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viernes, abril 26, 2024

Oportunistas, zánganos y vampiros en el teatro de Salta

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Después de muchos años de trabajar en Teatro en Tucumán, desembarqué en mi provincia de Salta y más propiamente en la ciudad de Salta, con la ilusión de vivir en mi tierra lo que tanto me emocionó y marcó mi vida como actriz, gracias al público y mis compañeros teatristas de Tucumán.

Lamentablemente caí en una terrible decepción, y muy a pesar mío, me bastó integrarme al ambiente de teatro para comprender que se llaman teatristas, muchos que sólo se dedican a degradar, ensuciar, corromper el teatro.

Desde hace décadas el país (y por qué no, el mundo) adolesce de un vertiginoso exterminio de valores. Yo solía fanfarronear entre mis colegas de mi otra profesión (soy escribana) porque “eso entre los artistas ocurre, pero es la excepción”.

Me equivoqué. O quizás hablaba con razón pero de una realidad muy distinta a la salteña, por el recuerdo de otros compañeros artistas, de otra tierra, y tal vez de otra época.

Creo que la pasión por el poder, por el dinero, por la posición social que dan “el dinero y el poder”, valga la redundancia, terminó por consumir la pasión por el teatro entre los teatristas salteños.

La mayoría cayó en una pérdida de valores y sin la mínima ética, con ilegalidades, boicoteando el talento, la buena fe de los verdaderos artistas, comenzaron a pelear, y a suscitar las más descarnadas peleas por un cargo, por un premio, o un subsidio, a costa de la dignidad como artistas, la cratividad, la honestidad y el respeto por los derechos humanos, a costa del respeto por el público, por el arte, por los artistas (los de verdad, no los truchos) a costa del teatro mismo y en fin, lo que es peor, a costa de la mismísima dignidad humana.

No faltaron entonces los oportunistas, zánganos, vampiros, que vieron en esa casa en caos (es decir el teatro)la oportunidad de ingerir la poca o mucha sangre que queda, porque si para algo son inteligantes, es para chupar cada gota de sangre que derramamos los actores en nuestras peleas, pero también en nuestras nobles luchas.-

Esos vampiros no dejan que caiga una sola gota a tierra, se dan cuenta que es un desperdicio, que la sangre del actor, es la sangre del teatro, por eso no les basta con algunas gotas, lo quieren todo.

Y como los verdaderos artistas sólo saben crear y no están hechos para vender lo que crean, los zánganos sacaron partido de esas peleas y falta de valores para llenar sus bolsillos, y ascender en los cargos de poder en la cultura.- Ocuparon los lugares que nosotros mismos dejamos que ocuparan, permanecen en ellos porque nosotros mismos lo permitimos, porque nadie se atreve a denunciar, nadie se atreve a gritar una ilegalidad, o la mugre de tal o cual gestión, nadie quiere perder el favor de esos oportunistas que desde los puestos de poder deciden, desnaturalizan, destruyen nuestro destino, el de los artistas.-

Entonces los actores se callan y agachan la cabeza ante las evidencias tan evidentes, porque no todos tienen otra profesión o trabajo, y casi todos necesitan los magros $250= que el I.N.T. pueda tirarles con una girita al interior, de migaja. Y digo migaja porque existe entre los funcionarios y agentes públicos de cultura (muchos de ellos ex artistas, porque dejaron de serlo al ponerse la camiseta de los zánganos) esa degradante idea de que encima el actor tiene que agradecerles (a ellos, no al pueblo argentino, porque es el dinero del pueblo) si se le concede una girita.

Compañeros actores: No hay nada que agradecer a los funcionarios, agentes o empleados públicos! Es su deber trabajar para nosotros y es nuestro derecho exigir un dinero que es NUESTRO!

Pero todo derecho implica también un deber y nuestro deber es impedir que quienes no lo merezcan, ocupen cargos o puestos para lo que no son idóneos.

