A través de la acción (performance) de los personajes más importantes del Ballet Romántico “ Giselle”, se intenta una lectura semiótica acerca de la significación de la obra, tomando tres ( 3) de los momentos más sobresalientes del texto espectacular ( y sus intertextos – narrativo y musical – ) : el enamoramiento de Giselle y Albrech – escena de la margarita – , el engaño de Albrech – acto de la locura y, muerte de la protagonista ( en el 1er acto ).
En el segundo acto, la actitud redentora de Giselle, que evita la muerte de su amor, bailando junto a él hasta el amanecer, liberándose así de la muerte.
Se aborda el texto desde las condiciones de circulación, las causas de su vigencia y la influencia cultural en el mundo el ballet.
Valores y temática de la obra
Presentimiento, amor, tragedia, locura, muerte e inmaterialidad, son las temáticas que aborda la obra.
Presentimiento: de la Berthe, madre de Giselle, consciente de la debilidad cardíaca de su hija, quien la previene que de seguir bailando podía morir antes de casarse y convertirse en “ willi” [1]
Amor: de Giselle hacia Albrecht y viceversa; engaño del noble ( Albrech ) al hacerse pasar por un simple campesino enamorado de la joven; desilusión y desesperación de Giselle al desenmascararse el engaño, llevándola a la locura y la muerte.
Primer Acto – El enamoramiento: “escena de la margarita”
Uno de los dos momentos del 1er acto, tomado para este análisis como importante y sobresaliente, sosteniendo el hilo conductor de la obra.
El personaje de Giselle es el de una joven campesina inocente, protegida por su madre debido a su debilidad cardíaca, y grandemente estimada por los habitantes de la comarca. Se pergeña también, una sensación de invalidez (cuando se ve a Hilarión dejando, diariamente, frutos de su caza para sustento de madre e hija), e inexperiencia.
No aparece la figura de un “padre”, lo que sugeriría, la poca experiencia de Giselle con los hombres o los roles masculinos.
Así, Giselle ( destinatario, desde el punto de vista semiótico) se convierte en el “objeto de deseo” de Albrech (destinador), lo que obtiene acabadamente, a la sazón un noble, que poco le cuesta seducir a la inocente campesina inexperta, confiada y aparentemente “ a la espera del amor de su vida”. En la escena de “la margarita”, juego que le propone Albrech, la convence que está enamorado de ella y, puede que así lo sea, pues Giselle muestra característica de personalidad y afectivas, desprovistas de todo interés, especulación o exigencias.
Ella sólo quiere complacer y reconfortar a su enamorado (aún a pesar de la debilidad de su salud), depositando su amor con fe ciega.
El desenmascaramiento
¿Que pretende Albrech con su engaño? ¿Amor? ¿ Diversión? ¿ Poder?
Es probable que las tres cuestiones, pues se interrelacionan y complementan. Albrech aparece como el destinatario en un doble juego de victimario y víctima. Por un lado, desencadena la muerte de Giselle, y por el otro, es esclavo de la culpa y el arrepentimiento por el resto de sus días.
¿Amor? Albrech está comprometido con Bathilde, aunque no se traduce si está enamorado de ella; mas tiene su palabra de casamiento otorgada a alguien de su clase social. Aún cuando fuera sincero su amor por Giselle, sabe que jamás podría ser aceptada en una unión “morganática “[2] , y su relación desde sus inicios es engañosa y traidora, desde el momento que oculta su verdadera identidad.
¿Diversión? Todo lleva a pensar que es uno de los motivos principales de su actuar. Aburrido de una vida acomodada, rodeado de honores y personajes serviles, Albrech ha decidido salir en búsqueda de la aventura, experimentar ser amado por lo que es, sin lujos, honores y prosapia, Giselle, hermosa campesina, inocente,pure e inexperta, pudo haber sinceramente conquistado el corazón del noble. Pero Albrech está plenamente consciente de su mentira, algo imposible de concretarse, por ende índice a pensar que la diversión, la aventura, la búsqueda de experiencias distintas fue la razón de enamorar a Giselle.
¿Poder? ¿ Machismo? Íntimamente unido a lo anterior, surge el sentido de apropiación, poderío y machismo. Albrech es un noble con poder reconocido y legitimado, tiene poder sobre Bathilde, a la sazón su noble prometida. Y también ha conquistado el corazón de Giselle, una joven con características totalmente opuestas a la de su prometida. No sólo posee un poder económico y social, sino también reafirma su ambición de poderío y machismo teniendo dos enamoradas, una con la cual debe casarse y cumplir las reglas de la alta sociedad; y la otra, una humilde campesina que ha depositado su amor en él inocentemente. Albrech ha concretado sus ansias de poderío y machismo, sin medir las consecuencias.
Escena de la locura
El texto espectacular muestra con excelencia dramática, la temática del engaño, el desenmascaramiento de Albrech, y el desencadenante ; la locura de Giselle llevada por la desesperación y desilusión a una posterior muerte ; una mezcla de locura y debilidad cardíaca que la lleva a este triste final.
Hilarión (función de oponente – semiológicamente) desenmascara a Albrech en presencia de todos. Ante la evidencia, el noble no puede más que reconocer quien es; besa la mano de Bathilde.
Giselle estalla en confusión, desesperación, desilusión: su mundo de felicidad se le desmorona de golpe: todo era una mentira, una traición, un engaño.
