Poemario
Algunas veces me encuentro mirándome las manos,
Mirándome en ese cántaro lleno de lágrimas,
Me veo temblando en ese mar,
En ese brocal desnudo donde caen ciegos
Mis mundos llenos de ganas de verte,
Entonces rompo esa ostra herida
Para sostener mi cuerpo ante el abismo.
A veces uno se parece a una pelusa
que navega en el espacio,
se parece a los andenes vacíos
donde se poemisaba Ramón,
a veces uno se parece a esa palabra
que siempre estuvo por nacer
pero que no tuvo los ovarios para parirse,
porque te siento desde la primera luz del horizonte,
porque decir te quiero es decir muero de hambre,
porque para pensar en vos me basta la razón de tu boca.
A veces uno se parece a su ciudad
a sus esquinas vacías,
a sus calles repletas de hojas muertas
A sus farolas que esperan la oscuridad para existir.
Porque a veces decir te amo es decir caramelos,
es mirarte con los ojitos de cachorro.
A veces uno se parece a un poema
y vuelve a esa forma clásica
De decir te quiero.
Néstor Martín Arenas
Y había que entregar el lomo,
Había que dejarlo servido a la caída
de los azotes.
Había que entregar las ansias,
Había que bajar la cabeza y caminar
como lamiendo el suelo,
Había que irse con las costillas al aire,
Había que llorar para adentro
para no sentirse más miserable.
Había que taparse la boca con la camisa
y gritar adentro de los hilos
que ya habían tejido la desgracia,
Había que hacer todo eso para que la bestia
ya no huela mi osamenta viva.
Había que dejarse caer encima como si uno
fuese un pedazo de estiércol! Pero no,
solo basta un no como reacción, no
como respuesta.
Un No como reacción me salió de la garganta
y se puso delante para darme tiempo
y me erguí, me saqué la miseria
y empecé a respirar y a llenar
mi cuerpo con libertad.
Con tanta libertad
que volví a soñar.
Néstor Martín Arenas
01/07/2020