Walter Wayar afirmó que competirá por la gobernación en 2011. Se refirió a la mala relación entre el gobernador Urtubey y el vicegobernador Zottos. Dijo que hay funcionarios que no se animan a saludarlo y que la prensa es complaciente con Urtubey.
En una entrevista realizada esta mañana en los estudios de Canal 11 Walter Wayar dijo que no sabe porqué Juan Carlos Romero renunció al bloque del Partido de la Victoria en el Senado porque tampoco supo nunca porqué se integró a ese sector si fue elegido por el Partido Justicialista. «En los últimos tiempos no hemos conversado», explicó.
En referencia a la mala relación entre el gobernador Juan Manuel Urtubey y el vicegobernador Andrés Zottos, el político y empresario cacheño consideró que esto es lo que ocurre cuando se juntan para ganar una elección sin compartir un proyecto común.
Wayar hizo esta apreciación ante la pregunta acerca de si «Zottos es el Cobos de Urtubey».
«Tengo entendido que incluso lo quisieron desalojar a Zottos de su despacho del Grand Bourg», reveló Wayar, quien dijo que él, cuando fue vicegobernador, instaló su oficina en esa sede de gobierno porque más allá de su función como presidente del Senado ese cargo es parte del Poder Ejecutivo. Dijo además que se sabe que hay poco diálogo y muchas discusiones entre Urtubey y Zottos.
«Cuando teníamos diferencias con Romero no dejábamos que trascendieran sino que las resolvíamos a puertas cerradas», señaló. Explicó que muchas veces tuvo que acompañar decisiones del gobernador que no compartía porque era parte del mismo gobierno y esa actitud es la correcta en vistas de una buena gestión global.
El cambio fue para peor
Sobre el equipo que acompaña a Urtubey, con funcionarios que fueron sus colaboradores e incluso apoyaron su campaña, Wayar señaló que en el gobierno hay muchos que estuvieron también con Romero, otros que provienen del Partido Renovador y algunos incluso de la gestión de Hernán Cornejo.
Opinó que eso no es lo importante, sino el rumbo general del gobierno. Apuntó que es verdad que tras 12 años de una gestión como la que encabezó Juan Carlos Romero ya era tiempo de un balance y de realizar un cambio.
Dijo que, efectivamente, con Urtubey hubo un cambio. Pero para peor .
Señaló que observa sin embargo que esto no lo está reflejando la prensa, que se muestra muy complaciente con Urtubey. «Hay cosas que hacíamos nosotros y que enseguida la sacaban; en cambio con Urtubey eso no pasa», lamentó. Pero cree que no se puede maquillar una gestión de gobierno a través del periodismo, usando para ello la publicidad oficial.
En cuanto a los funcionarios que trabajaron con él y hoy porque están con Urtubey no lo saludan, se escabullen y se cruzan de vereda en la calle cuando lo ven, dijo que le parece que revelan con esa actitud que tienen poca personalidad. «En cambio sí lo entiendo si se trata de un empleado, porque si lo ven que me saluda después lo echan. En esos casos yo mismo les pido que no se acerquen a saludarme», afirmó.
Dijo que su visión distinta a la de Urtubey de la política y la realidad salteña deviene del hecho de que él nació en un pequeño pueblo, fue a una escuela rancho y creció en constante relación con la gente pobre. Destacó que ha recorrido toda la provincia, a la que conoce a fondo, y que asistió a la fiesta patronal de cada localidad.
Walter Wayar aseguró que no apuesta al fracaso de Urtubey sino que espera que el actual gobierno cambie el rumbo equivocado que lleva y logre realizar una labor exitosa, porque quiere competir por la gobernación en 2011 con adversarios que lo obliguen a realizar la mejor propuesta. 
«La gente en la calle me saluda con cariño, me ofrece su apoyo y me dice que está dispuesta a acompañarme», comenta.
Hijo de finqueros de Cachi, Walter Wayar se lanzó muy joven a la política. Fue intendente de esa localidad vallista, y en una trayectoria sin tropiezos ni derrotas llegó a la legislatura y finalmente a la vicegobernación mientras, paralelamente, se iba transformando en un poderoso empresario. En las elecciones de 2007 fue candidato a gobernador de la provincia de Salta y perdió por un estrecho margen.
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