El sábado docentes de capital ratificaron como delegada a Estela Ortega en una asamblea sin debate. Con el paro del jueves comienza una serie progresiva de medidas de fuerza que el gobierno quiso frenar con un aumento mínimo y selectivo.
La docencia provincial se prepara para la jornada de protesta del jueves 4 -un paro nacional a seis meses del fusilamiento del profesor Fuentealba-. Se calcula que la inactividad en escuelas y colegios de Salta será total. A las 10 partirá una marcha desde Belgrano y Balcarce.
La Asamblea está convocando a los delegados de cada escuela o colegio a coordinar acciones en un comité de huelga para sostener el plan de lucha.
El gobierno insiste en que se trata de un reclamo nacional pero desde la Asamblea se marcó este paro como el inicio de una serie progresiva de medidas de fuerza en respaldo a un conjunto de reclamos que no fueron considerados en la Mesa de Trabajo.
Un aumento selectivo y mínimo en la antigüedad para los docentes con más de 22 años de servicio fue anunciado por el gobierno como una concesión importante con ánimo de frenar el plan de lucha.
Ortega ratificada
En una asamblea que duró sólo una hora en la tarde del sábado docentes de capital reunidos en el gremio de los judiciales ratificaron como delegada departamental a la profesora Estela Ortega
Hubo tensión y hasta llanto en una asamblea en la que se confrontaron dos líneas diferentes: una que quería cambiar a Ortega y otra que apoyaba su continuidad.
En el fondo la pugna no es sólo por una persona sino también por distintos estilos y hasta concepciones de la lucha. Los que impulsaban el reemplazo de Ortega -básicamente el sector de Tribuna Docente- quiere mayor movilización, organización y dureza frente a las políticas del gobierno. Acusan a la delegada de no difundir suficiente y claramente el último paro dispuesto por la Asamblea en conjunción con el sector de Salud pero con demandas propias. «Yo cumplí mi tarea como siempre, a mí no me pueden responsabilidar por el acatamiento o no a un paro porque esa es decisión de cada docente», replicó Estela.
Los que defienden su continuidad consideran que es idónea, responsable y dedicada en su tarea y valoran su independencia de sectores partidarios lo cual -sostienen- es adecuado para quien es vocera y representante de los docentes capitalinos donde hay distintas líneas gremiales, políticas e ideológicas.
«Los del PO la quieren sacar para imponer su línea política partidaria en la representación de los docentes de capital» comentaron algunos asambleístas molestos porque la última asamblea se prolongó demasiado debido a la discusión de si había que cambiar o no a la delegada. Finalmente se aprobó una moción para que se realirara otra asamblea con el único propósito de ratificar o «rectificar» (sic) a la delegada.
El sábado concurrieron a la Asamblea de capital un centenar de docentes. El único asunto a tratar era el cambio o la ratificación de la delegada departamental. Hubo propuestas de ampliar el temario y abrir el debate. Pero la mayoría optó por considerar con exclusividad el tema del día y votar por la ratificación o e reemplazo de Ortega. Entonces se procedió a votar y triunfó el respaldo a la actual delegada por 71 votos a 16.
Algunas asambleístas aprovecharon la posibilidad de justificar la abstención para repudiar el hecho de que se haya soslayado el debate y ello provocó tensión y frustración en el grupo que perdió la votación e incluso el llanto de alguna profesora que creía ver con impotencia que se cerraba la posibilidad democrática de discutir a fondo los temas antes de decidir.
