Ante la negativa del gobierno nacional y los gobernadores a un nuevo aumento salarial y en los presupuestos educativos para ir hacia una educación de calidad, la Federación Nacional Docente, FND-CTA Autónoma desarrolla un plan de lucha expresado en los “no inicio” de clases del 25 de julio y el 1º de agosto en las provincias y en el paro nacional del jueves 11.
La Federación plantea la necesidad de la mayor Unidad de Acción para enfrentar el ajuste y, consecuente con esto, convoca a un nuevo paro nacional para el miércoles 24 de agosto.
Así lo propusimos en el paro del 11 de agosto junto a estatales y la CTA Autónoma, exigiendo la reapertura de la paritaria salarial para recomponer el salario y los presupuestos educativos, frente al aumento de la inflación propiciada por las empresas monopólicas, en complicidad con las políticas económicas del gobierno.
Para el ministro Bullrich, este paro sería una medida «excesiva» y habla de una “inflación en baja” que ninguna maestra, profesor o auxiliar ve en los comercios, al pagar impuestos, tarifas, transporte, adquirir útiles u otros bienes culturales, imprescindibles para educar.
A los docentes nos preocupa la negativa del ministro de Educación a reabrir la paritaria salarial y pretender desconocer los porcentuales inflacionarios reconocidos hasta por su gobierno en la Ciudad de Buenos Aires, que ubican la inflación anual en un 47%, mientras el aumento real anualizado a los docentes fue del 25% a 30%. Justo se hizo público que el ministro de Educación bonaerense, Alejandro Finocchiaro, se aumentó su sueldo un 340% en estos meses, desde que asumió, pasando a cobrar de 29 mil a casi 100 mil pesos, mientras una maestra gana $ 9.800.
La Federación Docente viene impulsando un plan de lucha e inscribe el Paro del 24 en la necesaria continuidad del mismo; exigiendo un aumento salarial de emergencia que se corresponda con el costo de la canasta familiar, hoy en más de $18.000 para una familia tipo; el aumento del Presupuesto para cubrir cargos, para infraestructura ante las obras paradas o inconclusas en las escuelas a lo largo del país, por su inmediata finalización, comedores, becas y mobiliario; asimismo terminar con la precarización laboral y el proceso de privatización, en oposición al Proyecto de Evaluación Docente impulsado por el gobierno de Macri, el que lejos de mejorar la educación, solo intenta disciplinar las luchas docentes.
Buenos Aires, 21 de agosto de 2016