De componendas y malas juntas

¿Cuál es el motivo de que dirigentes de la UCR y el PS le regalen la postulación al eterno candidato, cuando si éste concurriera por sí y su minúsculo emprendimiento, no lo votarían ni los loros? Es por la crisis del sistema de partidos políticos.

Inmediatamente después de alardear durante una semana entera, los dirigentes políticos salteños radicales y socialistas, sobre la perfecta e inmaculada lealtad del ex presidente Alfonsín, para con sus ideales durante toda su vida, han empezado a borrar con las dos manos y los dos codos, todo lo vociferado, y se aprestan a conformar una alianza electoral para el próximo 28 de Junio de 2009, que tiene más cara de fondo de tapera, que de estrategias de frente.

El viejo y glorioso partido radical, conjuntamente con el viejo y glorioso partido socialista, sin ninguna consulta previa a sus escasas bases y por un mero acuerdo casi secreto de cúpulas locales, obedientes a los mandatos emanados de las componendas nacionales, cuyo único fundamento conocido es el amiguismo de los dirigentes que han vegetado durante años en el congreso Nacional, llevarán -es un secreto a voces- como primer candidato a diputado provincial al eterno postulante del oportunismo, Ricardo Gómez Diez.

Este personaje nacido de un partido que no se atreve a llamarse ni viejo ni glorioso, tuvo la astucia y la habilidad, de no participar en las últimas elecciones de su propio novísimo y nada glorioso PPS, a sabiendas que recién desprendidos del PRS no lo votarían ni los parientes, y se alejó raudamente a Buenos Aires, hablando de prescindencia (para no decir, mejor me borro) a gozar de otra ignota contratación de última hora que le permita seguir en el ruedo sin tener que lidiar con su título casi sin estrenar.

Todos los interesados se preguntan, cuál es el motivo de que dirigentes de los otros partidos, le regalen esa postulación al eterno candidato, cuando si éste concurriera por sí y su minúsculo emprendimiento, no lo votarían ni los loros?

Y la respuesta no puede ser sino una, la crisis del sistema de partidos políticos, y la tajada que sacan de ello los que han logrado hacer amigos y recomendarse entre ellos, violando las cartas orgánicas, y lo que es más grave, la voluntad de los afiliados.

La UCR viene además de cometer otros grandes errores, ya que festejaron hasta con un brindis la llegada del interventor mandado por MORALES para que los radicales K no pudieran hacer acuerdos de cúpulas, y el interventor acaba de cerrar un acuerdo de cúpulas. Lo que jocosamente ha generado en los pasillos de la alicaída sede roja y blanca, la conocida frase: “no nos ayudes más Guibergia !!!!”

El Partido Socialista por otro lado, ha salido a los medios por boca de su secretario general Antonio Soria, a justificar lo injustificable, a regalar frases tan altisonantes como huecas, y a masticar la bronca de que, tal cual les ocurre a sus transitorios socios radicales desde Jujuy, a ellos desde Santa Fe le digan lo que tiene que hacer, y punto. Y para eso tendrán que sentarse a conversar con el personaje elegido a dedo previamente, cuyo antecedente más próximo, además de haberse otorgado él mismo subsidios del senado nacional a sus propias ignotas fundaciones Salta Siglo XXI y Salta Para Todos (ésta última propiciadora de la venida de Prat Guy, ex Banca JP Morgan y ex Banco Central como premio por sus servicios a la banca extranjera), es haber formado parte del llamado bloque interfederal de la Cámara de Diputados con el busismo tucumano (absorbete ese citrus¡¡¡¡) a sabiendas todos de que en estas lides nadie privilegia el diálogo, sino que sólo se acuerdan candidaturas.

Claro, no me imagino qué podrán hablar de derechos humanos, redistribución del ingreso, beneficios populares o las cadenas perpetuas dadas al genocida Bussi. Tampoco me imagino una conversación sobre la derogación de la ley de subversión económica (proyecto del Banco Mundial llevado al recinto de la Cámara de Diputados de la Nación por el candidato a dedo) que dejó el tendal de ahorristas sin su dinero, y los banqueros delincuentes chochos de gusto por el negocio, que sin la impunidad regalada con esa derogación, venía muy complicado.

El viejo Alfonsín desde la eternidad no saldrá de su asombro; él, justamente él que en el año 1988 modificó esa ley y defendió su vigencia para intentar parar a los subversivos de la economía, que finalmente lo derrocaron un año después.

Y así serán las cosas nomás, si no prima a última hora un oportuno arrepentimiento. No hay que ser muy avispado para adivinar, que con éste engendro de última hora, el 28 de Junio el PJ los va fajar otra vez. Y ya entrada la noche de ese domingo, con los escasos resultados en la mano, en algún pequeñito bar de la Ciudad, (mientras más chico mejor, para que no resalte la poca concurrencia) se juntarán los alicaídos frentistas a concluir, como siempre, que el pueblo no sabe votar, y que no se explican cómo la gente volvió a votar el mismo partido que los decepciona una y otra vez después de cada elección, desde hace décadas.

Yo se los explico anticipadamente: como decía don Arturo Jauretche, el cuarto oscuro es donde más claro se ve, y el pueblo de Salta, frente a la opción que esa nueva alianza ofrece, de rejunte de última hora de procesistas – socialistas – radicales intervenidos, votará espantado y resignado, lo malo ya conocido.

Ofertas electorales vergonzosas como ésta, con cara de Unión Democrática , nunca tuvieron éxito. Lo deberían saber los viejos y no viejos dirigentes locales, sólo con leer la historia.

Otro anticipo: la UCR se sentará inmediatamente después, a pedirle al interventor que se vaya cuanto antes –si no se va solo- y hablarán en noches interminables del error histórico de haber perdido la oportunidad, en plena alza de la imagen radical que ha generado el paso a la inmortalidad de Alfonsín, de empezar a recuperar su propio electorado primero, y el voto independiente después, si hubieran actuado seriamente y respetando sus propias ideas.

El Partido Socialista también hará su autocrítica –mas temprano que tarde, para usar términos más afines- que seguramente les servirá de experiencia. Pero definitivamente, ninguno de los dos tendrá explicación alguna para dar, de haberse prestado a servir los intereses de la oligarquía y el elitismo católico salteño. Ellos, los partidos nacidos de los movimientos populares laicos. Las cosas que hay que ver en nuestra Salta.

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Daniel Tort

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