La Compañía se formó en el 2002, en Córdoba. El año pasado llegaron el 18 de julio a Salta con su espectáculo Los Modernos, y sedujeron con su estilo incomparable, muy “moderno”, original y bien llevado. Con su «Fo», vuelven al formato del éxito ganado.
El acentuado peluquín de Alejandro es bien zoo. Los anillos chirles brillan, pero más ellos, claro. ¡Qué dupla!
Uno, dos, tres Fo… Así arrancaron anoche Pedro, el uruguayo, y Alejandro, el cordobés, en escenarios salteños del Teatro del Huerto, reunidos en una exquisita sintonía entre la nemotecnia, el cultismo del lenguaje y el humor popular. Esta amalgamada mezcla se fusiona en un click al espectador, un guiño de ojo que nos replega desde la butaca para disfrutar de una creativa fuerza verborrágica rítmico-musical.
Sí, todo esto es lo que hacen. Y muy bien. Fo es la última sílaba de filóso-Fo. Una frase bien puesta por ellos puesta puede resumir el concepto: “Existo y luego pienso” . Reniegan, en el buen sentido, de la filosofía, de la psicología, de la lexicología… Pero no dejan de construir con eficacia frases altamente cultas con intrincadas palabras vulgares que con ton y son, nos trasladan hacia un campo exquisito del lenguaje. Derriban el estilo careta impostado de la pose. Uno deja de ver dos señores bien plantados y con polleras para ver múltiples personajes populares, estos dos artistas imponen una voz particular que van entonando frases rimadas, pensadas e inteligentes. Lo hacen hora y media, sin parar-sin parar. El espectáculo logra ser plurivocal, característica muy propia de la buena literatura.
Alejandro y Pedro, ponen sobre el escenario los dos instrumentos más preciados del actor: la voz y el cuerpo. En esa vigorosa búsqueda del mínimo movimiento, logran el ensanche preciso al proyectarse sobre sus personajes con sus textos bien compuestos.
Deshilachan sentidos entre freses y palabras, encuentran ese otro rasgo peculiar que sólo puede ser visto con la mirada del ingenio.
Entre las humoradas numerológicas toman el 13, pasan al 666 para referir al número de la bestia e inventan el 600 como el auto de la bestia y el 669 como su número erótico. Chispa pura.
Pedro nos refiere, a la salida de Fo , que esta noche están en Tucumán, se regresan a Córdoba después y se van para España. (Dicen en su espectáculo: la Ñ es de España y nos pasean un poco por la historia de la lengua). Me aclara que la música está toda trabajada por ellos, es lo que les va surgiendo en cada ensayo pero sobre todo, tiene que ver un poco con su origen uruguayo y su sentida percepción por los ritmos del carnaval de su zona. “Nosotros somos así” – expresa. Y luego sale Alejandro, con su personalidad avasalladora, abraza y besa a los amigos en el hall y te dice como si te conociera de toda la vida: “¿Cómo te va?”
Antes del inicio de la obra reciben al público en el pasillo del Teatro del Huerto como dos novias bigotudas muy liberty’s pero en realidad son la pantalla de una exclamación: “casarse es humano, divorciarse es divino” , frase no dicha en tono apologético sino en tono de resignación light, super «qué le vamo’asé».
Y si de tonos se trata, el espectáculo tiene cada diez minutos de texto una canción, muy bien entonada, como una que dice “Vaya donde vaya uno se trae una toalla”, frase lograda para referir un poco la “viveza criolla” con la simplicidad de la cosa.
Cre sincerament que amb so grand artist.
Como cierre plus, luego del sostenido aplauso del público en que vuelven a la escena para continuar un poco más, ponen en marcha el texto: “Cuando Graham Bell inventa el teléfono”, que reza: «Cuando Graham Bell inventa el teléfono, frente a su invento se interroga: – A quién llamo ahora?… Graham ya viejo, conversába le al espejo, sabiendo que dejaría un mundo algo más sencillo pero mucho más complejo: la telefonía, los telefonistas, sus vicios, sus cortes de servicios, el teléfono celular, análogo o digital, la casilla de correos, el te hablo pero no te veo, las llamadas perdidas de las perdidas que no nos llaman…”
Nota relacionada:
Los modernos: Alejandro y Pedro, un optimismo que arrasa
http://www.salta21.com/spip.php?article908
