Falleció el 5 de marzo de 2009, su esposa Amalia Moi y sus hijos Martín Miguel y María Luisa participaron con dolor su partida. Integró la Comisión directiva de Pro Cultura Salta desde 1997 como miembro del órgano de Fiscalización.
Quienes conocieron a Silvio Segal saben que era hincha de Newell’s All Boys, el equipo rosarino, el club atlético de la camiseta roja y negra.
Por su barba, muchos lo identificaban con Don Quijote de la Mancha, el famoso personaje cervantino que se enfrentó a los gigantes de viento.
Conocido en el ambiente cultural salteño por personas como Benito Crivelli, Isidoro Zang, Carmen Martorell, Roberto Salvatierra, Fernando Magadán y tantísimas otros integrantes del medio, con quienes compartió el quehacer de Pro Cultura Salta.
En un libro editado por Pro Cultura Salta en el 2006, en oportunidad de los 30 Abriles Culturales Salteños, en la página 94, se hace un listado de las personas que formaron parte de las Comisiones Directivas de Pro Cultura entre los años 1977- 2005. Su nombre figura a partir del año 1997, fecha en que Silvio Segal comienza a formar parte del órgano de Fiscalización.
Trabajó en el diario El Tribuno y ocupó el cargo de Secretario de Redacción por varios años.
Fue inhumado el 5 de marzo en el cementerio Israelita al tiempo que fue despedido por muchas personalidades emparentadas con la cultura como la ex Secretaria, Eleonora de Ferrer. También mantuvo amistad con Gregorio Caro Figueroa.
Su partida dejó consternada a una comunidad que lo reconoce como protagonista silencioso de la cultura, quienes se regocijaban con su grata compañía al tiempo que le reconocían su incansable actitud por la cultura musical de los jóvenes.
El adiós a Silvio Segal
Silvio
Te fuiste tan silenciosamente…, porqué te fuiste asi, sin decir nada. Teniamos pendiente hacer algunas cosas por la cultura de tu Salta de Gùemes. Siempre te recordare. Sandra Rodriguez Echazu
El adiós a Silvio Segal
Silvio, fuiste en vida una persona extraordinaria, un ser claramente sobrehumano. Tu asombroso brío para emprender tareas titánicas no supo de obstáculos. Ni siquiera los problemas de salud detuvieron tu marcha para concretar tus proyectos.
Sin estructuras, sin recintos ni oficinas inaccesibles, hiciste por nuestra cultura mucho más que cualquier funcionario. Tu legado será fuente de inspiración para continuar siendo trabajadores de la cultura,para continuar bregando por acercar a todos la belleza y el conocimiento, que tan bochornosamente mezquinan aquellos acaudalados elitistas de siempre.
Te deseo el más feliz descanso sempiterno, amigo mío. Disfrutá de tu eterno «horario de protección al vallisto».