León Gieco censurado por mentes fascistas

En la revista Veintitrés No 459, leí que la directora de la Escuela 82, Alicia Mónaco, censuró la letra “La memoria” del cantautor León Gieco. Les hizo arrancar el poema-canción de los cuadernos a los chicos tras calificar la letra de “inapropiada” para el aprendizaje, aparentemente a pedido de un ex militar, padre de uno de los estudiantes, que la calificó como “subversiva”. En Mercedes, provincia de Corrientes sucedió este hecho que no puede pasar inadvertido para ningún argentino. Estamos en un país donde las anormalidades y los “viejos métodos” parecen querer pestañar. Es preciso repudiarlos y desenmascararlos sobre todo si para un 2 de abril se atreven los militares a decir A.

“Sacamos la música de una obra de tirada nacional. En realidad estoy muy disgustada porque desautorizan mi labor ante los chicos y, además, labraron un acta sobre lo sucedido, lo cual perjudica mi carrera”, señaló la profesora Mariel Vera que hizo de público conocimiento el episodio a través de la radio. Más que preocupante que la docente tenga que aclarar cómo fue que llegó hasta la letra de Gieco, y sobre todo, que sea motivo de “reprimendas”. ¿Qué clase de escuela es esta a la que asisten estudiantes donde los censores pertenecen a la época de la dictadura y tildan de subversiva e inapropiada la letra de un poema “gigante”?

“La directora, me llamó y me informó de la queja del padre y me dijo que se labraría un acta. Además, me pidió que retirara del cancionero ese tema. Yo fui y cumplí con la orden que me dieron, pero en ningún momento estuve de acuerdo con la medida”-comentó la profesora de música.

¿Hasta qué punto, puede ejercer este tipo de autoritarismo una directora de escuela que defiende la “censura”? ¿Qué puede transmitir a sus estudiantes? No se da cuenta, esta esclava señora, que si lee los cuentos de los hermanos Grimm con un poco de inteligencia tienen un tenor de crítica y mensajes que no podrá descifrar. Pero claro, el tema es solidarizarse con un supuesto “militar” más otros padres con mentalidad retrógrada y fascista que no comprenden que la memoria es lo único que puede salvarnos contra la opresión.
Hilda Pressman, referente de organizaciones defensoras de los Derechos Humanos en Corrientes, indicó que no podrán borra la historia y evitar que los estudiantes conozcan la verdad de los hechos.

En Salta, no estamos exentos de tamañas aberraciones, hay colegios privados de carácter religioso donde te dicen: “Aquí no se lee Cien años de soledad ni Como agua para chocolate. Esto lo saben muy bien los profesores que trabajan en estos lugares, sólo que no tienen la preocupación de salir a los medios a decir que hay censura donde trabajan. Hay mucho temor, en plena democracia, aunque parezca increíble. También sé de profesores que fueron llamados al “orden” por dar a leer ciertos textos de Julio Cortázar tildados de “eróticos”.

Me alegra haber sido cómplice de Gieco, de Gastón Pauls, del film Trelew, del film La noche de los lápices, de la película Crónica de una fuga, del video La noche de las tizas y de tantos otros “textos” que los estudiantes analizaron en mis clases.

“La memoria” no sólo cierra la película ILuminados por el fuego sino que condensa lo que los monstruos de la dictadura no pudieron quitarnos: la libertad, la memoria, la historia, la verdad además del repudio a la guerra y el recuerdo a los desaparecidos. También hay una severa crítica al circo y al papel de la iglesia. Brindemos por la existencia de giecos, de paules, de cronopios, de garcías marquezes y tantos otros, tantísimos, a quienes en su momento se rinden homenajes oportunos.

LA MEMORIA

Los viejos amores que no están,
la ilusión de los que perdieron,
todas las promesas que se van,
y los que en cualquier guerra se cayeron.

Todo está guardado en la memoria,
sueño de la vida y de la historia.

El engaño y la complicidad
de los genocidas que están sueltos,
el indulto y el punto final
a las bestias de aquel infierno.

Todo está guardado en la memoria,
sueño de la vida y de la historia.

La memoria despierta para herir
a los pueblos dormidos
que no la dejan vivir
libre como el viento.

Los desaparecidos que se buscan
con el color de sus nacimientos,
el hambre y la abundancia que se juntan,
el mal trato con su mal recuerdo.

Todo está clavado en la memoria,
espina de la vida y de la historia.

Dos mil comerían por un año
con lo que cuesta un minuto militar
Cuántos dejarían de ser esclavos
por el precio de una bomba al mar.

Todo está clavado en la memoria,
espina de la vida y de la historia.

La memoria pincha hasta sangrar,
a los pueblos que la amarran
y no la dejan andar
libre como el viento.

Todos los muertos de la A.M.I.A.
y los de la Embajada de Israel,
el poder secreto de las armas,
la justicia que mira y no ve.

Todo está escondido en la memoria,
refugio de la vida y de la historia.

Fue cuando se callaron las iglesias,
fue cuando el fútbol se lo comió todo,
que los padres Palotinos y Angelelli
dejaron su sangre en el lodo.

Todo está escondido en la memoria,
refugio de la vida y de la historia.

La memoria estalla hasta vencer
a los pueblos que la aplastan
y que no la dejan ser
libre como el viento.

La bala a Chico Méndez en Brasil,
150.000 guatemaltecos,
los mineros que enfrentan al fusil,
represión estudiantil en México.

Todo está cargado en la memoria,
arma de la vida y de la historia.

América con almas destruidas,
los chicos que mata el escuadrón,
suplicio de Mugica por las villas,
dignidad de Rodolfo Walsh.

Todo está cargado en la memoria,
arma de la vida y de la historia.

La memoria apunta hasta matar
a los pueblos que la callan
y no la dejan volar
libre como el viento.