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sábado, noviembre 23, 2024

Tras la muerte de tres chicos wichis, Sáenz busca apoyo nacional

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(Así titula La Nacion este artículo publicado el 19/01/2020. Pero los niños muertos por desnutrición fueron 4: Noela de 4 años murió el viernes pasado. )
Estaban en situación de extrema pobreza y se intoxicaron con agua; el gobernador acordó la entrega de tarjetas alimentarias.

En diciembre pasado, los salteños decidieron un cambio de mando en el Ejecutivo. Después de doce años en los que administró Juan Manuel Urtubey, asumió el peronista Gustavo Sáenz, luego de reunir a 14 partidos en un solo frente. Sáenz sufrió la semana pasada su primer problema público como gobernador: la muerte de tres niños wichis en una semana por complicaciones con el agua, que se sumaron a una situación de extrema pobreza. «Es lamentable y doloroso, pero viene ocurriendo desde hace mucho tiempo en la provincia. Lo que pasa es que no se lo visualizaba», comentó Sáenz a LA NACION.

Después de eso, el gobernador salteño encaró una serie de encuentros con funcionarios del Ejecutivo nacional para tomar medidas urgentes, como también a mediano y largo plazo, en pos de paliar lo ocurrido. Dijo que respondieron rápido. El domingo pasado, el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, estuvo en Salta y esta semana Sáenz llegó a Buenos Aires. Se acordó la entrega de 65.000 tarjetas alimentarias, que sin embargo no podrán ser utilizadas por los pueblos originarios por la falta de infraestructura. Ese fue el motivo por el cual se firmó después un convenio para el otorgamiento de 40.000 módulos alimentarios durante cuatro meses. Cada módulo tiene un valor de $2030, según informaron fuentes del Ministerio de Desarrollo Social de Salta.

«Es imposible la utilización en estas comunidades. Tuvieron la oportunidad de verlo el ministro Arroyo y la gente que nos acompañó, claramente vieron que en esos lugares va a ser imposible llegar con esta tarjeta», había dicho Sáenz sobre la inviabilidad de la tarjeta alimentaria en esa zona. Tal vez fue ese el motivo por el que se decidió aplicar una política diferencial, la de módulos alimentarios, que, a pesar de tener un valor económico inferior por entre $2000 a $4000 comparado con la tarjeta, en Salta se realizaba con menor alcance del que tendrá ahora.

Cada módulo contiene alimentos elegidos por nutricionistas del Ministerio de Desarrollo Social salteño que se adaptaron a las particularidades de cada región y que fueron aprobados por el gobierno nacional. «Van a venir acompañados de acción territorial con agentes educativos y agentes sanitarios. Se van a plantear actividades para acompañar a las personas. Queremos trabajar con ellos para cambiar hábitos sin modificar su cultura, con mucho respeto», indicaron fuentes de Desarrollo Social. «Hay mucha gente fuera del sistema, sin DNI. Necesitábamos una solución para aquellos que no tienen acceso a la Asignación Universal por Hijo o a la tecnología de la tarjeta«, dijeron.

La cuestión cultural también fue mencionada por la ministra de Salud, Josefina Medrano, y por el gobernador Sáenz como un factor influyente. «Muchas veces hemos tenido que acudir a la Justicia porque los padres no quieren entregar a los niños para ser tratados en los hospitales como corresponde, entonces hemos solicitado a los jueces que nos acompañen«, contó Sáenz.

En términos políticos, el gobernador le tocó la puerta al gobierno nacional. «Hay un plan del Presidente de terminar con el hambre y con la pobreza. Es fundamental que empecemos a ver los lugares donde más golpea y donde más duele y lastima, que es el norte de la Argentina«, dijo Sáenz. El gobernador, incluso, puntualizó en diferencias con otras provincias: «Hay una asimetría muy grande con el centro del país. Debe haber una mirada hacia el norte, ese norte profundo y olvidado durante tantos años y tantos gobiernos».

La ministra Medrano y el mandatario salteño sostuvieron que «hay problemas sociosanitarios importantes» en la provincia. Medrano aclaró que se venían desarrollando políticas públicas en pos de mejorar esa situación y Sáenz prefirió no endilgarle culpas a nadie: «Buscar culpables no sería responsable de mi parte. Lo que sí tengo como responsabilidad es visibilizar la situación en que se encuentran las comunidades aborígenes desde hace muchísimos años».

Los niños wichis fallecieron en tres comunidades del norte de la provincia: uno en General Ballivian, otro en Las Moras (Tartagal) y el último en un hospital de Santa Victoria Este. El gobernador manifestó esta semana que todavía había pequeños internados.

En relación con la problemática hídrica, Sáenz explicó: «Hay muchas falencias estructurales que tienen que ver con la falta de agua potable, por sobre todas las cosas. Prácticamente no hay redes de agua hasta esa zona, la provisión se da con camiones porque no hay otra forma, y en muchos casos no pueden llegar cuando hay lluvias y la conectividad se hace muy difícil». También agregó que influye negativamente la alta temperatura. «A veces supera los 50 grados y la gente está sin agua. Los baños no existen, son letrinas comunitarias. Imagínese esa situación de pobreza«, comentó.

«El Ejército se ha puesto a trabajar juntamente con nosotros llevando camiones con agua y plantas potabilizadoras para toda esta época estival, de mayor calor«, expuso Sáenz en relación con el acta de intención que rubricó en el Ministerio de Defensa de la Nación, y agregó: «Vamos a hacer perforaciones de pozos a ver si podemos conseguir agua, para que puedan tener tanques. Por lo menos, hasta que podamos construir una obra de infraestructura importante».

– Por Paula Rossi – La Nación

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