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viernes, abril 19, 2024

Bajo el lema “La Patria es de Todos” se realizó el acto U-K

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Con un gran aparato político montado se realizó el acto “oficial” del 25 de mayo en Salta con la presencia de la primera mandataria Cristina Fernández de Kirchner y su gabinete. Paralelamente, en Rosario, las cuatro entidades agrarias en una clara pulseada política, realizaron un acto simultáneo, en contra de las retenciones.

Al pie del monumento al General Martín Miguel de Güemes se levantó un escenario de 20 metros de largo, por 10 de ancho y 8 de alto, para llevar acabo un festival folclórico del que participaron artistas locales.

A las 10:30 de la mañana ya habían ingresado a la ciudad 350 colectivos provenientes de Jujuy, Tucumán; La Rioja, Misiones, Corrientes; Formosa entre otras provincias aledañas.

Las personas trasladadas “coparon” las inmediaciones del monumento, que fue vallado, impidiendo el ingreso a los salteños o a quien no fuera con una agrupación política afín al gobierno.

Es así que durante el festival se podía observar diferentes carteles y pancartas con leyendas políticas de las distintas provincias.

Al respecto Gerardo Morales, dirigente de la UCR jujeña denunció que “se pagó alrededor de 1.700.000 a jefes y jefas de hogares para que asistan al acto en Salta”.

Tedeum en la Catedral

Alrededor de las 12:15 llegó la presidenta a Salta acompañada por su gabinete, con altas medidas de seguridad, se dirigió directamente a la Catedral Basílica donde participó del Solemne Tedeum.

Durante la homilía, Monseñor Mario Antonio Cargnello llamó a compartir el “pan material” y destacó que guardarlo para sí es “un pecado” y volvió a cuestionar cómo es posible “morirnos de hambre en la tierra bendita del pan”.

Destacó que el pueblo argentino tiene un sentimiento de gratitud por la rica herencia recibida de los mayores y que se debe asumir “la responsabilidad de enmendar los errores del pasado.

Con respecto a la herencia histórica tomó tres ejemplos que marcaron la historia de Salta. La primera es el Milagro como encuentro con Cristo que da al ser humano “dignidad y libertad” y recalcó que nunca la Argentina tuvo miedo a Dios, fuente de toda razón y justicia.

En segundo lugar, hizo hincapié en el legado del General Güemes “llamado a la entrega a la patria hasta el heroísmo, fiel hasta la muerte”.

Por último, recordó a Facundo de Zuviría, presidente del Congreso que sancionó la Constitución Nacional de 1853 como modelo de “fidelidad a la ley y a la justicia”.

Pidió tres compromisos: primero que “trabajemos por la nación que queremos”,”cancelar la deuda social” sobre todo con los aborígenes.

Segundo, consolidar el sistema democrático como respeto a la ley, “pasar de la viveza criolla a la nobleza que compromete con la honestidad y la austeridad”.

Tercero, pidió “apostar a la amistad social” para que en nuestra patria “nunca más uno contra otro”.

Señaló la importancia del dialogo que construye y convierte el conflicto en oportunidad. Llamó “a madurar la capacidad de diálogo” para construir la patria de todos.

Posteriormente los representantes religiosos de las otras confesiones, presentes en el oficio, consagraron la patria a Dios, según su credo.

El discurso de Cristina

Posteriormente al saludo protocolar, que se llevó a cabo en Mitre 23, la Sra. Cristina Fernández de Kirchner, su gabinete de mandatarios locales y otras autoridades, se trasladaron al pie del Cerro San Bernardo.

Con un discurso, de apenas 15 minutos, la Primer Mandataria, se dirigió a un público complaciente, especialmente seleccionado para la ocasión.

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No hubo en sus palabras, conceptos novedosos, ni anuncios extraordinarios; sino que volvió a reiterar fórmulas y frases ya utilizadas en discursos anteriores, apelando a su particular visión del país y del pasado, con pausas y modos estudiados.

En su discurso, señaló que la realización del Acto en la Provincia de Salta, era una forma de homenajear al Gral. Güemes, según sus palabras “combatiente de la emancipación nacional y de la vanguardia de la patria, símbolo de nuestra historia, de los que decidieron luchar por la liberación de la patria y por la felicidad del pueblo”.

Se cuestionó, además, sobre el mejor modo de rendir homenaje a los Héroes de la Patria, afirmó que “se les rinde homenaje construyendo un país diferente”, y “que los símbolos nacionales fueron creados, por esos hombres, como estandartes para la lucha”.

Hizo especial referencia a la resistencia de las Madres de Plaza de Mayo durante la última dictadura “que son las que levantaron las manos y banderas cuando todos las bajaron”. Señaló que, el país sufrió “otros coloniajes más sutiles que los militares, o territoriales”, que hicieron creer a los argentinos que no podían conducir la Patria y aseguró que estos coloniajes “los convencieron que era más importante lo que creyeran los de afuera, que lo que pensaran los propios argentinos”, llevándolos a aplicar recetas externas que desbastaron la nación.

Resaltó, que luego de la crisis de diciembre de 2001, el país atravesó por un periodo donde se cerraron comercios, industrias y donde la producción fue casi anulada, aumentando, de este modo, la desocupación y el decaimiento salarial de empleados públicos y jubilados. Consideró como un mérito de los gobiernos kirchneristas el crecimiento productivo, la atención a la clase pasiva, la eficacia judicial y la disminución del desempleo.

¿Lo pensamos?

Como argentinos deberíamos reflexionar los siguientes aspectos:

Se publicita un homenaje a la Nación, en una de sus fechas más importantes, bajo el lema “La Patria somos Todos”, pero al Acto Central y “oficial”, sólo acceden los que pertenecen a la misma línea política del gobierno, que además son movilizados con un alto costo a las arcas del Estado, con una total arbitrariedad en el uso de los recursos públicos. Se desarrolla así un acto en Salta, donde los salteños, el público común, no puedo participar. Nuestra provincia sólo sirvió de escenario para los festejos en los que participaron únicamente los justicialistas.

Se habla de una Patria para todos y se desarrollaron dos actos multitudinarios y antagónicos, el de Salta y el de Rosario, en una clara puja por el poder, demostrando cuán lejos estamos los argentinos de solucionar nuestros conflictos por medio del diálogo, y cómo los interese particulares se potencian por encima de los de la Nación en su conjunto.

Como pueblo, seguimos respondiendo a discursos y acciones demagógicos que apelan a nuestra sensibilidad y no a nuestra inteligencia, y que nos obligan a responder en masa, anulando, de este modo, nuestro pensamiento crítico.

El 25 de Mayo será una fiesta para TODOS, cuando a los actos cívicos no necesitemos ser convocados con estrategias publicitarias, cuando cada uno de nosotros lleve con orgullo la escarapela nacional, cuando el derecho a acceder a iguales oportunidades de educación, de salud, y vivienda se cumpla en cada uno de los argentinos, y el marketing sea reemplazado por políticas de Estado que se sustenten en valores éticos y morales, que hagan de cada uno de nosotros un ciudadano orgullosos de pertenecer a la Nación y convencidos que la Patria es de todos, porque la construimos entre todos.

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