Un grupo de trabajadores del Cementerio de la Santa Cruz (Salta) se reunió al comienzo de la pandemia para solicitar elementos de bioseguridad y el pago del adicional por riesgo infectocontagioso. De la Asamblea participó Natalia Bustos, única empleada que quedó en disponibilidad.
De aquella Asamblea se acordó entre las partes, Director del Cementerio Tomás Calderoni y empleados del cementerio, que no se tomaría represalias. El 12 de mayo fue firmada el Acta acuerdo junto con el coordinador de Planificación y Control de la Gestión, Bernardo Racedo Aragón y el secretario de Servicios Públicos y Ambiente municipal, Aroldo Tonini.
El reclamo era justo. Los elementos de bioseguridad deben ser provistos por la Municipalidad a todos sus empleados, cosa que no sucedió en ningún sector y mucho menos, en el jamás pensado: el cementerio. Al pago del adicional por riesgo infectocontagioso, se lo solicitó luego de que se les pidiera desocupar 250 nichos, número de muertes que se estimaba como consecuencia de la pandemia de COVID-19 que atraviesa el mundo.
Los operarios recibieron únicamente mamelucos viejos que se desgastaron pronto.
Y sobre todo, recibieron puteadas del director, quien se encargó de enrostrarles que él era el jefe, no sin antes agregarles frases como «negros hijos de p…» -según agregaron fuentes a Salta 21 – entre otras frases ofensivas, maltrato verbal que hizo sentir peor sobre todo a las empleadas, quienes percibieron Violencia de género.
Esta culminó con la puesta en disponibilidad de Natalia Bustos quien le había solicitado buen trato al término de la Asamblea para con los trabajadores.
Bustos, de legajo impecable y sin faltas al trabajo, no recibió notificación alguna ni de Personal ni de Recursos Humanos, absolutamente ningún aviso.
El lunes 15 de junio, feriado nacional, Bustos se presentó a trabajar a las 6:55 ya que ingresaba a la guardia a las 7:00 AM. Pero no pudo marcar porque su ficha digital había sido retirada. Cumplía con su trabajo cuando a las 10:00, 3 horas más tarde de su llegada, el propio director la echó, avisándole que había quedado en disponibilidad, tras 16 años de antigüedad en la Municipalidad como administrativa y 2 en el Cementerio, como auxiliar administrativa. El momento se puso violento cuando el funcionario le espetó que no quería «huelguistas de mierda» porque no le servían.
Desde ese momento, Calderoni fue denunciado en el INADI, en el Polo de la Mujer, en el Ministerio de Trabajo y en Derechos Humanos por Abuso de autoridad y Violencia de género e intervienen varios gremios ante este atropello.
La puesta en disponibilidad debe ser revertida y abogados de Ciudad Judicial se ocupan de la causa que perjudica a una madre de niños pequeños, sostén de su hogar, quien por ser mujer y reclamar una mejora para su grupo, no tiene trabajo, grave situación sobre todo luego de que el Presidente Fernández había dicho que nadie podía ser despedido en estos momentos tan críticos, lo que conlleva otra falta del funcionario quien demostró su falta de humanidad y su ineficiencia para el cargo que ostenta.
– Redacción Salta 21
