El chelista estuvo a punto de hacer lo que debió hacer: irse. Con fastidio, en medio de Chopin, paró la música y miró fijo a alguien del público que hacía ruido de papelillos de caramelos. Debió pensar: “traksalrrtrin hinterkov riskiski zunatzy desrretz”. Que en alemán querría decir: “sigo porque soy músico y vine para tocar pero el público tiene que educarse”. Y la banda siguió tocando.
Podemos afirmar que esta es su segunda visita a Salta, en la que participa del cronograma de la temporada 2008 del Mozarteum Argentino Filial Salta.
Así definía el crítico musical, José Mario Carrer, al chelista germano en el 2005:
“Este momento reveló de inicio las infinitas dotes de este joven violonchelista bávaro, Johannes Moser, que a mi juicio ya está entre los diez mejores ejecutantes del mundo. Alto, delgado, elegante, afable, de una seguridad apabullante, de afinación inmaculada, dulce, vital, entregando música de altísimo rango con la seguridad del artista que está convencido de su arte, expresando las mas diversas emociones y abriendo campos de insospechada expresividad musical. La magistral interpretación deviene de su sabiduría más que de su destreza técnica, que por otra parte la tiene sin duda. Su sonido es puro, tenso, con esa bella cualidad de cuerda frotada con una presión levemente más intensa que lo normal transformando el material sedoso en tejido de calidad agradablemente áspera. Su mano izquierda es de una seguridad imbatible con lo que amplía las posibilidades expresivas del instrumento hasta llegar al límite de los elegidos”.
Data:
“Un objetivo compartido: hacer la mejor música posible
Salta, 25.08.2005. Casa de la Cultura. Johannes Moser (violonchelo). Orquesta Sinfónica de Salta. Director Maestro Felipe Izcaray. Gabriel Fauré, Suite de ‘Pelleas et Melisande’ op. 80. Nicolás Rimski-Korsakov, La Gran Pascua Rusa op.36. Antonin Dvorâk, Concierto para violonchelo y orquesta. Ciclo del Mozarteum Argentino Filial Salta”
Anoche en el teatro La Fundación, con su violonchelo, dio una mini clase de pisicato al cierre, luego de ser coreado por el público y de que alguien le dijera. “esta vez sin caramelos”. Dejó el arco y sus manos rasparon las cuerdas. Después de su “breve molestia”, se fue contento con su actuación. El público le hizo sentir su aceptación y su brillantez.
Junto a la argentina Paula Peluso en piano, el joven alemán ejecutó a Mendelssohn Bartholdy (Sonata N° 2 en Re mayor, Op. 58) durante 25 minutos, luego a Dimitri Shostakovich (Sonata en re menor Op. 40), también en 25 minutos y luego del pausado intermedio, procedió con Frederic Chopin (Sonata en sol menor Op. 65).
La sentida sonata de Shostakovich estrenada el 25 de diciembre de 1934, marcadamente neoclásica- según datos del programa de mano- fue conmovedora. Tanto la pianista como el chelista se fusionaron acordemente.
Y Chopin fue quizá, lo mejor, potente y lírico; una obra paradigmática del músico ya que se trata de la única sonata para violonchelo y piano y la última del catálogo del compositor, según consta en notas del programa.
Esta joyita del Mozarteum, se inscribe en un cronograma que continuará con nuevas presentaciones en junio, julio, agosto, setiembre y octubre, que contará nuevamente con la presencia de Paula Peluso, con el Mtro. Luis Gorelik y la Orquesta Filarmónica Joven de Friburgo, entre otros invitados.
– Critica citada para leer en forma completa:
http://www.mundoclasico.com/critica/vercritica.aspx?id=680c3fef-6444-43dd-bfe7-1abb7ae0db64
Entradas regaladas??
Tuve la suerte de estar en ese concierto, maravilloso y sobre todo, increíble la calidad de los músicos. Pero mi sorpresa fué grande al saber que no hubo prensa para este concierto, compré mi entrada un día antes y luego ví que las regalaban a quien la solicitara. Qué pasó? La calidad sigue siendo insultante para esta gestión en cultura? Una vez más, siento la vergüenza de saber que muerta ya la ilusión y la fe… solo quedan los buitres