Si algo caracteriza a esta etapa de la Democracia es que salieron a la superficie temas y fenómenos sociales antes impensados. De pronto los ciudadanos comunes nos vimos conviviendo con espacios que antes eran ocultados.
El embudo de este shock de pánico no es gratuito, por el contrario, es la afectación directa en la morbilidad poblacional al producir un cóctel paradigmático en la intersubjetividad.
La novedad tecnológica del siglo está apoyada en los soportes mediáticos con que el Imperio maneja el mundo, desparramando “universalmente” la mentira mediática.
A pesar de la tremenda y justificada prensa que tiene actualmente el femicidio, poco se habla de la característica, esencialmente, violenta de la mujer de esta época.
Todos los intentos destituyentes de las fuerzas opositoras al gobierno nacional, fracasaron estrepitosamente, cuando pretendieron avanzar sobre la economía doméstica.