«un puente no es un puente si no hay un hombre o una mujer que lo crucen»
Julio Cortazar
Hacen ya algunos días un puñadito de gentes solidarias se fueron desde estos otros mundos -también nuestros- llamados europeos, a tender puentes hacia las comunidades zapatistas de Chiapas. Hermosa cuestión esa de la solidaridad sin fronteras ni intermediarios.
Una solidaridad activa y sin vueltas, que suele fortalecer a los pueblos y envenenar los ánimos de dominadores y explotadores de turno. Una solidaridad disparadora de abrazos y mensajes compañeros. Solidaridad escuchadora y decidora de verdades dignas de ser oidas, de broncas y pasiones dignas de ser proclamadas una y otra vez.
Es sencillamente la solidaridad de l*s compas como suelen decir por las tierras del sur mexicano en rebeldia.
Alegria y firmeza en la decisión autoconvocada de quienes se animaron a cruzar el puente y dispuestos también a construirlo donde no lo hubiera. Porque con esa voluntad colectiva partieron.
No marcharon solos, más bien se llevaron consigo el aliento y el aguante de muchos que quedaron desparramados a lo largo de estas orillas, pero enredados para hacer ecos de denuncia y solidaridad.
Al recibir los informes finales de la Brigada Europea de Solidaridad con l@s Zapatistas, es hora buena para hacerles llegar a sus integrantes un abrazo grandote y el reconocimiento de su compromiso y quehacer.
Sigamos empuñando la confianza en las y los compas, que sólo con esas voluntades francas y hermanadas se tienden y cruzan los puentes colectivos.
Que el reconocimiento al esfuerzo y compromiso solidario sea alegria compartida en todas las orillas de nuestros luchas.
Que esta marcha de hoy siga siendo el andar de la confianza y el hermanamiento. Acompañandonos mutuamente para compartir sin fronteras las causas comunes de aquí, de allá y cualquier lugar en que florecen alternativas por una liberación integral sin opresores ni explotadores de ninguna especie. Sin patrones, sin burócratas, sin traidores profesionales del discurso mentiroso y en alquiler.
Nuevamente queda claro que las y los zapatistas no están sólos.
Pero también empieza a aclararse que con solidaridad, respeto y reconocimiento mutuo ninguna lucha estará sola ni aislada.
Que se sepa: las campanas de los pobres ya no son de palo. Repican alto y claro venciendo distancias y fronteras.
Nuestros mejores saludos a las y los compas de la Brigada, que no sólo llevaron a tierras zapatistas el mensaje del compromiso solidario; sino que se pusieron a si mismos -en los hechos- al servicio de las palabras dignas escuchadas y pronunciadas.
Los puentes quedan tendidos, las gentes de a pie van y vienen reconociéndose. Ya nadie estará solo en sus luchas.
Enhorabuena!
Vamos a por más y mejor!
Salud! y todo lo demás, desde Red Latina sin fronteras