Tiziana Cantone, una joven napolitana de 31 años, aceptó que la filmaran con un teléfono móvil mientras estaba practicando sexo con su pareja. «¿Estás grabando un video? Bravo», es la frase que después comenzó a circular sin freno por internet. El material se viralizó en las redes y se quitó la vida. El caso genera conmoción en el mundo.
Su rostro, perfectamente reconocible en las imágenes, se hizo tan famoso que la vida se le hizo insoportable. Y este martes, una familiar encontró su cuerpo sin vida después de que se hubiera ahorcado en su casa con un pañuelo.
El famoso vídeo de explícito contenido sexual fue pasando de mano en mano primero por el Whatsapp de sus allegados. Pero la bola de nieve tardó poco en crecer y pese a los vetos para este tipo de contenidos, fue extendiéndose a través de Youtube, Facebook, Twitter y otras páginas de internet.
La chica hizo desaparecer su perfil de Facebook, pero rápidamente se crearon grupos con su nombre en los que se parodiaba la escena en la que aparecía la joven. Lo más común fueron los insultos y bromas ofensivas. En pocas semanas el nombre de Tiziana era ya motivo de mofa.
Facebook y varias páginas de contenido sensacionalista fueron obligadas a eliminar las páginas que condujeran a las escenas de marras e incluso recibieron multas económicas. Sin embargo, la misma sentencia entendió que como el contenido contaba con el consentimiento de la denunciante, era ella quien tenía que pagar unos 20.000 euros de las costas judiciales.
Según el testimonio de familiares de la fallecida, la obligación de asumir esta cantidad fue el detonante del suicidio. «Mi sobrina ha sido asesinada por las redes sociales y por la indiferencia de muchos», dijo una de las tías de la joven. Conmoción en las redes.
– ITALIA (Redacción)
¿Quién mató a Tiziana? Una joven se quitó la vida al viralizarse un video íntimo
Esta sociedad del espectáculo en la que vivimos, diseñada y movilizada por las tecnologías de la comunicación desde hace un tiempo largo, las redes sociales cobran protagonismo principal en el mostrar todos los aspectos de la vida del individuo. Las fotos y los videos se comparten como una necesidad vital. Todo se muestra sin pudor y sin resguardo .La intimidad del sujeto forma parte del juego perverso del exhibicionismo pornográfico de la compra-venta de la mercancía íntima, en tanto aceptamos las reglas del juego de la exposición en el espacio virtual.
Por un “me gusta”, “estás preciosa”,”hermosa”o “tkm”, etc. o videos viralizados de segundos de duración, reproducen la intimidad de la persona en forma exponencial. Fragmentos mínimos del lenguaje, palabas sin peso, emociones y sentimientos falsos, distorsión del concepto y valor de la amistad (¿se puede tener tres ml amigos?). Estupideces varias a las que se acuden para mostrarse como personaje principal, en este modelo social del espectáculo. La vida se banaliza. En los últimos tiempos hemos presenciado escándalos por videos íntimos de actrices, conductoras, como el caso trágico de Tiziana, una joven de 31 años, quien aceptó que la grabaran con un teléfono móvil mientras practicaba sexo con su pareja.” ¿Estás grabando un video? Bravo», es la frase que después comenzó a circular sin freno por internet.”¿Su muerte conmociona o forma parte del espectáculo?
Para pensar el juego peverso que nos proponen las redes sociales en relación al espectáculo de la intimidad, Solange Camauer señala: “La palabra ‘intimidad’ se aplica, en general, a aquello más interior, a las relaciones cercanas y estrechas, a lo más propio del sujeto, lo resguardado, incluso lo secreto (…) supone cierta reserva, necesita de un velo puesto que es un estado anímico confiado y de cierta libertad que oscila entre el silencio reflexivo y el dialogo. La intimidad se asocia, con un ámbito en el que, a solas o en compañía, podemos sentirnos a nosotros mismos, sentir cómo las palabras resuenan en nuestros cuerpos y por eso entender qué significan. En la intimidad podemos escucharnos hablar. La definición exacta de intimidad es difícil pero supone una actitud contraria (…) eso tiene poco que ver con escribir un tuit indignado o colgar una fotito en Facebook.”-SOLANGE CAMAUËR-FILÓSOFA -UBA-
A.B.