El Ministerio de Cultura y Turismo invita a disfrutar de una nueva edición del Romancero de Güemes, espectáculo poético musical a cargo del poeta David Slodky. La entrada es libre y gratuita.
Subirá a escena el miércoles 10 de junio, a las 20.30, en la sala Juan Carlos Dávalos de la Casa de la Cultura (Caseros 460).
Tendrá como protagonistas a David Slodky en la poesía, Salvador Rueda en la guitarra y Kamila Reynoso en el canto.
El Romancero de Güemes de Julio César Luzzatto es la expresión poética más alta que ha tenido la histórica gesta güemesiana. Y está a la altura de grandes obras poéticas de la literatura, así como la gesta güemesiana está a la altura de las grandes gestas heroicas de la historia universal. Si eso lo conjugamos con las glosas que nos ubican en la época, con la lectura de algunos documentos (la respuesta de Güemes a Olañeta, la carta de Carmen Puch a su esposo, la correspondencia entre Belgrano y Güemes), la guitarra sublime de Salvador Rueda con motivos regionales que prologan o acompañan determinados poemas, la voz magnífica de Kamila Reinoso en temas atinentes, la música universal que a veces acompaña los poemas, y las imágenes que los complementan, estamos ante una obra multifacética que recrea esta increíble historia de heroísmo y de sentido de Patria.
A guisa de ejemplo de la conjunción de historia y poesía, vaya un parte de guerra de Güemes, y el poema que alude a ese momento de la guerra de la independencia:
Romance XII: Pastor Padilla, guerrillero de Güemes
En un combate que trenzan
jinetes godos y gauchos,
al criollo Pastor Padilla
le mataron el caballo.
Y el guerrillero de Güemes
-aun monta el facón su mano-
contra la caballería
sigue de pie batallando.
Aunque deja en la refriega
sangre y ropa por pedazos,
manejará su puñal
mientras pueda levantarlo.
Van a respetar su vida,
si es que se rinde el paisano.
Así le dicen los godos
prometiéndole curarlo.
Unas hebras retobonas
desata la voz del gaucho:
-Hundan el sable en mi pecho,
que así quiero ser curado.
Poca sangre le quedaba
y se le fue en un lanzazo.
El gaucho Pastor Padilla
ve crecer azul el pasto,
mientras un ángel se acerca
a prestarle su caballo.
Teniente de “Gauchos de Salta” Pastor Padilla
Parte de Guerra del General Güemes, 22 de junio de 1820
“…habiéndose perdido de nuestra parte, al inmortal teniente don Pastor Padilla, cuyo valor y denuedo merecen justamente ocupar una página en la historia de América. Deshecho su caballo, a causa de haber rodado, se defendió a pie a más de dos cuadras con una bravura inimitable contra un grueso de caballería hasta caer muy mal herido; y habiéndole ofertado el jefe enemigo hacerlo asistir y curar, le contestó con energía que ni la salud quería de su mano y que se sirviese cuanto antes hacerle beber la muerte para reportar el lauro de morir por su cara Patria, sin quebrantar su juramento de no sufrir por un instante el infame yugo español; fue con efecto asesinado: pero quedó su memoria para ejemplo de los guerreros, y para causar pavor a ese Jefe inmoral y cobarde que atentó contra una vida que debió conservar por Ley de guerra”.