rentabilidad, o sea sus ganancias. Pero ¿cuánto paga de Impuesto a las Ganancias el «campo» en relación a su importancia económica? En 2007 del total del Impuesto a las Ganancias el sector agropecuario aportó 1.170 millones de pesos: el 4%, en cambio la industria pagó 9 mil millones, que representa el 35%.
En cuanto al valor agregado el sector agropecario representa el 5,3% del PBI Argentino, y la Industria el 18,6%. El valor agregado de un sector es la suma del pago de salarios más las ganancias del empresario.
Según datos de la AFIP el agro emplea menos gente y les paga menos en promedio que la industria…Entonces la ganancia del empresario es mucho mayor en el campo que en la industria.
Esto significa, entre otras cosas, que el «campo» evade mucho más.