En Las Vírgenes Suicidas la cineasta Sofía Coppola toca un tema que a lo largo del siglo XX pocos se animaron a abordar. También la salteña Lucrecia Martel echa luz en La Niña Santa sobre el papel de la religión católica en la sociedad contemporánea.
Las Vírgenes Suicidas (1.999) es una tomografia al cerebro de una sociedad enferma, que en profundidad se puede descubrir el tumor simbólico de los miedos contenidos por las supersticiones religiosas.
Cinco hermanas bajo el cuidado de unos padres demasiado estructurados, llegan al suicidio como única salida-escape a toda una constante represión que subyace en sus vidas y donde lo religioso juega un papel crucial al brindar una solución anestésica que borra e ignora la realidad. De este modo se desemboca en la tragedia.
El momento de quiebre a partir del cual comienza a desarrollarse el drama en la historia, se da cuando la más joven de las cinco hermanas (Cecilia) se arroja desde el balcón de su habitación y cae encima de la verja con puntas de hierro en el jardín. Acaba de presenciar -y no quiso sentirse parte – de la burla que le hacían los otros adolescentes a un chico con capacidades psíquicas distintas en una fiesta organizada en el sótano por su muy católica y conservadora madre.
A partir de allí la historia transcurre, terrible y asfixiante. La verdadera causa de la muerte es anestesiada por el sacerdote que los visita en el domicilio y le comunica a modo de bálsamo que la tragedia se incribió en el obituario como un accidente para ocultar la fatídica situación.
Entonces llega el desarrollo del necesario olvido. Los padres permiten que sus hijas se liberen dejando que salgan con muchachos «ganadores sociales» que finalmente se aprovechan de esa licencia tan inocentemente entregada por el padre de las vírgenes.
Libertad Castigo
Un sistema que constantemente limita castigando y luego abre las puertas al desenfreno tiene consecuencias fatales en una sociedad muy religiosa ya que la educación no desempeña el papel fundamental, sino que es reemplazada por creencias que ahogan la realidad. Pero ésta es mucho más fuerte y más valiosa que una endeble creencia.
En la película La niña santa (2004), de la directora salteña Lucrecia Martel, se muestra como la religiosidad impartida por la catequista desborda lo racional para dar lugar a fantasías enfermas cuando Amalia (la niña santa) cree haber encontrado una misión divina y termina provocando daños colaterales irreparables.
Sofia Coppola
La carrera cinematográfica de Sofía Cóppola comenzó a muy temprana edad. Era apenas un bebe cuando apareció en la película “El padrino”. Además ha aparecido en varias de las peliculas de su padre, Francis Ford Cóppola.
Sofía Cóppola es actualmente reconocida en todo el mundo por su carrera como directora. Su primera experiencia detrás de la cámara fue con el corto “Lick the star” (1998). Posteriormente, llegaría su reconocimiento a nivel mundial con las películas “Las vírgenes suicidas” (1999) y la oscarizada “Lost in Translation” Perdidos en Tokio (2003) que la convirtió en la tercera mujer en estar nominada en esta categoría y la primera estadounidense.
Como directora filmó:
2006 – María Antonieta
2003 – Lost in Translation
1999 – Las Vírgenes Suicidas
1998 – Lick the star (Corto)
Como actriz:
CQ (2001)
Star Wars: Episodio I – La amenaza fantasma (1999)
El padrino. Parte III (1990)
Peggy Sue se casa (1986)
El padrino. Parte II (1974)
El padrino (1972)
Rebeldes (1983)
A la película Las Virgenes suicidas se la pudo ver en el Ciclo de Cine de Verano en la Fundación Salta. Está disponible en los videoclubs.