Reinas en un marco de sueños, podría definirse el espectáculo del ballet. Aplausos para el Elfo y los de pas de quatre. Teatralmente armónico, técnicamente hermoso. Un ambiente estético. El vestuario discreto y atinado. Coreografías buenas, un sonido ajustado. Acompañamiento sinfónico de buen tino. Todo en un dos por uno.
Se anunció el estreno para el 1 de abril, se presentó anoche y regresa esta noche a las 21, 30 y mañana a las 19 hs.:
“Raymonda” (1º Acto) de Alexander Glazunov y “Sueño de una noche de verano” de Félix Mendelssohn – Oscar Araiz. Con el Ballet de la Provincia, la Orquesta Sinfónica de Salta y el Coro de Niños y Jóvenes Ars Nova. Dirigen: Maestros Leandro Regueiro, Luis Gorelik y Beatriz Fernández de Briones. Lugar: Teatro Provincial de Salta, Zuviría 70.
Anoche, a sala llena y con precios distintos (25, 15, 5 y 3 pesos), se presentó el Ballet de la provincia y la Orquesta Sinfónica de Salta.
De todo lo que se ha mostrado, destaco a los bailarines Noelia Díaz, Romina Barbieri, Melisa D`Amato, Alejandro Torres Concha, Fabricio Olivieri y Ludmila Galaverna; en la asistencia de “Sueño… a Jorge Aragón, María Victoria Arias, Adolfo García, Daniela Canda (maquillaje), Renata Schussheim (vestuario) y Oscar Araiz (coreografía).
La parte más creativa y la que le dio swing al Ballet fue la de El reino de la noche, en “Sueño de una noche de verano”.
Los trajes y la coreografía brillaron. La recreación del reino fue alucinante. Puck se llevó puesto al ballet. Lisandro, Demetrio, Hermia y Helena en la piel de los bailarines que interpretaron estos personajes merecen muchos aplausos. El público se los regaló, en conjunto, en forma sostenida.
Raymonda fue escrito en 1898 por el músico ruso Alexander Glazunov, con coreografía original de Marius Petipa y A. Gorsky.
La obra se estrenó en San Petersburgo el mismo año de su creación, y fue puesta en escena por el Bolshoi en Moscú en 1900.
Raymonda se remonta a la Edad Media y a sus luchas por el ideal cristiano contra las fuerzas del Islam. La historia de Raymonda es la historia de una mujer pretendida y amada por dos hombres de distintas civilizaciones. Raymonda fue el primer ballet coreografiado por Rudolph Nureyev en el Palais Garnier cuando él fue nombrado director de danza de la Ópera de París.
La versión que se presenta pertenece a M. Petisa y fue revisada por C. Sergeyev y N. Dudinskaya.
El Sueño de una noche de verano es una comedia escrita por William Shakespeare alrededor de 1595. Está considerada como uno de los grandes clásicos de la literatura teatral mundial. Félix Mendelssohn escribió una obertura y otras piezas musicales inspirado en este clásico que se utilizaron como acompañamiento músical de la obra a lo largo del siglo XIX. La obra ha sido recreada, adaptada y llevada a escena en diversos formatos.
En el programa de mano dice: esta versión ha sido creada para el ballet del Teatro Colón en Bs. As. en 1979. Fue realizada por el ballet de Ginebra, el ballet del Teatro Argentino de La Plata y el ballet del SODRE.
Los principales temas de esta obra- que figura en páginas web– son los sueños y la realidad, el amor y la magia. Esta comedia relata la historia de dos parejas de enamorados que sufren y disfrutan por causa de su amor y de las argucias de sus enamorados. El trasfondo común se encuentra en las celebraciones de la boda entre el duque Teseo y la reina de las amazonas Hipólita, anteriormente enemigos en batalla, amantes a punto de casarse al comenzar la obra. Personajes mitológicos como el rey y la reina de las hadas, Oberón y Titania, o el duende Puck (Robin) entremezclan sus propios destinos y el de dos parejas de enamorados: Hermia y Lisandro, Demetrio y Helena. Al final los pesares y sufrimientos del amor se resuelven quedando tan sólo como el recuerdo del sueño de una noche de verano.
En esta versión prevalecen dos mundos opuestos en el que se disipa la razón como línea divisoria del sueño.
Mucho blanco que representa lo terrenal, se armoniza entre el vestuario y los movimientos. Los personajes oscuros de Titania y Oberón, lucen exóticos vestidos. El cortejo de duendes inunda la noche y Punk brilla entre estos personajes como quien detenta la presunción de un futuro utópico.
El dueño del elixir mágico también hace preso de su hechizo al público, con un magistral encantamiento.
Muchos comentaron que en esta segunda noche, mejoró mucho más el espectáculo, que en el estreno tuvo algunos altibajos.
Final con aplausos también para el maestro de la Orquesta. El coro de voces ARS Nova hizo lo propio, además de las sopranos solistas (Valeria Albarracín y Myriam Molina) y sumaron a este buen espectáculo, de madera salteña. Uno de los pocos que corren la suerte de ser auspiciados por el gobierno de la provincia.
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– La redacción
