La firme decisión del oficialismo de pagar la deuda produjo en estos días efectos positivos y negativos dentro de la economía argentina. Por un lado, el anuncio del gobierno de los dos decretos para pagar la deuda son quizás idénticos al que derogó la justicia recientemente.
Pero a decir verdad, las actitudes propias que enrolan al oficialismo marcan una vez más el desacato y el no cumplimiento por las resoluciones judiciales, más allá de la independencia de poderes, ello resultaría provocador y tal vez desestabilizante que pone en peligro la estabilidad de las instituciones democráticas.
Desconocer las resoluciones judiciales implica un comportamiento opuesto, fuera del marco legal y que el propio legislador creador de normas y que por lo tanto configura una negación al diálogo y a la comunicación con la oposición, siendo imposible la posibilidad de negociación o acuerdos dentro del Congreso y del Senado.
Si bien el pago de la deuda externa con las reservas del Banco Central, aliviaría en parte la situación del país, cuales serían los efectos macroeconómicos del desendeudamiento, positivos o negativos.
Desde el punto de vista internacional, ello sería un efecto macroeconómico positivo ya que fomentaría nuevas inversiones en Argentina, creándose más empleo y generaría más confianza en los agentes inversores extranjeros, pero a la vez la intención de volver a pedir prestado.
COLOMINAS sostiene que “el BCRA fue el instrumento privado favorito de quienes convirtieron la deuda externa en ganancia privada y la fugaron del país” (1); ello es sin dudas una reflexión coherente y acertada que representa a nuestra reseña económica de la Argentina desde los tiempos de la dictadura y hasta el presente, cada gobierno ha dejado una deuda externa diferente y quizás voluminosa imposible de hacer frente
Pero desde la propia economía argentina, se está gestando el incremento de la deuda interna siendo otro efecto macroeconómico pero negativo, teniendo una tasa de inflación alta, el consumo más restringido, salarios pulverizados por el nivel general de precios y un aumento del gasto público que no se detiene, acompañado de una situación sanitaria extrema con la amenaza de cierres definitivos.
Frente a este escenario económico y político, habría que prestar atención en el aumento inflacionario, el funcionamiento del tipo de cambio y su competitividad con otras monedas, dado que en los últimos meses ha sufrido contracciones de importancia y si no se adoptan medidas en el corto plazo, podríamos llegar a una nueva situación de default económico, golpeando nuevamente las clases sociales más humildes similar a la crisis del 2002.
– (1). Colominas, Norberto: “Renta y poder en Argentina”. Le Monde Dipomatique – El Diplo. Pág. 12. Marzo 2010.
– La autora es Jefa de Trabajos Prácticos de las cátedras Análisis Económico y Financiero y de Elementos de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de Buenos Aires – Facultad de Derecho. Master en Derecho y Economía (tesis en preparación). Universidad de Buenos Aires – Facultad de Derecho.