Logró una fama consolidada en los 80´con “Botton tap”, espectáculo que lo posicionó como un gran artista. Sin embargo, las nuevas generaciones lo conocen como el personaje de la galera, sentado en el “Bailando” como jurado. Ese fue su trampolín hacia el éxito en la escena del show porteño.
Pero Pachano no se quedó en la calle Corrientes seducido por un estilo Broadway, apuntó al público del resto del país en una gira donde cosecha aplausos y reconocimiento. Lejos queda ese personaje cascarrabias y cuasi patético, amparado en su trayectoria de 30 años, que ningunea a las “mamarrachas” – como él las llama- del show de Tinelli. Curiosamente, en su espectáculo, el uruguayo Maxi de la Cruz confiesa “él es así”. Si uno enciende el televisor y ve a este tipillo de la galera hablando y sacando un puntaje, huye; sin embargo ese marco televisivo lo catapultó mediáticamente. Pero esta vez, con su espectáculo, esa fama se transforma y consolida a base de talento y trabajo, donde exhibe lo mejor de Pachano, sin esa performance ridícula y caricaturesca de una argentinelli detestable.
El viernes 8 de octubre se presentó en el Teatro Provincial de Salta a las 22, con una función agregada para alrededor de las 24, con la producción de Javier Faroni, bajo la dirección de Aníbal Pachano, “Pour la gallery” , un espectáculo que fue la sorpresa del año y que tuvo seis meses exitosos en la calle Corrientes de Buenos Aires.
El elenco del show está constituido por el propio Pachano, Sofía Pachano, Maximiliano de la Cruz, Nicolás Armengol, Alejandro Ibarra, Luciana Larocca, Nicolás Scillama, Georgina Tirotta, Lucas Heredia, Roxana Marinoff, Alejandro Melidoni, Flavia Pereda, Sybil Pintos, Fernando Avalle, Emanuel Sánchez, Romina Cecchettini, Valeria Celurso, Carola Dile y Adrián Scaramella.
Más de veinte cuadros, entre coreografías y canciones o diálogos al público, mantienen dos horas de varietté de gran calidad artística, una mega producción con deslumbrante vestuario que colmó a los espectadores con una gran ovación al artista, el Hado de la Galera. Alguien podría sentirse como en un Music Hall, en una Revista Porteña, en el Circo y hasta en un viejo Cabaret parisino. La fusión de estilos es impactante y el hilo que recorre el show es el vaudeville. El tema “La vie en rose” marca un anclaje recurrente que apunta la composición toda – en mi opinión- por una galería de figuras que ritualizan la canción francesa a lo Édith Piaf y Charles Aznavour. Hay algo también de “el show debe continuar” – a lo Aznavoice- que bien podría ser el leitmotiv de Pachano cuando al final de su espectáculo exclama: “nosotros, los portadores de VIH, somos personas que trabajamos y pensamos en ayudar al prójimo, que es la función del artista”. Y todo cierra con un tema musical que dice “La vida es una fiesta”.
Resalta el humor en “Pour la gallery” a través del tema “Parole parole”, cuando tres cantantes le dicen a un “tú” del público “rata inmunda” o cuando de la Cruz muestra los tipos de risa a través de una pantalla.
El monólogo de La reina de Aníbal Pachano es imperdible, no sólo habla de las chicas que “se gastaron la rodillas de tanto estudiar” sino que hace un poco de humor político con cierto trío de funcionarios al tiempo que expresa: “estoy apunado”. Sin dudas el tramo final no tiene desperdicios: junto a Sofía, su 
hija, notable artista del elenco, mostraron su sueño y el de Nicolás Armengol cumplido en el “Bailando por un Sueño 2010″. La pareja tenía como meta ayudar a María Estela Mendoza y sus cuatro hijos. Estela, de 35 años, sufre de Cuadriplejia Espástica, es de muy bajos recursos y su vivienda consistía en una habitación alquilada, con dos camas, sin heladera, ni estufa, ni calefón. “Tuvo que venir un periodista (Adrián Valenzuela) y la tele para que los gobernantes se fijen en su gente”– apuntó Pachano. Bajaron del escenario hasta Estela, todo el teatro volvió sus ojos hacia ella y se enteraron de lo sucedido. “Si hay autoridades hoy por favor les pido por un país mejor” y habló de la pobreza y las necesidades de la gente. En ese momento, la cabeza de Andrés Zottos, el vice gobernador de Salta, asomaba por el palco. Escuchó, claro. Mensaje recibido directamente. ¿Hará algo? Pachano expresó su deseo de tener un país no discriminador, no difamador y no represor.
Todo esto, demolió por completo la máscara televisiva, instaló a un hombre sensible, preocupado por su país y a un artista de excelencia. La magia, no sólo salió de la galera.
