Dijo Urtubey: “secuestran a un chico y te piden plata a cambio”. Si los docentes son secuestradores, él es cómplice: ofreció el pago y le puso precio a la educación de los chicos. Acusó a los educadores de traidores, secuestradores y extorsionistas.
Para nuestro gobernador, la educación de los niños y adolescentes salteños vale 2 millones de pesos por única vez -sobre unos seis mil millones anuales de presupuesto-, cifra aproximada que se obtiene de multiplicar $ 100 x 21 mil docentes. Este dinero fue el monto dado a los educadores en un “anuncio” que hizo el día viernes 31 de octubre.
Se recuerda que en Asamblea las mociones decían: rechazar los $ 100 que fueron sustantivados como «coima», «burla», «vuelto», «limosna».
La palabra “secuestro” tiene una fuerte connotación nazi-fascista. Hay errores políticos de los que no se vuelve más. Recordemos que para muchos estudiosos “el fin del romerismo” se inició con La noche de las tizas.
Los que estuvieron el 29 de octubre en la Plaza 9 de julio no comprenden de dónde salió el rumor sobre el arrío de la bandera argentina, que motiva la frase de Urtubey «traición a la patria». Y observan una campaña feroz contra el prestigio de los trabajadores de la educación.
El exabrupto público del mandatario merece un pedido de disculpas a los docentes: ¿qué dirá si un maestro es golpeado por un niño o adolescente? “¡Esos son futuros policías, carajo!” “Esos son futuros funcionarios!”
Qué nos dice el mataburros sobre el término secuestro:
El secuestro (Wikipedia) es el acto por el que se priva de libertad de forma ilegal a una persona o grupo de personas, normalmente durante un tiempo determinado, y con el objetivo de conseguir un rescate u obtener cualquier tipo de crédito político o mediático. Las personas que llevan a cabo un secuestro se conocen como secuestradores.
El secuestro tiene por objeto la obtención de recursos económicos a cambio de la libertad de la persona secuestrada; muchas veces esta libertad es «vendida» a cambio de otras situaciones. Efectivamente, el secuestro da pauta a la comisión de otros delitos, como sería el tráfico de menores.
Secuestro s. m. (hefreedictionary)
1. Retención ilegal de una persona contra su voluntad con el fin de exigir dinero o el cumplimiento de determinadas condiciones para su rescate. SIN rapto.
Secuestro (RAE) (Del lat. sequestrum.)
1. m. Acción y efecto de secuestrar.
Secuestrar (Diccionario de la lengua española, 2005, Espasa-Calpe S.A., Madrid)
1. tr. Detener y retener por la fuerza a una o a varias personas para exigir dinero u otra contraprestación a cambio de su liberación:
amenazaron con secuestrar a una familia si no liberaban a sus compañeros encarcelados.
Secuestrar (RAE) (Del lat. sequestrāre).
1. tr. Retener indebidamente a una persona para exigir dinero por su rescate, o para otros fines.
2. tr. Tomar por las armas el mando de un vehículo, ya sea un avión, un barco, etc., reteniendo a la tripulación y pasaje, a fin de exigir como rescate una suma de dinero o la concesión de ciertas reivindicaciones.
3. tr. Depositar judicial o gubernativamente una alhaja en poder de un tercero hasta que se decida a quién pertenece.
4. tr. Embargar judicialmente.
5. tr. Impedir, por orden judicial, la distribución y venta de una publicación.
El rescate
Simplemente recordar a dos grandes escritores: Borges y Martinez Estrada, cuando expresaban su pensamiento sobre el destino de los argentinos -con un lenguaje de médicos y profetas, preferible al de los cuenteros y estafadores de la credulidad ciudadana- «casi todos mis contemporáneos son nazis, aunque lo nieguen o lo ignoren» (Borges);»males inherentes a esa forma de la prostitución varonil que llamamos política del menudeo» (Martinez Estrada). A buen entendedor, pocas palabras.