(Especial para Salta 21) Ha pasado casi inadvertida, la fotografía tomada por los medios locales en Canadá, de nuestra Presidenta y sus gobernadores más cercanos –Beder Herrera, Gioja, Urtubey-, en una mesa servida por ellos para el mismísimo presidente del gigante minero Barrick Gold.
Con una sumisión escandalosa, y sin ninguna vergüenza, todos los participantes se esmeraron ante el ejecutivo de esa multinacional, en ofrecerse como los más leales y decididos adherentes a la explotación minera en las Provincias Argentinas, asegurándole al empresario seguridad jurídica (léase rentabilidad asegurada), condiciones ventajosas de inversión, y en un exceso de abyección, alguno llegó a decir que aspira a ser el número uno en ese rubro.
Por supuesto que ante tamaña oferta, y aprovechando rápidamente semejante desprendimiento sobre la propiedad pública, el empresario canadiense afirmó lo que nadie podrá corroborar nunca, una inversión de supuestos tres mil quinientos millones de dólares, fuentes de trabajo, desarrollo, y progreso. Espejitos y canicas de colores. Exactamente igual que hace quinientos años.
Claro que al inversor extranjero no hace falta que le presenten ese panorama tan alentador para las arcas de su empresa, ya que lo conoce a la perfección. Desde la sanción del nefasto sistema legal de concesiones mineras, urdido en la usina de la mas grande traición a la Patria durante la década infame de La Rata, y apoyado por un Congreso Nacional cómplice, se otorgaron derechos de cateo y explotación a ésta firma, que desde entonces se ha dedicado a extraer con el sólo control de sus propias declaraciones juradas, cientos de miles de toneladas de minerales de nuestro suelo, pagando el 3% como máximo de canon por esa actividad, y estando eximida del pago de impuestos varios, sin pagar las cantidades industriales de agua potable que consume y contamina, y hasta teniendo fomento de exportaciones por puertos patagónicos (3% de reintegros, menos el 3% de canon, pagan cero). Este robo organizado está enmarcado por el Dec. 456/1997, y mejorado luego por la ley 25.225. Antes de regresar al País, la Presidenta y los gobernadores ofrecieron al ejecutivo de la empresa canadiense un almuerzo con rigores protocolares de jefe de estado; ni más ni menos. Después de todo es prácticamente dueño de un nuevo territorio binacional, consistente en exclusividad de explotación y paso a ambos lados de la Cordillera de Los Andes, en las laderas Argentina y Chilena. Para que no queden dudas de ningún tipo, la Señora Cristina Fernandez de Kirchner aseguró al empresario que no se tocará la legislación minera en el futuro, lo que revela que la diferencia que la señora dice tener con La Rata Riojana no es tanta; y además está asegurando una cuestión que no depende de ella, sino del Congreso de la Nación.
Hasta la fecha que se escribe este artículo, no se ha escuchado a ninguno de los miembros de las comisiones de minería del senado o de diputados ha dicho una sola palabra. Mientras tanto no se publica que el convenio colectivo de los trabajadores de la Barick Gold es de empresa, lleva el nº 673/2004, y no aumenta sus remuneraciones desde el mes de julio de 2008, Resolución 1222/2008 de noviembre de ese año, que estableció solamente un 8% de incremento, pero escuche bien, condicionado de la siguiente manera: el 40% del 8% será establecido y abonado en función de las metas propuestas por la empresa sobre el total minado. El 20% de ese 8% se otorgará en función del cumplimiento de las metas establecidas en relación a la disponibilidad operativa. El otro 40% del premio (o sea, del 8%) se otorgará en función del porcentual de cumplimiento de las metas establecidas en relación a las onzas colocadas en el vale de lixiviación.
Dicho de otra manera, el último aumento otorgado, que está congelado desde julio de 2008 como si en Argentina no hubiera inflación, depende de que la empresa lo quiera dar. Esta la realidad que impera sobre todas las promesas de producción, empleos nuevos, desarrollo, y demás mentiras de la minería extractiva contaminante. Además de que con anterioridad, la Presidenta vetó la ley de protección de glaciares para que la Barrick Gold siga dinamitando glaciares. Quinientos años igual. Un deja vous muy claro: el de los conquistadores llegando a estas tierras, a explotar y expoliar a sus habitantes, y saquear sus metales preciosos, dejando tras de si desolación, muerte y pobreza. Pero no lo hacen solos. Tienen la complicidad de los cipayos de siempre. El dueño de la minera Canadiense hace su negocio, y es peligroso.
Pero como decía Arturo Jauretche, más peligroso que el gringo, es el que gringuea.
– El autor es abogado laboralista, comunicador social. Se destaca por su opinión crítica en su Columna Editorial por FM – 88.1. Co-conduce el programa «La madre que las parió» los viernes de 12 a 13 por FM Noticias junto a la abogada Verónica Húber.