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jueves, marzo 28, 2024

¿Crisis de identidad en Francia?

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La bandera europea bajo el Arco del Triunfo ya ha sido arriada, la primera polémica del año duró unas horas, suficiente para mostrar cuánto se jugará la campaña electoral francesa en símbolos y cuánto se ha convertido Europa -a pesar de sí misma- en un instrumento en la carrera por el Elíseo.

Desde el primero de enero de 2022 le corresponde a Francia asegurar la presidencia rotatoria de seis meses del Consejo de la Unión Europea, y el jefe de Estado Emmanuel Macron parece decidido a utilizar esta circunstancia para relanzar la integración y fundar una verdadera “soberanía europea”, en línea con la política que siempre ha apoyado en los últimos años desde la noche de la victoria, el 7 de mayo de 2017, cuando quiso cruzar el patio del Louvre en las noches de la Oda a la Alegría de Beethoven, el himno europeo.

Después de que el Brexit interrumpiera el calendario de presidencias europeas, la República Checa se había puesto a disposición para cambiar con París para evitar que la votación para el Elíseo -yo y el 24 de abril de 2022- cayera justo en medio del semestre francés. Macron, sin embargo, prefirió mantener el compromiso, de hacer de la presidencia de la UE el momento decisivo del final de su primer mandato y también de su campaña electoral (aunque oficialmente aún no se ha vuelto a candidato).

Así, el pasado 9 de diciembre, una gran conferencia de prensa para ilustrar a la prensa internacional las etapas del Semestre Europeo; las continuas intervenciones de los ministros para subrayar la importancia histórica del evento; La Torre Eiffel y el Palacio del Elíseo iluminados en azul, el color de Europa; y en la noche entre el viernes 31 de diciembre y el sábado primero de enero apareció una enorme bandera azul con las 12 estrellas bajo el Arco del Triunfo, en lugar del francés tricolor que suele ondear en ocasiones oficiales. La bandera europea ya había aparecido en 2008, bajo Sarkozy, pero en esa ocasión junto a la bandera nacional. Esta vez el bleu-blanc rouge ha sido archivado, aunque sea por unas horas, y esto ha provocado la indignación de los candidatos de derecha y extrema derecha -es decir, los únicos por ahora capaces de preocupar a Macron- y también de los exponentes de la “Francia Insumisa” (izquierda radical).

Marine Le Pen habló de “provocación” y anunció un llamamiento al Consejo de Estado. Eric Zemmour protestó contra la “indignación“, y la gaullista Valérie Pécresse (quizás la opositora más peligrosa de Macron) denunció “la cancelación de la identidad francesa”. Ayer desapareció la bandera europea: “según los horarios previstos”, asegura el Elíseo, que, sin embargo, en un primer momento había hablado de “unos días” de presencia bajo el Arco del Triunfo. Marine Le Pen y los demás se regocijan como si hubieran logrado repeler una invasión enemiga, y Macron se encuentra lidiando con un efecto indeseable de su valiente elección proeuropea: Europa, tan estrechamente asociada con la persona del presidente en ejercicio, podría convertirse en una víctima colateral de la campaña por el Elíseo, rechazada por los franceses que no votarán por Macron… ya que no quieren ser “europeos”.

Europa Europa…

– Por Luciano Tanto (de su red social)

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