Enero de 2012… El billete de cien pesos, símbolo del comienzo del desastre…. que sigue su curso.
El desquicio económico se manifestaba a la vista y al portador, o sea al alcance de cualquiera; bastaba con salir de compras, cobrar el sueldo, ir al banco, etc., para descubrir que nuestra moneda, envilecida , descalificada, inflacionaria, representaba estruendosamente la creciente catástrofe económica.
Para colmo, cuando se intentó cambiar algo convocando en las urnas a otro gobierno, el país no aguantó la racionalidad del esfuerzo ni los inevitables errores; que solo se le perdonan e incluso festejan al peronismo de Cristina. Incluso se inventaron el ¡ah-pero-macri!, o cómo cagarse encima festejando las propias burradas.
O sea: la MITAD de los billetes que circulaban eran los de 100 pesos; el billete de más alto valor. En los países que funcionan, los billetes de denominación más alta son la cantidad menor. Menos en ese falsificado país de las maravillas convertido -otra vez- en jardín de infantes. Como entonces, una sola persona manda y los demás dicen «¡si, señorita!»; la inflación es el premio; señalarlo es un delito de opinión. Y todos contentos.
…pero ahí seguimos, insistiendo:
– El peso argentino fue la segunda moneda más devaluada del mundo en 2021. junto con la lira turca, que perdió 94,5% de su valor frente al dólar.
– Por Luciano Tanto (de su red social)