Los jaguares -activistas de Greenpeace que se desplazan en motos- bloquearon tres topadores en un desmonte del tamaño de la Ciudad de Buenos Aires en el departamento San Martín. La provincia autorizó en 2007 el desmonte de 400 mil de hectáreas.
Hasta la llegada de los Jaguares de Greenpeace las topadoras continuaban desmontando las más de 17.000 hectáreas, casi el tamaño de la Ciudad de Buenos Aires, de la finca “Las Maravillas”, ubicada en el departamento de San Martín, al norte de la provincia de Salta.
Luego de sobrevolar la zona en helicóptero, los jaguares lograron frenar con sus motos a las topadoras y desplegaron un cartel con la leyenda: “Ni una Hectárea más. Desmonte Cero”
La Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la provincia de Salta autorizó, durante el año 2007, el desmonte de más de 400.000 hectáreas de bosques nativos, con los daños ecológicos irreversibles y el impacto directo sobre las comunidades aborígenes que esto implica.
“El desmonte que acabamos de frenar fue aprobado respondiendo a una lógica especulativa, por el ex Gobernador salteño Juan Carlos Romero, en noviembre de 2007 contrarreloj, previendo la inminente sanción de la Ley de Bosques”, explica un comunicado de Greenpeace.
La ley fue finalmente sancionada el 28 de noviembre de 2007 con el apoyo y reclamo activo de más de 1.500.000 de argentinos. Esta Ley establece que las provincias no pueden emitir nuevos permisos de desmontes hasta tanto no realicen un Ordenamiento Territorial que establezca qué áreas de bosque deberán ser protegidas.
“Detener estas topadoras nos permite continuar dando nuestro grito de alerta. Estamos en una verdadera Emergencia Forestal, no podemos ni debemos perder ni una hectárea más de de bosques nativos”, afirman los ecologistas, quienes piden la colaboración de la ciudadanía para continuar monitoreando el estricto cumplimiento de la moratoria a los desmontes y el debido proceso de Ordenamiento Territorial que la Ley de Bosques establece.
“El desmonte en donde detuvimos a las topadoras, afecta directamente a comunidades indígenas ya que el desmonte en esta finca reducirá sensiblemente el área de uso tradicional de las comunidades wichí que habitan cuatro parajes del departamento de San Martín en el norte Salteño”, advierte la organización ambientalista.
