Se trata de un implante terapéutico que libera de forma controlada los fármacos utilizados por pacientes que padecen enfermedades oncológicas.
Desde la Universidad Nacional de la Plata (UNLP) en conjunto con CONICET, desarrollan esta terapia alternativa que garantiza una mejor calidad de vida en el post operatorio porque no posee efectos secundarios.
Pérdida de cabello, deterioro de la capacidad cognitiva y de la motricidad son algunas de las consecuencias de la elevada toxicidad que contienen los medicamentos utilizados en los tratamientos contra el cáncer. Hoy, investigadores de la UNLP-CONICET desarrollaron “parches” de celulosa microbiana que liberan controladamente la medicación prolongando la vida de los pacientes.
El doctor en Ciencias Químicas e investigador principal de CONICET, Guillermo Castro, asegura que la ventaja de este sistema de acción local es que “se activa exclusivamente en el caso de la presencia de células tumorales”, por lo que resulta menos dañino para el organismo que las drogas recetadas durante el post operatorio, que pueden causar otras patologías.
“Al comenzar la investigación, desarrollamos estas partículas híbridas compuestas por una sal inorgánica, un biopolímero y la droga principal, para una administración local”, explica el especialista, y agrega que la propuesta surgió como una opción alternativa frente a los medicamentos tradicionales, los cuales “si bien están aprobados por las normativas correspondientes, en muchos casos presentan serias dificultades en su administración debido a su elevado nivel de toxicidad”.
El objetivo central de un sistema con estas características innovadoras es liberar el principio activo sólo en el órgano afectado mediante una “terapia inteligente”, y mantener la concentración de este fármaco dentro del parche hasta que se registre una actividad celular potencialmente dañina para el organismo.
Medicina revolucionaria
Una vez extraído el tumor mediante cirugía, los médicos podrán insertar el parche en función de las características que posea el mismo, y así darle la oportunidad al paciente de llevar una vida normal. “Se puede utilizar durante al menos un año y debido a que la concentración del agente citóxico es muy baja y de acción local, la persona podrá continuar con su vida sin ningún tipo de contratiempos y sin la necesidad de realizar una medicación diaria”, detalla el investigador en diálogo con la Agencia CTyS.
En general, durante el post operatorio de la extracción de un tumor, quien padece de esta enfermedad debe ingerir diariamente citoestáticos por vía oral durante un período de 3 a 5 años y hacerse controles periódicos. Sin embargo, al no tener efectos secundarios, “el parche permite que el paciente pueda ser evaluado con exámenes comunes de rutina”, alivianando el tratamiento y reduciendo su complejidad, explica Castro.
El equipo de investigación, dirigido por Castro y conformado por el Licenciado Maximiliano Cacicedo y la Doctora Valeria Bosio, ha desarrollado estudios en cultivos celulares y, según el doctor en Ciencias Químicas, «dieron resultados positivos”. Pero aún falta la etapa de la experimentación in vivo, es decir, con animales de laboratorio.
Esto dependerá del interés de las empresas en desarrollar el producto, el cual ya se está patentando a través del CONICET y la UNLP, y podrá ser utilizado en el tratamiento de tumores sólidos a través de terapias personalizadas, lo que representa una nueva tendencia de la medicina en el país.
– Por Agustina Fuertes (Agencia CTyS)