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jueves, abril 25, 2024

Anderlini otra vez en buena actuación

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El maestro Javier Anderlini, uno de los mejores instrumentistas de la Orquesta Sinfónica de Salta, si no el mejor, ha dado una nueva demostración de sus innegables condiciones técnico-musicales. Su repertorio transitó por la inspiración de Ravel, la Viena bethoveniana y el pianismo de Chopin.

Recital de Javier Anderlini (piano). Pavana para una Infanta Difunta (Maurice Ravel 1875-1937). Sonata nº 31 op. 110 (Ludwig van Beethoven 1770-1827). Sonata nº 3 op. 58 (Federico Chopin 1810-1849). Organizado por Pro Cultura Salta en homenaje de sus patrocinadores. Miércoles 15 de octubre de 2008.

El maestro Javier Anderlini, uno de los mejores instrumentistas de la Orquesta Sinfónica de Salta, si no el mejor, ha dado una nueva demostración de sus innegables condiciones técnico-musicales. Su repertorio transitó por la inspiración de Ravel, la Viena bethoveniana y el pianismo de Chopin. La Pavana, una danza procesional, lenta, propia de las cortes españolas, le sirvió al autor para escribir una página que el mismo consideraba como de menor valor pero que en el fondo se convirtió en una famosa obra, aun antes de su instrumentación para orquesta hecha por el mismo Ravel unos diez años después de haber sido escrita para piano. Anderlini la tocó en el tempo que se comenzó a usar a mediados del siglo XX o sea mas lento que lo que había pensado el autor y ello contribuyó a embellecer la pieza aun mas de lo que ya era de origen. Más de siete minutos y medio cuando en épocas del compositor no llegaba a seis minutos y medio. A pesar de la importancia que la elección del tempo tiene, el pianista entregó diversos matices con lo que me encontré con una ejecución refinada, de elevado rango.

De las sonatas bethovenianas, poseedoras de un arsenal de planteamientos teóricos como aporte a los instrumentos y sonoridad de su época, no cabe duda que la nº 31 tiene un ideal estético verdaderamente atractivo. Sin embargo, aun careciendo de una explicación lógica o convincente, lo sentí a Anderlini, al inicio, como algo alejado del discurso que debía haber sido “moderato y espressivo” sin serlo el todo. Recién en el “adagio” , su “fuga” y el “allegro” final el piano cantó y el pianista estaba como extasiado ante su propia obra.

Para el final una de los grandes trabajos del pianismo de Chopin. Su última sonata es una labor temática, donde el color y el clima que transmite son realmente de una profunda inspiración al par de comunicar una visión dramática de esos años. Su “scherzo” , o sea su segundo movimiento es realmente brillante y si a ello se le agrega la belleza del tercer movimiento, casi un lied, aparecen protagonizando la obra y es entonces cuando el rondó final pareciera menos rutilante de lo que es en realidad.

No lo voy a descubrir ahora a Javier Anderlini. Debe estar entre las dos decenas de pianistas importantes de nuestro país por recursos, musicalidad, lenguaje, análisis de las intensidades, comprensión de los pentagramas. Su fraseo implica maduración o sea ya esta superado el arrebato de los años jóvenes. Por tanto, es un placer escucharlo.

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https://www.salta21.com/spip.php?article1173 Gerardo F. Wyss, Anderlini y Ravel le dieron altura al Ballet

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