Falleció el ex Presidente Néstor Kirchner. Los usos (políticos) de la muerte

Hablando sobre los marranos, en torno a los “cerdos” judíos, Derrida, ese pensador francés que tanto estimo…, comentando una foto de un matrimonio de judíos, presuntamente conversos pero continuando en privado con su fe, dice que hay un tiempo de silencio, por y para el silencio –confirmo modestamente la idea, a pesar que yo no sea muy amigo del tiempo, del orden del tiempo, al que creo que habría que abolir o comenzar a diluir en una revolución socialista radical, “extrema”, para vivir sin tiempo, fuera de tiempo, aunque resulte imposible imaginarlo. Existe o habría por ahora, en este ahora, un tiempo de silencio, por y para el silencio –es el tiempo de la muerte y de los muertos. Lamento entonces, tener que interrumpir ese silencio para escribir una nota acerca de los usos políticos del fallecimiento del abogado Néstor Kirchner.

Yendo al tema, quizá la Presidente debiera haber declarado asueto y duelo nacional por el crimen político de Mariano Ferreyra, asesinato en el que están involucradas la “mafia” sindical, barras bravas de clubes deportivos, la derecha peronista, la Federal, determinados monopolios mediáticos, ciertos segmentos de las clases dominantes y de los grupos privilegiados, servicios de inteligencia, una fracción del Estado que la Presidente no controla, etc. –crimen político de una absurda, evidente y torpe intención de desestabilización y de regreso a cosas ya vividas.

En conexión con lo precedente, es factible que los que suelen sacar dividendos de río revuelto, como son los asesinatos políticos, intenten desestabilizar con golpes económicos, mediáticos y/o políticos al actual Gobierno e incluso, al sistema en su conjunto (Gobierno y sistema al que no adherimos por una multitud de razones) –uno de los tantos motivos que podrían llevar a la desestabilización, es que para los acostumbrados a alinearse y alienarse en todos los puntos con los Estados Unidos, al modo en que se lo hizo en la época de Menem, cualquier vestigio mínimo, débil, titubeante de independencia es malo, malo; hay que volver a las antiguas prácticas, que vienen desde antes de la Revolución de Mayo, que siempre le dieron resultado a los beneficiados con la renta agraria y con el lucro extraído en el “cinturón” industrial (sé que voy demasiado rápido y que debiera amortiguar la exposición, pero me es imposible concretarlo en un artículo de índole periodística, que generalmente, es de “ocasión”, mas, no oportunista…). Esto no es alarmista; surge de un balance de la mal llamada “rebelión” agraria, del comportamiento de Cobos, del asesinato político de Mariano, etc. –la derecha argentina y las clases dominantes y los sectores acomodados más recalcitrantes, que suspiran por la década de los noventa, son conspirativos, les encanta “podrir la fruta” y son hondamente fascistas o autoritarios.

En ese marco o parergon, los mass media “caranchos”, que no pueden prosperar ni se sienten a gusto si no hablan de muertes y de muertos, no se ahorraron la difusión y multiplicación de un fallecido –como parece que el Censo “del miedo” no era tal (ir a http://www.fisyp.org.ar/modules/news/article.php?storyid=569), gozaron y propusieron el goce con el espectáculo de la muerte, con el objeto de consumo que es ver la muerte en el otro (no venimos nosotros a tematizar el súbito cesar por la muerte misma, sino los empleos, los destinos que se le dan a ciertas muertes, a determinados fallecidos –cf. http://www.salta21.com/Romina-Yan-tiempos-posmodernos-en.html).

Por último aunque no al último, se hizo de la muerte, de un muerto un asunto de Estado. Y no sólo por haber declarado duelo nacional, sino porque se intentó comparar el fallecimiento de Perón con el de Kirchner; se procuró construir una biografía política que fuese panegírica –poco respira de análogo entre ambas muertes; una incrementó la inestabilidad y la otra puede derivar en lo imprevisible (lo que cierta izquierda leninista imagina que son zonceras de vieja histérica, “pequeño burguesa” –los de la derecha no se andan con “(con)decoraciones”…).