De Stravisnky, la versión escuchada es una de las tantas que hizo el autor, luego de su estreno, para ser interpretada en concierto. Corresponde a 1919 y en verdad toma siete de los catorce números originales. Sin embargo alcanzan para mostrar su original audacia, su colorido particular y su ritmo deslumbrante.
Viernes 27 de marzo de 2009. Teatro Provincial. Solista: Javier Anderlini. Orquesta Sinfónica de Salta. Dirección: Yeny Delgado. Obertura para una comedia infantil (Luis Gianneo 1897-1968). Concierto para piano y orquesta nº 1 en sol menor op. 25. (Felix Mendelssohn-Bartholdy 1809-1847). Suite del Pájaro de Fuego -versión 1919- (Igor Stravinsky 1882-1971).
En 1937, cuando residía en Tucumán, Luis Gianneo, hombre afable, sencillo, pianista, director de orquesta, pedagogo y compositor, solía decir: “mi vida es simplemente la de un hombre de trabajo” con lo cual pretendía señalar que el artista no es la consecuencia de la gracia divina únicamente sino también del intenso estudio, del abnegado trabajo, de un no dejarse estar, de un anhelante querer superarse, como dijo Jorge Pickenhayn. De él se conoció una breve pero atractiva obra para pequeña orquesta de vientos y percusión. En la oportunidad, catorce instrumentistas. Dura sólo cinco minutos y en ella es evidente la influencia de los trabajos de Stravisnky. Está inspirada en dos motivos infantiles superconocidos: “Sobre el puente de Avignon” y “Arroz con leche” elaborada con notorios juegos contrapuntísticos y particulares combinaciones tímbricas que la conductora entregó con eficiencia.
Luego apareció Javier Anderlini el excelente pianista de la sinfónica con el infrecuente primer concierto para el instrumento del romántico Mendelssohn. Está dedicado a Delfina von Schauroth de la que estaba enamorado y en la ocasión mereció generosa musicalidad, buen sonido, puro lirismo cualidades destacables y conocidas del solista que en este caso contó con una orquesta cuya directora resolvió acompañar, como corresponde, encontrando un plano sonoro cercano a lo ideal. Toda la ejecución fue de elevado nivel, pero el último movimiento “presto, molto allegro e vivace” sencillamente tuvo un rendimiento impresionante en el solista y evidente autoridad en la batuta. Anderlini devolvió los aplausos con el Estudio nº 9 del op. 39 de Sergio Rachmaninov.
Finalmente Stravisnky en uno de sus trabajos más célebres. La música incidental inicial y completa del “Pájaro de Fuego” compuesto para los ballets rusos de Sergio Diaghilev fue la partitura que le abrió el camino de la gloria. La versión escuchada es una de las tantas que hizo el autor, luego de su estreno, para ser interpretada en concierto. Corresponde a 1919 y en verdad toma siete de los catorce números originales. Sin embargo alcanzan para mostrar su original audacia, su colorido particular y su ritmo deslumbrante. El autor, brillante orquestador, tiene momentos de enorme impacto como los glisandos de trombones y cornos que electrizan al oyente. Salta conocía la obra de cuando vino la Orquesta Juvenil de Córdoba bajo la batuta del inolvidable Carlos Giraudo, pero esta versión de hoy, con la conducción de la dotada, elegante, fina, precisa y sanguínea Yeny Delgado, en ésta, su segunda presentación, llegó en profundidad al oyente. Fuera de programa, el famoso Intermezzo de la Cavallería Rusticana de Pietro Mascagni entregado con emoción.