Recién el Gobierno de Cambiemos empieza a alarmarse cuando observan el crecimiento exponencial de la suba de precios, comedores escolares y demás situaciones de crisis social y económica provocada a vastos sectores de la población, que algunos medios visibilizan, generando reacciones por la que hoy Macri y su gabinete ya tienen más 90 % de Opinión negativa en buena parte de la Argentina.
No vamos a desconocer, que la franja antiperonista es del 35% y, precisamente es el caudal de votantes de PRO CAMBIEMOS… Por ahora… Pero la tormenta va en camino a convertirse en huracán. Ante esto, se deja circular el rumor de que se postergarían (no suspensión) los incrementos tarifarios anunciados. Lo que no tocarían serían los semana los aumentos del precio de los combustibles liberados y dolarizados. Como en esos valores están contenidos tributos fiscales donde el Gobierno Nacional hace caja, en vez de cobrar impuestos a sectores empresarios de alta rentabilidad, se los regala vía exenciones y desgravaciones. No hay que ser ingenuos en esto, la Política de PRO CAMBIEMOS únicamente es EL AJUSTE, donde la idea y propósito es quitarle poder adquisitivo a la población. Y tal vez, siguieron el consejo de BECKETT que escribió alguna vez: ”ALLÍ, DONDE NO PUEDES… NO DESEES NADA…”
Va de suyo lo comentado, el tremendo daño social y económico que esta situación provoca sin solución de continuidad. Pero, hay que decir que el Golpe del Mercado Financiero Tóxico, puso en jaque al equipo económico de MACRI con las LEBAC, de la que todavía queda por licuar un 50% del stock y no concluyó. Por esto, y otros temas ya llegó al País la Sacerdotisa del FMI Cristina Lagarde, quien ya obtuvo permiso para instalar una Agencia del FMI en Argentina, ¿por qué? Y parece que el FMI desconfiaría de MACRI y sus CEOS en función de Gobierno, prefiere auditar en el propio terreno.
Los gurúes del establishment afines al oficialismo, manifiestan que la caída del consumo y de la actividad económica mantendrían elevada la tasa de Inflación se mantendría hasta el segundo trimestre del año próximo. ¿Será cierto? ¿O será Marketing macrista? Lo que venden los economistas de la City es que «esto ocurre por la excesiva demanda de dólares, y solo con una gran inyección de esta divisa, se podrá mantener un tipo de cambio estable para proteger la estabilidad del peso argentino…» Puras macanas…! Como si los 44 millones de argentinos tuviéramos ingresos en dólares y no moneda nacional.
Lo cierto es que un Presidente de la Nación ya perdió totalmente la credibilidad política y pública, y si pensamos de buena fè de èl, carece de una Visión de País y talento político para el relato (léase: discurso presidencial y no naderías dichas por Instagram). De pronto, y a la luz de los hechos se llega a la conclusión que MACRI no vino a CAMBIAR las estructuras del Estado Nacional, sino a servirse de el con sus socios y amigos.
Quizás por ello, el libre pensador que habita el senado nacional y legislador desde hace 16 años, Miguel Pichetto manifestó al respecto: “Estos muchachos no entienden que la política es un ejercicio cotidiano de frustraciones”. Pero estos muchachos no vinieron a hacer POLÍTICA. Solo NEGOCIOS y NEGOCIADOS de todo color y pelaje.
Este cuadro de situación actual, solo nos lleva a concluir que sin políticas de verdad en todo sentido, el actual Gobierno Nacional no puede ni debe pedir ajustes, miseria y resignación, ya que cosechará como reacción, independiente del color político o partido, tormentas, huracanes y tifones de las grandes mayorías afectadas, donde ya no podrán pretender imponer Políticas de Ajuste a la Población, aún de la mano del FMI. Si persisten, no habrá paz social ni la eufemística gobernabilidad que solicitó el oficialismo cuando inició su mandato el 10 de Diciembre de 2015. Se ciernen sombras del Rodrigazo del 75 o de la Hiperinflación maldita? Los remedios constitucionales e institucionales existen y están para ser usados en caso necesario para erradicar esta Peste Amarilla, quieran o no.
– El autor es Periodista – www.tiemposdehoy.org.ar FM IDENTIDAD 103.3
