Salta, 25 de septiembre.- Para volver al pasado no hacen falta máquinas del tiempo como en los libros de ciencia ficción, basta con poner sobre la mesa asuntos no resueltos, miserias no superadas y ya estaremos cuarenta años atrás.
En el día de ayer como habíamos anunciado se cometió el delito de apología al genocidio de estado disfrazado de presentación del libro “Mentirás tus muertos” del cobarde y rastrero ex militar José D’Angelo en el que osa poner en cuestionamiento a los 30.000 compañeros Detenidos-Desaparecidos durante la última dictadura.
Dicha actividad estuvo fomentada por el nefasto Centro de Estudios de Salta que tras haber recibido el revés de no poder realizar la actividad en COPAIPA, (valga el reconocimiento a esta actitud de la Fundación) consiguieron lugar en el 7º piso del Hotel Presidente para acometer el mencionado crimen. Por supuesto que la respuesta de los Organismos de Derechos Humanos y de las fuerza populares con clara conciencia de lo peligroso del asunto no se hizo esperar y se organizó un escrache en las puertas del hotel con la intención principal de no permitir la consumación de la pantomima de los apologistas del terror.
Como era de esperarse estos muchachos fueron protegidos por la policía de la provincia que se apostó tanto en el ingreso de hotel como en la misma puerta del saloncito (porque tampoco eran tantos) donde pretendían masturbarse la manga de miserables que al pasar por el Tendedero de la Memoria que se le impuso balbuceaban todo tipo de insultos al estilo de “¿Por qué no los matamos a todos en el 76’?”
Llegada la hora del inicio de la presentación se acercaron al salón una delegación de manifestantes para plantear el repudio y exigirle a la policía que, ya que estaba ahí, intervenga para evitar la consumación de este hecho de apología del delito. Fueron salvajemente insultados por los asistentes, por las viejas oligarcas, las esposas de los asesinos, violadores y ladrones de bebés, y obviamente también por la policía.
Uno de los manifestantes fue rociado con algún gas nocivo en el rostro mientras que otros recibieron golpes y rasguños. Ante esta situación la delegación decide retirarse del salón no sin antes dejar bien sentado que los que antes eran silenciados hoy no se callan y que no hay otro lugar en esta sociedad para los genocidas que no sea la cárcel, común perpetua y efectiva. Cuando se encontraban nuevamente en la vereda del hotel se detecta en uno de los grupos de militantes que les faltaba uno, inmediatamente se comienza a buscarlo y a tratar de dar con su ubicación, tras de más o menos media hora de incertidumbre una de las compañeras se acerca con un pañuelo perteneciente al militante buscado e informando que lo tenían retenido en el 7º piso con el rostro totalmente ensangrentado, ante esta situación a la policía no le queda otra que admitir la detención ilegal y liberarlo de inmediato. Ese herido es “Charly” Antar de la agrupación El Aguante, que en la escaramuza fue retenido y golpeado por policías de civil que se encontraban desperdigados por todo el hotel y sus alrededores. Tras recuperarlo se pide asistencia médica y posteriormente se realizó la denuncia en la seccional 1ra de la policía de Salta.
A todo esto el escrache se ponía cada vez más firme, con más gente, con más euforia y en la misma proporción con creciente presencia policial, visibles entre uniformados y civiles alrededor de 50 efectivos de la lumpempolicía salteña, una fuerza que defiende, siempre, los intereses de los poderosos en este caso de los apologistas del genocidio.
A eso de las 22 hs. terminada la pantomima de la presentación del panfleto pro dictadura comienza a desconcentrarse el público asistente al que se le recordaba en la puerta del hotel que el fascismo no pasará y que son responsables de los peores delitos que en nuestro país se han cometido y que se siguen cometiendo porque mientras haya un desaparecido sin encontrar el delito se comete día a día. Reacciones diversas desde el ostracismo, la bronca deformandoles el rostro, puteadas por lo bajo como diciendo “zurdos de mierda, como no los matamos a todos”, y otros miserables que intentaban una suerte de burla y sonrisa sarcástica. No faltaron los que intentaron agredir a los manifestantes y ante su respuesta fueron eficazmente protegidos por la policía, que para eso estaba. La nota más miserable de la noche la dio el pseudo escritor D’Angelo que salió al grito de “Viva la patria” provocando la bronca y una retahíla de verdades disparadas por los militantes que en su voz gritaban la bronca de los 30.000 desaparecidos.
También algunos fachos se fueron con un baño de noble líquido mucoso y uno que otro huevazo, nimiedades si reflexionamos que viven cómodamente en sus grandes casas construidas con la sangre de nuestros compañeros detenidos-desaparecidos, amasan grandes fortunas fruto del saqueo del país y gozan de todas las garantías de la justicia a la hora de ser enjuiciados.
Hay capítulos de nuestra historia que todavía no están cerrados, vamos afilando todos los lápices que nos sean posibles para escribirnos el mejor final porque si no ya sabemos cómo esto puede terminar.
– Por Gonzalo Ramos
– Fuente: www.elrevesdelatrama.com
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