El encuentro oficialista se realizó en el Hotel del Dique, propiedad del empresario de la comunicación Mario Ernesto Peña, ubicado a orillas del dique Cabra Corral, días antes de Navidad. En la oportunidad pidió a los funcionarios aplicar las enseñanzas de la madre Teresa de Calcuta.
¿Qué hay detrás de las palabras del gobernador cuya Justicia fue cuestionada por el fallo en contra del aborto para una menor que quedó embarazada como producto de las violaciones del padrastro?
La religiosa beata y Nobel de la Paz conocida mundialmente como Madre Teresa de Calcuta es un ícono católico del siglo XX, quien pasó a la historia por su labor social al cuidado de pobres, enfermos y huérfanos al tiempo que fue creadora de hospicios y de cientos de misiones esparcidas por el globo. Lo bueno que hizo a veces oculta su pensamiento dogmático sobre el sufrimiento, las campañas antiabortistas, la negación del control de natalidad, la oposición al divorcio, el rechazo al uso de anticonceptivos y a la inseminación artificial, y el mensaje a los pobres sobre el consuelo y el conformismo. Fue una gran activista de la Iglesia. La Madre realizó campañas públicas contra el aborto, dijo que no entregaría en adopción bebés cuyas parejas usaran anticonceptivos, cuando veía sufrir y retorcerse de dolor a alguien le decía que estaba sufriendo como Cristo en la Cruz, etc. y ello sin contar que le parecía bien no pagar sus cuentas, perdonar a una multinacional que causó 2.500 muertes por envenenamiento, usar aviones presidenciales, ser un instrumento político alabando gobiernos, etc.
Así se trazan los lineamientos de la gestión de Urtubey: “Construyamos un cambio profundo, pero profundo en serio en nuestra sociedad”– dijo- quien pidió a los funcionarios aplicar las enseñanzas de la madre Teresa de Calcuta. “Nos enseña permanentemente que debemos apelar a la revolución del amor en acción, que es hacer hasta las cosas ordinarias con un amor extraordinario”. (Frase de la santa sobre el servicio: “El amor no puede permanecer en sí mismo. No tiene sentido. El amor tiene que ponerse en acción. Esa actividad nos llevará al servicio”.)
“No me canso de decir que tenemos que dar hasta que duela, porque no hay expresión más sublime de amor y eso quiero de cada uno de ustedes, eso es lo que el pueblo de Salta espera de nosotros”, continuó el mandatario. (La Madre Teresa dijo: “Ama hasta que te duela. Si te duele es buena señal”.)
“Estoy planteando que debemos lograr una revolución en paz, con profundo amor humano, que busque poner al hombre, al más humilde, en el centro de las acciones creativas. Los designé, no para que trabajen para mí, sino para que trabajen para el pueblo de Salta”, indicó. (Teresa dijo: “Cuando nos ocupamos del enfermo y del necesitado, estamos tocando el cuerpo sufriente de Cristo y este contacto se torna heroico; nos olvidamos de la repugnancia y de las tendencias naturales que hay en todos nosotros”.)
Un gobernador que habla a sus funcionarios parafraseando textos religiosos, que apela a trabajar por el pueblo de Salta como si estos fueran monjes tibetanos que obran por caridad y no bajo abultados sueldos, ¿a quién quiere engañar? ¿Qué hay detrás de estos discursos de monasterio? ¿Por qué tapó oficialmente que la reunión de “trabajo” se dio cita en lo de Peña, opulento y costoso Hotel de lujo del millonario que cobra fortunas del estado?
Ambiguo mensaje de Urtubey al gabinete – también cuestionado- citando un personaje mítico que representa la derecha católica y más ambiguo aún, el lugar que eligió para concretarlo. Con esa misma fuente le podríamos decir al gobernador: “No se puede servir a dos señores”…
Cuando señala lo del cambio “profundo en serio” ya viene el alerta de que no puede ser serio un discurso de catecismo en un momento político relevante, en donde a falta de ideas políticas propias, se citan las enseñanzas religiosas de una monja.