“Nunca dejen de soñar”… El Ratón Pérez vive en Casa de la Cultura

Un diente guarda un hechizo. Un jovencito quiere conocer al Ratón Pérez, pero… ¿cómo hallarlo? Todo niño puede transformarse en alguien mejor… y quizá hasta el más malo de los personajes malvados tenga un corazón bueno porque a lo mejor, algo le pasó de niño. Una historia encantadora protagonizada por José García Alcázar y muy bien llevada teatralmente de la mano de Luciana Gómez Teruel bajo la producción de Guillermo Clasadonte. Imperdible en estas vacaciones de invierno desde las 16:30 en la Sala Juan Carlos Dávalos.

«No quiero para nada una persona mayor. Una persona mayor no me haría caso; no querría aprender. Intentaría hacer las cosas a su manera y no a la mía. De modo que necesito un niño.» Roald Dahl, Charlie y la fábrica de chocolate

El espectáculo infantil inicia con una animación dulcificada de Lunita, amiga de Milo, un changuito felizmente interpretado por Mauricio Guzmán, quien aspira a conocer a uno de sus personajes favoritos: el Ratón Pérez. La escena es luminosa, invita a soñar con un mundo maravilloso y a conocer a seres amigables como Eva, niña encarnada por la simpática Macarena Reale Portelli, quien realiza un buen trabajo escénico.

Pero en toda gran historia hay un oponente: nace aquí la figura de Babadoo, el siniestro hombrecillo al que le faltó creer y dejó de soñar, entonces desea destruir a los personajes de los cuentos y principalmente, al Ratón más legendario. Nicolás Obregón despliega su personaje malvado desde el mimo-clown, con gran destreza corporal, un actor con experiencia y notables técnicas. Obregón en la piel de Babadoo conquista por su talento y no deja de sorprender siempre que se lo ve trabajando sobre un escenario.

Babadoo tiene dos secuaces, son raros seres de colores fuertes, medio turulecas, interpretados graciosamente por Guzmán y Portelli.

Babadoo y Secuaz/Foto Mario Bignon

José García Alcázar es un artista bastante especial: canta muy bien y el público lo adora, es querible. Al menos como el Señor Pérez, un Ratón enormote. Lo que tiene García es que fluye intensamente en el escenario, transmite química.

Pérez tiene un plan para detener al vil Babadoo y comparte la idea con sus amigos Milo y Eva. Todo sea por conservar los cuentos maravillosos y salvar a los niños de una infancia sin personajes encantados.

Cuestión que la obra es a prueba de bebés. Les encanta. Los niños se fascinan. Y los adultos observan con carita de caramelo dulce sabor a chocolate. Las canciones son hermosas y propagan pensamientos positivos a los pequeños y a los grandes, anotación para Ezequiel Procopio, el autor: creer, ser buena gente, nunca dejar de soñar porque “Tu hermosa bondad” (tema musical) es un punto fundamental; ser como se es y además, el texto espectacular invita a adentrarse en el mundo de los cuentos infantiles para conocer más personajes como estos.

En estas vacaciones de julio, podrás conocer al Ratón Pérez en una Casa preparada para disfrutar todas las tardes de variadas propuestas escénicas como la que aquí te recomiendo: “El Ratón Pérez en busca del diente perdido”. Verás qué bonito es volver a ser niño si podés creer en la magia…

Ratón Pérez, Milo y Eva/Foto Mario Bignon

– Ficha técnica:

Obra: “El Ratón Pérez en busca del diente perdido”

Autor: Ezequiel Procopio.

Grupo: La Auténtica.

Producción General: Guillermo Clasadonte.

Guión y Letras: Ezequiel Procopio.

Música: José García Alcázar y Adrián López.

Dirección: Luciana Gómez Teruel.

Actores: José García Alcázar; Mauricio Guzmán Saiz; Nicolás Obregón; Macarena Reale Portelli.

Proyecciones y Gráfica: Juan Giménez.

Vestuario y Maquillaje: Yanina Décima Fasola.

Asistente de Escenario: Pablo López.

– Foto de portada tomada por Salta 21.