El renombrado ex director de la Orquesta Sinfónica de Salta pasará a la historia musical de la provincia como el primer director titular de la orquesta. Actualmente ocupa el cargo de Director Honorario de la OSS y recientemente volvió a dirigirla en su gira por el norte.
Izcaray fue elogiado en un concierto del domingo pasado en sus pagos. El crítico Einar Goyo Ponte subrayó su actuación como de “muy arquitectónica dirección”. La nota fue publicada hoy en El Nacional y lleva por título “Antonio Estévez vocal”, ya que el autor centraliza su figura como quien “irrumpió la vanguardia en la música académica venezolana”.
El concierto al cual nos referimos se realizó el domingo 5 de octubre en el Aula Magna de la UCV, en conmemoración de los 20 años de la muerte de Antonio Estévez. En esta oportunidad, el concierto tuvo el protagonismo de la Sinfónica Simón Bolívar junto a un grupo de corales universitarias y profesionales.
En opinión del crítico “fue una singular muestra de esa búsqueda de la modernidad expresiva”.
El Mtro. Izcaray, a quienes muchos consideran como un venezolano que echó raíces en nuestra provincia y por lo tanto casi un salteño más, dirigió a la orquesta en Obertura Sesquicentenaria, de 1963, compuesta para celebrar el 19 de abril de 1810. Ello le valió la crítica antes referida, seguida por la siguiente frase: “quien demostró un meticuloso estudio de la partitura”
En una segunda instancia, la muestra continuó con la parte de corte esteveziano en la voz de la mezzosoprano Inés Feo La Cruz. Dice El Nacional : “Cuando al final se eleva en la orquesta delicada y en la cantante la melodía popular, el efecto emotivo me lleva a las lágrimas de manera invariable. Feo La Cruz encontró tonos sensibles y tocantes, siempre abrigada en la noblemente cómplice dirección de Izcaray”.
Finalmente – y en el ensayo general de la Cantata Criolla – , el crítico destaca: “… la Cantata es quizás la obra más ambiciosa y trascendente, medio siglo más tarde, que haya concebido un compositor venezolano, lo cual resalta cuando estamos ante una lectura tan arriesgada como la de Izcaray, quien subrayó sonoridades, detalles tímbricos, otras veces inadvertidos; cohesionó la interpretación del coro en una expresividad dramática impresionante y se atrevió a remover el sedimento folklórico de la obra en su momento crucial: el contrapunteo, produciendo libertad y exactitud métrica al mismo tiempo, en una lectura rica y de infinitas filigranas que sostuvo Juan Tomás Martínez, casi temible en la potencia de su Diablo…”
Y aunque el fútbol es popular, valga la comparación con la siguiente idea: gol de Felipe I en fiebre del domingo en el Concierto de Caracas.