En vísperas de un recambio presidencial los problemas estructurales económicos sociales siguen irresueltos.
No es que subestimemos las conquistas de nuestro pueblo en diversos planos empezando por el de la memoria verdad y justicia, pasando por nuevas relaciones con América Latina e incluyendo diversas formas de incremento de los ingresos de las capas más pobres del país, pero los problemas de fondo siguen vigentes.
Nuestra opinión es que a pesar de las luchas del 2001 y de los esfuerzos de más de una década no se pudo construir una alternativa verdadera por su programa de transformaciones, metodología de construcción, política de alianzas nacional e internacional y masa crítica de militancia y bases social.
De alguna manera los candidatos presidenciales grafican esa ausencia, ante el declive del progresismo (en toda América Latina) en nuestro caso nacional aparece una derecha que avanza por fuera y dentro del kirchnerismo: el trio Scioli-Massa-Macri son la demostración.
Macri y Massa, explicitan la amenaza de una política de subordinación imperial y voracidad empresarial, Scioli expresa un continuismo cada vez más conservador y menos reformista, aún en la dimensión burguesa del término.
Aun sin fuerza, Rodriguez Saa se parece a Massa, y Stolbizer a Macri, cada uno con disfraces que pretenden ser más peronistas o más liberales, pero no tanto
Del Caño, agrupa un espacio de izquierda reformista completamente incorporada al sistema pero que se niega a pensar en construir un bloque popular apto para los cambios, montados en un auto percepción de vanguardia esclarecida, propia del siglo XIX.
Ante este cuadro de situación, llamamos a redoblar esfuerzos por construir espacios de unidad y a no apoyar ninguna de estas propuestas que agravaran la crisis de alternativa.
– Salta, 1 de octubre de 2015