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domingo, noviembre 24, 2024

China Zorrilla y Carlos Perciavalle: escenario caliente, paraíso infernal

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Eternamente China Zorrilla será una actriz representante de la escena rioplatense como eternamente será Carlos Perciavalle el Rey del Café Concert porteño. Ambos son uruguayos pero radicados en Argentina, montaron sus afamadas carreras artísticas.

En 1985, se atrevieron juntos a una primera versión de esta comedia.
El “Diary of Adam and Eve” está basado en el primer acto de la comedia musical “The Apple tree” , inspirado en historias de Mark Twain, Frank Stockton y Jules Feiffer. El diario privado de Adán y Eva , fue retomado en el 2007, presentado con éxito en Buenos Aires, provincias argentinas y en San Juan de Puerto Rico. Anoche se dio en el Teatro del Huerto la primera función y para esta noche las localidades están agotadas.

Con música original de Federico García Vigil, interptetada por las manos del pianista Matías Piegari, los actores Concepción y Carlos Héctor, se entregan en esta comedia musical con diez canciones: Hombre (CP), Aquí en el paraíso (ChZ), Animales y pájaros (CP), Extrañas sensaciones (ChZ), Mi única amiga (ChZ), La cabaña (CP), La serpiente (CP); Pobre Eva (ChZ y CP), Arrorró (ChZ y CP), ¿Por qué lo amaré tanto (ChZ) y Canción final (ChZ y CP).

Cuando ingresa a la escena Carlos, irrumpe con un “Sres. Buenas noches”… y la vemos a China expectante, lista para largar… Con una presencia escénica arrolladora, Perciavalle dice haber concretado esta idea en 1822…, en un encuentro con China en Nueva York. Se ríen del tiempo y de sus edades, China exhibe el super tamaño de letra del libreto. Jamás dejan de expandir ternura y gracia, una chispa glamorosa entre lo incierto y lo esperado.

Abren, curiosamente, con un desmontaje de la comedia. Cuentan acerca de cómo la directora de la obra, China Zorrilla, consiguió este texto y cómo fue naciendo la idea que ambos trabajaron durante tiempo. Nos enteramos del éxito de la primera vez y de la ocurrencia de hacer teatro los lunes – cuando nadie hacía funciones- en el Teatro Espacio con cuatro jornadas: en la primera María Rosa Gallo , en la segunda el Cuarteto Supay y luego ellos, increíblemente produciendo un éxito inesperado. Hablan sobre la crítica que los catapultó, con mucho humor, como si ello hubiese sido inmerecido.

Las memorias sobre las presentaciones y un juego dialogal plagado de humoradas hacen la previa del Diario privado. Apagón con anécdota y comienzo de obra. Raúl Lavié, en la voz de Dios, le da el mandato a Adán: la prohibición que expulsará a estos semidioses del eterno aburrimiento divino para ingresar en las terrenales y humanas contradicciones.

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Eva y Adán en el paraíso van construyendo paralelamente la caracterización del hombre y la mujer de todos los tiempos. Ella la poesía y el amor; él el trabajo y el materialismo. Ella la sensación y la tentación; él el humor y la practicidad. Un texto riquísimo dicho con el talento de dos grandes artistas. China logra crear el clima del romanticismo, con un tono certero, enigmático y potente le imprime a su personaje esa cualidad enérgica y ese toque femenino necesarios para mostrarnos la imagen de una primera mujer pero también, de una última mujer; en todo caso: la mejor de entre ellas. Carlos logra hacernos sentir la compensación del amor, tierno y distraído ante la sensación pero amante y compañero al fin. El hombre entre todos los hombres.

Mientras expresa Eva su enamoramiento, su tristeza y su primera amargura, nos complace con sus canciones al tiempo que él, irritado por este bicho desconocido, nos hace parte de un mundo interior cargado de simplicidades. “Nosotros” es el nombre que Eva le pone a su relación, y a todo lo creado va nombrando. Y esto cualifica la obra hacia un aspecto más lúdico y llamativo, más extraño y tan conocido. Asistimos a una primera vez, a esa creación maravillosa de hombre y mujer. Todas las etapas de la vida de una pareja, se ven reflejadas en estos seres paradisíacos que componen una oda a lo prohibido como la fase del encuentro feliz entre los sexos. Ahora, más humanos, han comprendido la esencia del amor y de los seres mortales, porque “allí donde está Eva, está el paraíso”.

Esperamos en los pasillos a China y Carlos. Un custodio estaba bastante reticente a la prensa. Nos pide que no grabemos a la actriz. Beso a China, quien sale acompañada de una dama y de Flor, su perrita, guardada simpáticamente en un bolso de mano. Va saludando y sacándose fotos. La madre de Juan Manuel Urtubey también la esperaba. Más atrás viene Perciavalle. “Es un honor trabajar con China, verdad?”– le digo. “También para ella es un honor trabajar conmigo”– dice Carlos con mucha suspicacia. No caben dudas. En la vereda, a unas damas, China les cuenta que le encanta la canasta, un juego de cartas.

– Leer también:

Carlos Perciavalle, un rey cotidiano

www.salta21.com/spip.php?article6

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