El Mozarteum local decidió abrir la temporada con este concierto que resultó de primer nivel con el Sexteto de Cuerdas La Plata integrado por los músicos citados en el epígrafe. Grupo homogéneo, cohesionado, de muy buen gusto, con inocultable talento transitó un camino sensible, dulce, fogoso cuanto potente cuando hacía falta.
Salta, miércoles 8 de mayo de 2019. Teatro Fundación Salta. Sexteto de Cuerdas de la Plata (Nicolás y Marcos Favero: violines; Ricardo Bugallo y Diana Gasparini: violas; Siro Bellisomi y Verónica Almerares: violonchelos). Sexteto nº 1 en si bemol mayor op. 18 de Johannes Brahms (1833-1897). Souvenir de Florence op.70 de Peter I. Tchaikovsky (1840-1893). Apertura de la temporada 2019 del Mozarteum Argentino Filial Salta.
No es frecuente encontrar en la música de cámara, sextetos de cuerdas para explorar la música que a través de los tiempos se ha compuesto originalmente para esta formación. Sin embargo desde el 2014 se reunió un grupo de instrumentistas argentinos de alta calidad que en lo individual han actuado como solistas con las orquestas mas prestigiosas del país y a su vez se han dedicado a formaciones camarísticas -dúos, trios, cuartetos-, como lo menciona las excelentes notas de programa del maestro Pablo Sulic, desafiando el concepto que ese tipo de agrupaciones no tiene público masivo. En lo superficial es así pero en lo profundo encontramos al oyente iniciado que valora el repertorio de este tipo por sus aspectos cualitativos y no cuantitativos.
El Mozarteum local decidió abrir la temporada con este concierto que resultó de primer nivel con el Sexteto de Cuerdas La Plata integrado por los músicos citados en el epígrafe. Grupo homogéneo, cohesionado, de muy buen gusto, con inocultable talento transitó un camino sensible, dulce, fogoso cuanto potente cuando hacía falta. El repertorio se abrió con el notable representante del romanticismo tardío como lo fue el alemán Johannes Brahms. La grave sonoridad buscada por el compositor no impidió un lenguaje altamente expresivo en el concepto polifónico dentro del cual hubo pasajes festivos y por momentos atractivos ritmos de danza. La alternancia entre las cuerdas frotadas y el uso de pizzicatos mantuvo la atención del oyente subyugado por una muestra de elevado arte musical.
Luego vinieron, en el sexteto del ruso Peter Tchaikovsky, bellísimos diálogos entre el primer violín y una viola como así también ese primer violín con un violonchelo para establecer los recuerdos que el autor tenía de los tiempos de su estancia en Florencia (Italia) donde pasó momentos felices como oasis en su atormentada vida. El allegro inicial basado en una figura rítmica de siete notas fue seguido de una inspirada melodía verdaderamente conmovedora, luego otra vez un tempo de danza para terminar con una poderosa fuga en el “allegro vivace” final.
Impresionante seguridad, académica musicalidad y un llamativo ensamble sonoro son aspectos del conjunto visitante que agrego a las cualidades citadas precedentemente. Gran apertura de temporada para la tradicional entidad fundada a principios de la década de los ochenta y hoy convertida en un patrimonio local de gran jerarquía musical.