Los desbordes causados en el río Pilcomayo por las incesantes lluvias en el noroeste del país y el sur de Bolivia mantienen a muchas familias en situación de peligro. Cerca de 13 mil salteños continúan aislados. El gobernador Urtubey se reunió con la presidenta para analizar el tema
Cristina Fernández de Kirchner se reunió en la tarde de ayer miércoles 30 de enero con el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey. La presidenta ratificó ayuda para los damnificados en las poblaciones afectadas por el río Pilcomayo, al Noroeste de la República Argentina.
La primera mandataria del país se reunió en su despacho de la Casa Rosada con Urtubey junto con el vicepresidente, Julio Cobos y el ministro del Interior Florencio Randazzo, para interiorizarse de la situación que viven las poblaciones afectadas por las inundaciones.
Según informó el gobernador de Salta el mayor problema reside en el aislamiento de los pobladores ya que muchos caminos se encuentran cortados y no se puede acceder por tierra.
Ante esta situación, informó el ministro del Interior Florencio Randazzo, que el gobierno nacional enviará a Salta 1.100.000 pesos de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que serán destinados a los gastos urgentes para paliar la emergencia.
El día 28 de enero -informe registrado por Télam- se rompió una defensa en Santa Victoria Este y la inundación afectó a mil personas del pueblo y los parajes Padre Coll , Misión Grande y Misión Anglicana– según datos proporcionados por el intendente Moisés Balderrama.
El intendente de la ciudad de Salta, Miguel Isa, por su parte, declaró una emergencia climática en la capital de la Provincia -en donde hay varios asentamientos afectados-. Se creó un comité para tal fin que integran diez personas y que preside la ministra de Desarrollo Humano de Salta, Silvia Miranda, quien aseguró que «de ser necesario se utilizarán iglesias y escuelas para albergar a damnificados».
El intendente capitalino dijo que en la zona noreste de la capital provincial «hubo alrededor de 30 evacuados» y luego agregó que en los barrios Solidaridad y Santa Cecilia hubo 92 evacuados y los damnificados están alojados en los centros de inundados de los mencionados barrios.
Unas 13.000 personas permanecen aisladas en el norte de la provincia.
Se anuncia que los pobladores sufrirán las consecuencias de las inundaciones al menos hasta marzo próximo, para cuando se estima que «se normalizará» el caudal del río Pilcomayo.
En tanto, un grupo de voluntarios y profesionales de la Comisión de Cascos Blancos de la Cancillería finalizaron ya los preparativos para viajar a Bolivia, con el objetivo de brindar ayuda humanitaria y entregar insumos a damnificados por inundaciones.
Según anunció el diario Clarín, el trabajo se centrará en la ruta 86, fundamental vía de comunicación de la región. Elevar el nivel para transformarla en inalcanzable para las aguas redundará en un doble beneficio: el vial y como barrera para frenar el avance de la creciente.
«Existe el problema de lo dispersas que están las localidades entre sí y esto dificulta incluso la tarea de ayuda comunitaria. Hace falta un plan de urbanización», explicó Urtubey.
Las lluvias no cesan en el interior de la provincia ni en la ciudad, por lo que muchos turistas, hartos de las precipitaciones, cortaron abruptamente su paseo para alejarse de la ciudad.
Otras fuentes informan la consecuente crecida del Río Bermejo por lo que toda la región se halla en alerta y se disponen a evacuar ante inminentes inundaciones.
Los pobladores entrevistados por distintos medios, advierten sobre la gravedad y el olvido de los funcionarios durante las épocas en que no se registran alarmas de este tipo.
Por ahora, el gobernador de la provincia toma medidas contundentes para paliar la grave situación provocada por las lluvias, movilizando recursos del estado provincial, y gestionando el auxilio del gobierno nacional.
Salta recibirá 1.100.000 pesos para damnificados por las lluvias
Me podrian mandar alguna direccion para enviarles los partes de prensa de la Secretaría de Abordaje Territorial por favor?.
Diego Comba