HAY QUE DENUNCIAR! Dejémonos de chismografía barata, dejémonos de parloteos poco serios, démosle dignidad a nuestra profesión, la que siempre tuvo y no supimos cuidar, la limpiemos de toda esa mugre que tanto criticamos, pero educando con el ejemplo.- Si de verdad se sospecha que esa señora no es idónea, investiguemos, pidamos explicaciones y en definitvas con las pruebas en las manos: denunciemos.-

Pero criticar (y siempre en democracia las críticas son necesarias, hasta las malas) sin proponer la solución, criticar sin hacer nada para cambiar o revolucionar lo que no nos gusta, no sirve para nada.

No sé como están estructuradas las reglas en el I.N.T., pero si para ser jurado de teatro basta tener certificaditos o títulos, jurado podría ser cualquiera, hasta mi madre que es maestra y profesora de literatura, aunque solo sepa de teatro que su nena lo hace hace 23 años, y para ella su nena lo hace bárbaro, aunque a su currículum podría agregársele tres años a cargo de un taller teatral, y ser la primera maestra de esta actriz cuyo trabajo para muchos es por lo menos, digno.

¡La propongo! Ella podría ser jurado, ¡seguramente por su título sabe de teatro más que yo que estoy en esto hace décadas! Propongo a mi madre como jurado! En una de esas, le damos una manito para que aumente un poco sus magros ingresos, digo, si ayudamos a tantos parásitos por ser amigos “de”, hijos “de”, conocidos “de”, por qué no ayudar a mi mamá, si es mi mamá, y en el teatro salteño vaya si tiré mi preciosa sangre!, y vaya si hubo zánganos que se la chuparon! Porque algunos dicen que mi sangre no alimenta pero todos se la quieren tragar!… Les parece que este tipo de discursos o de luchas es digno de gente culta?

Yo también tengo ganas muchas veces de mandar a los corruptos donde deberían estar: al excusado.

Pero no es el modo usar sus mismos medios y sus mismos discursos, no es de artistas ponerse a la altura de la mediocridad arribista.

¡Seamos adultos señores!… ¡Seamos profesionales! Si de verdad no nos gusta alguien en el jurado de la fiesta de teatro, lo impugnemos, lo cuestionemos, pero cuando sea oportuno hacerlo, no después de que ya está en sus funciones, pues de ese modo descalificamos a nuestros compañeros seleccionados, y hacemos pagar a los nuestros por la culpa de los zánganos.

Si hay un zángano chupando sangre, pongamos insecticida y solucionemos el problema, en vez de sólo espantarlo porque así dejará de succionarnos pero seguirá haciéndolo dentro de un rato o lo hará con otro.- Y si sos un zángano y por ello te creés muy inteligente, porque no te vas a hacer de las tuyas donde haya verdadera mugre y no en una casa infectada, por la podredumbre que vos mismo transportás, pero en donde todavía quedan muchos que aun no sufrieron contagio, con suficiente sangre! vacunada! … y con fuerzas para exterminarte!

Por un teatro con artistas más dignos. Por un teatro con artistas y no con pseudoteatristas. Por un teatro, señores, de verdad. Basta de peleas y aprendamos a luchar. Y sobre todo emprendamos la urgente lucha por curarlo de las infecciones y los infectados.
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Nena Córdoba. Actriz

Leer la nota que dio pie a la respuesta de la actriz Nena Córdoba: Dudosa idoneidad de un jurado en la Fiesta de Teatro

www.salta21.com/spip.php?article261

– Nota: Salta 21 publica el artículo de la profesional Nena Córdoba. Entiende además, que se trata de una actriz que goza de la categoría de ser “una de las mejores” (si no la mejor) en Salta. Pertenece al G.I.T. y tiene una trayectoria incuestionable como artista, digna de elogio y reconocimiento.

– Foto 2: Nena Córdoba en su papel como Medea.

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