Espeluznante, dramática, excelentemente trabajada escénicamente, la “escena de la locura” es una obra maestra de tragedia, amor, presentimiento y muerte. Se la puede interpretar coreográficamente así: Giselle arranca la espada de las manos de Hilarión, recorre el escenario en círculo en presencia de todos los personajes del 1er acto, e intenta suicidarse con la misma. Hilarión se lo impide. Ella comienza a divagar. Totalmente perdida regresa al pasado (apoyada por el “leit motiv” de la música de Adolphe Adams) y danza recordando los momentos vividos con Albrech.
Cabellos sueltos, ojos desorbitados, mirada perdida y movimientos espásticos, conforman una escena trágica que termina con la súbita muerte de Giselle. Desesperación de la madre, reproches mutuos entre Hilarión y Albrech. Pero Giselle ha muerto y Albrech huye de la escena.
Acto II – Las “Willis”; el castigo de Albrech; actitud redentora de Giselle
Este acto se desenvuelve en un mundo ultra terreno, poblado por “willis” que aparecen por las noches con el fin de vengarse de los hombres haciéndolos balar hasta morir.
Giselle es invitada al acto de iniciación para sumarse el ejército de “willis”.
Despreocupado, Albrech se acerca a la tumba de Giselle a dejarle lirios, cuando es sorprendido por las “ willis”. Es ordenado bailar hasta morir.
Giselle reaparece ante su enamorado y en lugar de tomar la misma actitud de sus pares, decide bailar con él hasta el amanecer (momento en que las “willis “ desaparecen ), aliviando su cansancio y salvándole de la muerte.
Esta actitud redentora sugiere que Giselle ha superado los sufrimientos terrenales del engaño y la traición pues baila amorosamente con Albrech, demostrando que lo sigue amando.
Una y otra vez, solicitando permiso de la Reina de las “willis”, y, reclamando se lo perdone, y ante la negativa de Myrtha (reina de las wllis), Giselle acompaña bailando al amor de su vida.
Por un momento Albrech llega al final se sus fuerzas y cae rendido, pero suenan las campanas del amanecer: el objetivo de Giselle se ha cumplido: salvar a su amado de la muerte.
Albrech pretende seguir a Giselle, pero ahora pertenecen a mundos distintos y ella lo rechaza, volviendo a la tumba tal como apareció, previo despedirse con todo su amor.
Finaliza la obra : Albrech solo en el escenario, desesperado, dolorido, compungido.
¿No estará acá la venganza (velada) de Giselle, obligándolo a quedarse en el mundo terrenal, cargando su culpa por el resto de su vida…?
– [1] willis, espíritus de muchachas que, en vida, habían sido desmesuradamente aficionadas al baile pero habían muerto como consecuencia de haber sido abandonadas por amantes infieles. Al morir, se convierten en mujeres vampiro, que embrujan los bosques para vengarse de cualquier hombre que se cruza en su camino, obligándole a bailar hasta quedar agotado, momento en que lo lanzan a un lago cercano.
– [2] El matrimonio morganático es la unión realizada entre dos personas de rango social desigual (por ejemplo: entre príncipe y condesa o entre noble y plebeyo), en el cual se previene que el cónyuge y cualquier hijo de dicha unión herede u obtenga los títulos, privilegios y propiedades del noble. Es conocido como «matrimonio de la mano izquierda» porque en este tipo de matrimonio el novio sostiene la mano derecha de la novia con su extremidad izquierda cuando lo normal es hacerlo al revés.
Investigación para la cátedra de Semiótica Visual I, la Licenciatura en Arte, Universidad Nacional de Salta- Argentina.
– La autora de la nota es Abogada, Notaria, Prof. Nacional de Danza Clásica, Especialista en «Evaluación y Gestión de Instituciones de Nivel Superior, próxima a graduarse en la Licenciatura en Arte- Salta- Argentina.
Ballet «Giselle» – Acercamiento a una lectura semiótica
Perfecto e inteligente!!!!, podrias ir al Ballet de la provincia ya que estoy seguro que mas de la mitad de la compañia no sabe ni la mitad de lo planteado en este articulo, nuevamente muchas gracias por culturizar a las personas hacia el ballet, y lo mejor de todo es que es de buena fe.
EXELENTE TRABAJO
Ballet «Giselle» – Acercamiento a una lectura semiótica
muy interesante la interpretación de este clásico
sería muy bueno que esta lectura se haga también sobre otras obras del repertorio de ballet, igualmente paradigmáticas para la historia de la danza
alejandro cervera / buenos aires
Ballet «Giselle» – Acercamiento a una lectura semiótica
COMO SIEMPRE UN PLACER LEER TUS ARTICULOS. EXCELENTE!!!!
Ballet «Giselle» – Acercamiento a una lectura semiótica
Como siempre Profe., Ud con sus investigaciones que nos hacen re-pensar lo que estudiamos, en la Historia de la Danza. Es una mirada distinta , provocadora e incetivadora de los aspectos del ballet clasico-romántico, que nunca se nos hubiera ocurrido pensar. Es más, pasamos la historia del ballet romántico como una historia sutil y supérflua, y nunca pensé que cada obra tuviera una interpretación más alla de lo artistico, como es el aspecto semiotico,que no se enseña en los profesorados de danza.
Es dificil para los que tenemos miradas artìsticas pensar en sentido semiotico… no estamos preparados para ello. Pero gracias a su aporte y otras dimensiones de estudio,puede que tengamos
aspectos semiotiocos en el futuro de la carrera de docentes de danza. Carina