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domingo, noviembre 24, 2024

XIII Fiesta Provincial de Teatro: avatares y glorias del artista

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Artistas de los grupos de teatro salteño y organizadores, se dieron cita el sábado 22 de setiembre para inaugurar la Fiesta de Teatro. Globos anunciantes de la fiesta se repartieron a niños por la peatonal y calles del centro. El público se acercó al bullicio de los teatreros y se llevaron la programación completa que incluye teatro, cursos, exposición de afiches y una muestra Fotográfica de Isidoro Zang. Cómo llegan los elencos a la Fiesta de teatro.

El sábado 22 a la mañana, algunos artistas de los elencos participaron de esta inauguración. El elenco de los talleres de Teatro de la Secretaría de Cultura de la Provincia y de la Fundación Roberto Romero bailaron en la marcha cultural con trajes multicolores, mascarones y batucada desde las 10 de la mañana. Las actividades de apertura programadas para ayer domingo en La Balcarce se suspendieron por mal tiempo. Se retomarán con fecha a confirmar.

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Los turistas y salteños fotografiaron y filmaron esta movida que da cuenta de un esfuerzo por sumar al público local al teatro.

Los teatreros, año a año se preparan para vivir, durante dos semanas la fiesta del teatro. Mucha alegría en los participantes, cada artista sabe que la fiesta es la culminación o el inicio de una nueva meta pero por sobre todo, es la máxima celebración local del teatro.

Este año, hay una menor participación de los elencos de teatro de la provincia. Se infiere que esto se debe a varias razones: la preparación de una obra de teatro implica meses de trabajo, lo cual conlleva una inversión de tiempo que luego, en la mayoría de los casos, no es redituable a nivel económico. Esto significa que cada elenco debe invertir en la cultura y en la puesta de su obra para permanecer en el circuito teatral. Muchas veces, un grupo no logra proyectarse hacia el término de un año con su próxima obra lo cual impide conseguir fechas de estreno y reposición en las salas al año siguiente. Las salas y teatros están copadas con diversas actividades culturales, sumado a ello, cada elenco debe pagar los costos de esta realización. Por otro lado, la mayoría de los actores no vive del teatro por lo que debe encontrar espacios para los ensayos y puestas sin que perturbe la actividad laboral que los sustenta.

En algunos casos, los elencos se mueven con el dinero de subsidios que otorga el Instituto Nacional de Teatro u otro fondo destinado a cultura. Muchos optan por renunciar, porque no por presentar papeles se otorgan los subsidios y el trámite es demasiado largo. Algunos entienden que el subsidio es una medida extrema necesaria para realizar una obra con requerimientos técnicos de elevados costos.

Sin embargo, es mucho el dinero que insume la realización de una obra. La escenografía, la música, el vestuario, los programas de mano, la publicidad (cartelería), el alquiler de las salas y los impuestos cuestan dinero. Y no estamos considerando que todo trabajo, artístico inclusive, merece una retribución que los directores o productores no están en condiciones de sostener. A veces queda dinero para los gastos de los artistas, pero no cubre necesidades básicas, solo mínimos gastos si se trata de contar con el dinero de las entradas. Es decir, el que hace teatro sabe que lo hace por amor al arte y no porque obtendrá beneficios económicos.

Muchos artistas piden subsidios para obviar el gasto de sala y aunque el público no vaya, están cubiertos en cierta medida; otros piden susbsidios para realizar giras. Esto deja un dinero que, en términos de un laburante común, sería como cobrar dos sueldos al año (y eso).

Las salas de teatro, también terminan por pedir subsidios para mantenimiento y pago del personal. En algunos casos, la mentalidad es traer espectáculos de afuera que son los que llenan salas. Esto implica un desplazamiento del teatro local que no genera ganancias. Una triste muestra que, mientras que todo el mundo cree que estamos más culturalizados que nunca, lo local se pierde a favor de grandes compañías nacionales, actores famosos y mediáticos o renombres de importancia.

El público local paga por teatro de famosos o comedias pasatistas, en el mejor de los casos eligen comedias con contenido. Las obras dramáticas no tienen el asedio del público pero tiene más convocatoria que el local. ¿El teatro de Bs. As. reemplazará al nuestro? Es una problemática. Por otro lado, queremos seguir viendo obras de Bs. As. y de otros lugares porque merecemos la cultura. Pero desde la provincia no se fomenta ni se educa ni se apoya el teatro hecho en casa. Además, un autor salteño no tiene el prestigio de un autor porteño o europeo. La prueba está en la selección de los autores por parte de los grupos. Nadie arriesgaría en no elegir un clásico de la literatura o un consagrado a nivel nacional. Todo un problema de base y de fondo.

En casos aislados, artistas salteños preparan una obra con la que recorren el país y viven de ello; son para aplaudir. Otros, realizan una comedia de éxito y mantienen salas llenas. Se puede mencionar el Grupo La Faranda, que permanece fuera la mayor parte del tiempo y en cuanto a la comedia, el caso último de “Monjas con humor” que logra mantener altos índices de venta en las entradas.

Otra forma de subsistencia es trabajar con funciones para colegios para recaudar dinero y pensar que valió la pena el esfuerzo que ahora se concreta con la participación de estudiantes en el caso de obras para adultos y para niños. Es como que el teatro local se destina a escuelas y termina siendo formador de público, si funciona bien la cuestión.

En cuanto a la participación en la fiesta provincial, muchos grupos de teatro realizan actividades artísticas que no se incluyen luego en la fiesta por decisión personal. Algunos han participado durante años y han decidido no hacerlo por cuestiones diversas. Cada elenco de teatro se puede presentar en dos instancias: en la de adhesión o en la selección. Estar en la selección genera un nivel de competencia que causa a veces descontento, insatisfacción o disconformidad. Muchos han participado alguna vez y se han decepcionado por los resultados, la decisión del jurado o lo que fuere. A algunos les parece excesivo el trámite de inscripción y también costoso: 6 funciones, 4 carpetas, requerimientos y detalles, fotos, etc. etc. Lo cierto es que ser seleccionado implica una posibilidad de recorrer la segunda instancia: la fiesta regional, con el mismo tenor de competencia para llegar a la fiesta nacional.

El precio de la entrada a cada obra en esta fiesta teatrera es apto para todo público. Tiene el valor de un ir y venir en colectivo. El público percibe una notable diferencia en cuanto al costo de la obra en temporada y el costo de la obra en la fiesta, que es este año de $2 (como el año pasado). Esto no favorece el trabajo del artista. Si bien se busca convocatoria, nadie les regala nada y se debiera pensar en marcar presencia, hacer valer el esfuerzo y aunque sea accesible, tampoco un regalo.

Quien logró sortear los avatares de ser artista, está en carrera. Hay menor participación de elencos lo cual es un llamado de atención, una señal a tener en cuenta. Es necesario trabajar intensamente, no bajar los brazos, no abandonar el arte y sobre todo, no dejarse oprimir por el sistema.
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– Foto de portada: Divinidad pájara (año 2006)

– Fotos 2 y 3: inauguración Fiesta Provincial (2007)

– Leer www.salta21.com/spip.php?article237 : «Hoy se inaugura la XIII Fiesta Provincial de Teatro Salta 2007» (comentario y programación) Haz click para entrar

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