Se sabe de la cercanía de un año político-electoral en la Argentina. Las distintas
provincias, incluida Salta, observan perplejas y porqué no desorientadas cómo oscila el todavía no definido tablero político que eyectará candidatos presidenciables posibles y potables para el año 2011.
Están allí, notables, históricos e impresentables de siempre, como al acecho en las gateras de algún sello de goma o pseudo partido político que les dé cobertura y pantalla. Resulta paradójica esta tensa espera en corrillos parlamentarios, políticos y judiciales. Es como si aguardarán alguna defección o luctuosa situación que imposibilite la acción y reacción de ese Gran Elector, les guste o no, llamado Néstor Kirchner, a la sazón Ex Presidente de la Nación y Precandidato fijo al 2011, Diputado Nacional y Secretario General de la UNASUR.
Muchos sectores díscolos y de lo peor de la ultraderecha más rancia y fascista de la Argentina, llámense Corte de Justicia de la Nación, un Periodismo de Elite perteneciente a los grandes medios concentrados que perviven todavía, agitan y mantienen en la Opinión Pública del Sur del País, la supuesta endeblez y precariedad del GobierNo Nacional que a su juicio, sólo conduce, maneja y decide una sola persona: El consorte de C.F.K.
Hasta vaticinan en cuanto foro le presta oídos, esa añeja y despreciable prédica gorila de hace medio siglo cuando celebraban el Cáncer. Eso los lleva a concluir sobre una presunta, inevitable y súbita viudez de la Presidente de la Nación.
Por supuesto, de cumplirse esos oscuros anhelos dirán a voz en cuello, que ellos advertieron del esperado suceso y están dispuestos a asumir la magna responsabilidad de conducir el País desde la primera magistratura nacional.
Entiendo que KIRCHNER está jugando a fondo la posibilidad de repetir un según
do mandato. Lo que no hará jamás estimo, es rifar su candidatura a los perros de la Política del Gran Conurbano y alrededores. Qué si hay otros presidenciables capaces y honestos en su reemplazo? Si los hay, claro que sí, lo que no hay es TIEMPO.
Un aspirante a la Presidencia de la Argentina con medios y condiciones, precisaría por lo menos, dos años de trabajo político y de posicionamiento de imagen. Eso no se hizo, pues en nuestro País desde la debacle del 2001 se disolvieron los Partidos Políticos, quedando la estructura del P.J. como botín de guerra para cualquier aventurero que lo quiera tomar.
Digan lo que digan, los grandes gurúes de la City y de otros lugares sobre funestos y apocalípticos pronósticos, nos encaminamos hacia un tercer mandato de los K.
Algún prócer de nuestro pasado -quien también fuera Presidente- señaló como
un apotegma de su gestión: PAZ Y ADMINISTRACIÓN.
– El autor es Periodista – Columnista Político.
