María Rita Corces es una joven artista de la música, profesora de la Escuela Superior de Música de la Provincia de Salta, amante de la flauta traversa y por supuesto, artista independiente con lo cual logra realizar cinco conciertos al año. El viernes pasado por la noche, en El Castillo de San Lorenzo, se integró al Dúo Acquaforte y tocó junto a Carlos Cicconi. Salta 21 dialogó con ella, después del concierto instrumental del viernes.
¿Cuál es tu historia con la música, cuándo comenzaste?
– Vengo de familia de músicos. Abuelo pianista, papá guitarrista, a mi mamá le gusta el folclore y las danzas españolas. Entonces desde chico uno educa el oído y es normal que se tenga inclinación por la música. Cuando era chica cantaba. A los 8 años me enamoré del instrumento, de la flauta traversa.
¿Quién es tu papá?
– Un músico de alto nivel. Eduardo Corces fue un formador de guitarristas y ahora todos están fuera del país, venía de Buenos Aires, es uno de los fundadores de la Escuela de música.
En mi casa se escuchaba mucha música. Somos cinco hermanos. Soy la única que salió música pero estamos todos enamorados del arte. Uno tocaba el piano; otro estudió canto, otro, violín.
Empezaste realmente desde temprano…
– Se dice que a los 8 años es la edad perfecta para enamorarse de la música, es una edad a la que se decide qué se quiere ser, se define el talento.
¿Qué pasó después de esa etapa?
– Esperé hasta los 14 años. Un tío trajo una flauta traversa de Europa que mi papá pagó de a poco, me duró muchísimo. Me inscribí en la Escuela de música y empecé a estudiar. Me recibí. Viajé mucho a Buenos Aires a estudiar, hice cursos en Córdoba y Tucumán,
¿Cuánto vale una flauta traversa?
– Desde 150 dólares hasta 10 mil y más. Las hay de platino, de oro, bañadas en oro, hay mucha variedad según el material y según la tecnología. Originalmente era de madrea: una madera hueca con agujeros… La de platino es la mejor.
¿Qué te gusta musicalmente?
– Todo me gusta dentro de los márgenes profesionales. Un Richard Mark, el folclore un poco, siempre que mantenga la esencia; bossa nova; la trova cubana me gusta muchísimo por eso escucho a Pablo Milanés. Y me interesan Silvio Rodríguez y Joaquín Sabina. Hay cosas muy bien hechas fuera de lo comercial por eso también me gusta el jazz. A mis alumnos les hago ver eso, les enseño a abrir la cabeza.
¿Estudiás canto?
– Desde hace seis meses que estudio canto de manera particular. Lo hago con Suki Jantzen porque creo que es una de las pocas si no la única que tienen técnica. Suki enseñó a muchos instrumentistas en Sao Pablo. Siempre me gustó cantar.
¿En Salta es difícil sostenerse como artista?
– Hay un abanico de oportunidades.
¿Tocaste en la Sinfónica?
– No. Y tengo muy mala imagen de lo que es la Orquesta. El manejo de adentro me hizo sentir mal, hay una política interna despiadada. Cuando me presenté al concurso, una chica que concursaba conmigo me preguntó algo tan básico como qué era el “tempo”, yo se lo expliqué. Esa chica ganó el concurso, me ganó a mí: ¿vos creés que toco bien?
Por eso hago música de cámara. Es difícil pero no me gusta estar en ámbitos donde hay maltrato. Estoy cómoda con lo que hago como música independiente. Busco un piano, un músico de cuerdas y eme armo un concierto. No se precisa estar en la Sinfónica para ser artista .
¿Tus metas?
– Estoy en el camino, ¿me entendés? No me gusta conformarme, busco la parte creativa. Estoy esperando tener la madurez de la voz para dedicarme al canto lírico. El canto es otro mundo, no estoy apurada, lo disfruto, es otro perfil. Como flautista busco la posibilidad de tocar. Sobreabundan los músicos y es muy competitivo. Tenía la posibilidad de ir a España pero me quedé. ¿Por qué uno se queda? Esto siempre les digo a mis alumnos: seamos tan profesionales como si estuviésemos en Alemania, hagamos arte con consciencia. Los que se van no vuelven a devolver lo que hicieron aquí y si vuelven ¡lo hacen con unos aires! Algunos volvieron y no fueron apreciados aquí, entonces se fueron. Ahora se siente mi nombre. No quiero ser famosa sino tener un perfil normal, seguir estudiando. Sé quién soy.
En la noche de El Castillo de San Lorenzo, Rita Corces (flauta traversa) y Carlos Cicconi (guitarra) tocaron, entre otros temas: Capullito de alelí, Las hojas muertas, Quizás quizás quizás…
Cicconi hizo un solo en guitarra: Carnavalito del duende y Corces cantó el tema Naranjo en flor.
Mientras escuchamos a la Negra Sosa como música ambiental, Cicconi comenta: «entiende muy bien el fraseo y sabe interpretar». Ambos coinciden en que se trata de una gram música, un talento único. Después viene la guitarra de Luis Salinas y el dueño comenta: ¿no sos vos Carlitos? Luego Sergio le pide a Rita que cante Alfonsina y el mar, como el viernes anterior. Será para la próxima. Al rato suena el teléfono del local: es Marcelo Gutiérrez, del dúo Acquaforte, concertista de la Sinfónica. Pregunta cómo anduvo todo. Más que bien.