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jueves, diciembre 26, 2024

Una gestión inmadura y peligrosa

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El joven gobernador Juan Manuel Urtubey es un viajero incansable…

En alguna ocasión realiza un viaje en moto de alta cilindrada a un país vecino, junto con un grupo de motoqueros amigos. Estando en ese lugar fallece el conocido dirigente del partido peronista Daniel ISA, hermano del intendente de la Ciudad de Salta. Inmediatamente se ordena que el avión sanitario de la Provincia lo busque, acude al sepelio, y regresa nuevamente en la misma aeronave para buscar su vehículo y regresar como si nada.

Se hace público en otra oportunidad, que un pastorcito de la Puna Salteña, oriundo del departamento de San Carlos, muy alejado de la Ciudad Capital, debe viajar en ambulancia por tierra –no en avión sanitario como hubiera sido aconsejable- y por ser atendido en el hospital infantil muchas horas después, y no practicársele estudios elementales a tiempo, fallece. Literalmente se muere por falta de atención adecuada. Se producen acusaciones cruzadas, grabaciones clandestinas que generan causas judiciales, un proceso penal que rápidamente se paraliza, y como conclusión una vida joven perdida absurdamente. Después llegan tardías renuncias de los gerentes y directores, y cuestionamientos al Ministro del área que se empeña en seguir en el cargo como si todo anduviera bien.

En la misma época, inunda todas las redes sociales una filmación de la comisaría de la Ciudad de General Güemes, donde policías torturan a dos civiles con total impunidad. El Jefe de Policía queda desorientado, el Secretario de Seguridad afirma que es una excepción, y toda la ciudadanía no le cree, porque resulta harto conocido que eso con las clases pobres es un modus operandi habitual. Los medios de comunicación reciben innumerables llamados de personas que han padecido el mismo trato. Nadie denuncia en el sistema judicial, simplemente porque no se le tiene confianza.

Recientemente se produce un conflicto gremial en el norte de la provincia, y se desata una represión injustificada contra los trabajadores, que resisten junto con el pueblo de Hipólito Irigoyen, y no pueden ser desalojados de un corte de ruta. Funcionarios de todas las áreas ponen entonces en marcha un plan “B” de emergencia ante el fracaso de la embestida de la fuerza policial, y viajan con cara de conciliadores a tratar de salvar la situación. El gobernador mientras tanto asiste en Mendoza utilizando otra vez el avión sanitario, a un partido de rugby de Los Pumas, lugar donde se fotografía impunemente con políticos y jugadores a la misma hora en que los gases lacrimógenos y balas de goma y de las otras, asediaban a los obreros del ingenio en conflicto. Se conoce su predilección por este deporte. No hace mucho también se alejó de las obligaciones gubernamentales para viajar a Nueva Zelanda para oficiar de espectador.

Podríamos seguir llenando muchas páginas con citas como las anteriores, pero no resulta necesario, ya que es suficientemente conocido que el joven gobernador Juan Manuel URTUBEY es un viajero incansable – la mayoría de las veces con las aeronaves oficiales- a cuanto evento se realice en el País o el extranjero, a veces como invitado y a veces como turista. Recordemos solamente que en pleno lanzamiento del programa de turismo local que promocionaba hacer viajes dentro de la Provincia, el mandatario se fue con toda la familia a Orlando. Contradicciones oficiales de la mano de la inmadurez.

Su campaña personal como aspirante a la presidencia de la Nación, no le da descanso. Brinda charlas en coloquios industriales, asiste a exposiciones, dicta conferencias en universidades, y cada vez que la Presidenta lo convoca para realizar un acto oficial –muy seguido por cierto- él asiste, en Buenos Aires o en Canadá para rendirse ante la Barrick Gold; se saca fotos, concurre a reuniones, funciones de gala, desfiles, y ainda mais, todo lo cual se potencia en los medios previo pago de sumas millonarias en concepto de pautas publicitarias en canales nacionales y semanarios de editoriales caras.

Mientras todo esto ocurre, y el joven abogado reparte su tiempo entre el proyecto presidencial y las veleidades de una adolescencia tardía, con libertades de un soltero, la Provincia anda a control remoto, y se nota. Claramente se advierte que el séquito de asesores que lo rodea no tiene autoridad o valentía para objetarle estos errores. Me refiero a los asesores de verdad, ministros y secretarios de las áreas principales del gobierno, no al ejército de familiares y amigos acomodados en cualquier lado, que ofician de especialistas en generalidades por un sueldito salvador.

El inquieto joven gobernador se maneja con mucha soberbia, no acepta preguntas de la prensa que apunten a estos temas, y tiene una limitada serie de muletillas para salir del paso. Una de las preferidas es la de “estamos trabajando fuertemente” que casi como un reflejo condicionado esboza cada vez que se le hace notar alguna falencia concreta. Pero gobernar es otra cosa. Y no parece tener intenciones de avocarse a ello.

Y los resultados de tanta improvisación, ocupación real de su tiempo en otro proyecto personal, inmadurez aventurera, y carencia de asesoramiento cierto y especializado, están haciendo mella rápidamente en la gestión de su gobierno sin que nadie se lo haga notar. Todas las áreas de decisión, plagadas de funcionarios ex romeristas devenidos rápidamente en urtubeycistas de la primera hora, al que el mandatario ha llamado sin reparo “libertos“, se han mostrado inoperantes para llevar adelante el plan de gobierno, suponiendo que tuvieran uno.

A la distancia, con el control remoto en la mano y sin estar presente en la actividad diaria de la Provincia, es lógico que la gestión no sea eficiente. Se agrava este panorama si se considera que, si de la cabeza del poder se dan ejemplos de inmadurez, aventuras en moto, lanzamiento en paracaídas de altos edificios, y más fervor por el deporte de la secundaria que por los asuntos de gobierno, los demás tenderán a imitarlo, a nunca contradecirlo, y a seguir improvisando sobre la marcha de los acontecimientos. Una gestión de esta calidad y con esta orientación –o mejor dicho falta de ella- encierra un peligro latente de descontrol, y por el bien de Salta, debería ser corregida sin más demora.

3 COMENTARIOS

  1. Una gestión inmadura y peligrosa
    Esta vez estoy totalmente de acuerdo con el Dr Tort. Dijo las cosas tal como son, sin peroratas de «oligarquías, cholos…» etc. Porque las porquerías humanas son comunes a los humanos, a cualquier clase social de humanos, por ejemplo también a la clase social de los Kirchner, de los Menem, de alguno que otro Fernández (como el inefable Aníbal)… alguno que otro Romero también… ¡Bien, Daniel Tort!

  2. Una gestión inmadura y peligrosa
    Como siempre, la descripción que el Dr.Tort hace de Urtubey es acertada y veráz. Pero, infelizmente, es incompleta. Urtubey no es el único inmaduro y peligroso en éste patio. También lo somos los que lo votamos y lo aguantamos

  3. Una gestión inmadura y peligrosa
    Buenisimo y muy cierto el articulo pero nada va a hacer el gobernador y sus funcionarios ya que todos se caracterizan por la inoperancia y la sobervia que les impide aprender.

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