Harold Pinter, falleció a los 78 años de edad según lo anunció su esposa, Lady Antonia Fraser. El dramaturgo murió ayer, 24 de diciembre y tendrá unos funerales privados y discretos.
«Era un grande y fue un privilegio vivir con él durante 33 años», dijo Fraser al diario The Guardian .
Entre sus obras destacan «The Birthday Party» («La fiesta de cumpleaños») y «The Homecoming» («El regreso a casa») y «The Dumb Waiter» («El montaplatos»), que recurren a menudo a la jerga de su barrio, Hackney, en el este de Londres, donde nació el 10 de octubre de 1930.
Hijo de un sastre judío, Pinter era conocido por sus posicionamientos políticos contra el terrorismo de estado y contra la guerra y a favor de la paz.
Tras ingresar en la Royal Academy of Dramatic Art, en 1950 publicó “Poetry London”. Durante los años 50 recorrió Irlanda y Reino Unido representando obras teatrales.
En 1957 publicó “The Room”, la primera de sus 32 obras teatrales. En España, Pinter ha sido traducido sobre todo al catalán y sólo cuatro obras figuran en castellano.
En 1985 Pinter viajó a Turquía con el escritor americano Arthur Miller y conoció a muchas víctimas de la represión política. En la función en honor a Miller en la embajada estadounidense, en lugar de intercambiar cortesías, Pinter mencionó a personas que habían recibido descargas eléctricas en sus genitales, declaraciones que hicieron que lo echaran. (Miller, en apoyo, abandonó la embajada con él).
La experiencia de Pinter en la represión turca y la supresión del idioma kurdo inspiraron la obra de 1988 Mountain Language.
Cuando en 1999 las fuerzas de la OTAN invadieron Kosovo, Pinter emergió como un ferviente crítico y militante opositor, rol que volvió a cumplir con las situaciones en Afganistán y en Irak.
En esa oportunidad, Pinter no se guardó sus críticas y calificó al entonces primer ministro británico Tony Blair de «criminal de guerra», y consideró que Estados Unidos estaba «dirigido por una pandilla de delincuentes». Como lo expresó en el dicurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura, galardón que obtuvo en 2005.
Bajo la irrelevancia cotidiana, el precipicio
“En sus obras se descubre el precipicio bajo la irrelevancia cotidiana y las fuerzas que entran en confrontación en las habitaciones cerradas”, señalaron los académicos suecos al explicar los motivos por los que ´le concedieron el Nobel.
En 2005, Harold Pinter anunció que dejaba de escribir obras de teatro para concentrarse en la poesía y realizar incursiones en la interpretación y la escritura de guiones.
Tras recibir tratamiento por el cáncer de esófago que le fue diagnosticado en 2002, volvió a escena, consiguiendo críticas muy favorables por su interpretación del monólogo de Samuel Beckett «La última cinta» («Krapp»s Last Tape»), en Londres en 2006.
El éxito le llegó con «The Caretaker» («El guardián nocturno»), obra que transformará en guión cinematográfico. Pinter escribió otros guiones, como el de «La amante del teniente francés», filmada en 1981 e interpretada por Jeremy Irons y Meryl Streep.
Hay que recordar que Harold Pinter fue uno de los dramaturgos más importantes de Gran Bretaña, reconocido también por sus obras como guionista, poeta, actor, director y su desarrollo como activista político. También escribió para teatro, televisión, radio y cine.
La Academia Sueca lo consideró como “dramaturgo más representativo del Drama británico en la segunda mitad del siglo 20”.
El escritor, nacido un barrio obrero de Londres en 1930, estudió en la Academia Real de Arte Dramático y luego comenzó a trabajar en el teatro como actor bajo el seudónimo de David Baron.
Pinter se consolidó como referente del Teatro del Absurdo, cuyas obras parten usualmente de una situación aparentemente inocente, situación absurda y amenazante debido a la conducta de algún personaje que puede resultar incomprensible para el público.
Su obra mostraba una marcada influencia de los primeros trabajos del irlandés Samuel Beckett, con quien mantuvo una larga amistad.
En 2002 fue nombrado Companion of Honour (Compañero de Honor) y calificó el hecho como «un reconocimiento del país» hacia su persona. Antes, había rechazado el título de Sir (Caballero) por considerarlo un «premio del Gobierno».
Fuentes: Página 12 y Wikipedia